Valencia

Los efectos del terremoto político derivado de la imputación de Mónica Oltra por su gestión en el caso de los abusos de su exmarido a una menor ya se notan en Valencia.

Según refleja una encuesta interna del PP a la que ha tenido acceso EL ESPAÑOL, si hoy se celebrasen elecciones municipales, Compromís se hundiría en la capital valenciana, uno de sus grandes caladeros de votos, y dejaría de ser la fuerza más votada.

María José Catalá, portavoz municipal del PP, recupera la primera posición para el partido de Núñez Feijóo y sería la nueva alcaldesa de Valencia tras absorber el voto de centro. 

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La encuesta recoge datos obtenidos tras la traumática salida de Mónica Oltra. El alcalde Joan Ribó obtendría un 17,3 % de los votos y 6 concejales, frente a 10 que tiene hoy.

Los populares obtendrían 11 o 12 concejales (tiene 8 ahora) y un 32% de los votos.

Se da la circunstancia de que Ribó todavía no ha comunicado públicamente si volverá a presentarse al cargo en 2023. Además, los nacionalistas empiezan a sufrir el desgaste propio de la gestión después de casi ocho años al frente del Ayuntamiento.

Las dudas del alcalde han extendido mucha incertidumbre en Compromís. En la recámara siempre había estado Mónica Oltra como relevo natural. Pero con Oltra pendiente de su proceso judicial, la coalición se ha quedado a las puertas de unas elecciones sin un liderazgo alternativo consolidado.

Los socialistas, que gobiernan desde 2015 la ciudad con Compromís con sonoros desencuentros públicos, sufren menos desgaste. Pasarían a ser la segunda fuerza, con Sandra Gómez como candidata. El PSOE sigue mejorando poco a poco sus resultados y esta vez llegaría a un 23,1% de los votos, y obtendría entre 8 y 9 concejales.

Unidas Podemos (UP) obtendría un solo concejal con el 5,7% de los votos, mientras Ciudadanos repetiría la dinámica de otros territorios y se quedaría sin representación: hoy tiene 5 concejales.

Mayorías

Los de Inés Arrimadas sumarían un 2,9% de los votos. De avanzar los contactos que se están produciendo entre PP y los liberales para presentar listas conjuntas en los municipios, esas tres décimas le permitirían a Catalá reafirmar su liderazgo en Valencia.

Y es que el PP sería la fuerza más votada, pero en las actuales circunstancias necesitaría el apoyo de Vox para gobernar, según esta encuesta. Sin un candidato claro y reconocido, y con el actual grupo municipal dividido, la extrema derecha sacaría el 16,9% de los votos y 6 concejales, más del doble que en 2019, cuando obtuvo dos.

El Ayuntamiento de Valencia tiene 33 concejales, por lo que la mayoría absoluta para gobernar es 17. En las elecciones municipales de 2015, el PP fue el partido más votado, con 10 concejales, pero la izquierda formó Gobierno al sumar 17 ediles. En 2019, Compromís escaló a la primera posición.

Ahora, según estos pronósticos, si hoy se celebrasen elecciones, la diferencia de los bloques se mantiene entre 1 o 2 concejales a favor de la derecha. María José Catalá podría ser alcaldesa de Valencia por un Ejecutivo compuesto por entre 17-18 ediles. 

Tendencia autonómica

Estos resultados van en sintonía con los datos autonómicos obtenidos por SocioMétrica para EL ESPAÑOL. Según la encuesta publicada el pasado día 4, el PP ganaría hoy las elecciones valencianas con el 31,4% de los votos y 35 diputados, 16 más que en 2019.

El PSOE subiría un punto en relación con tres años atrás y llegaría al 25%, pero se quedaría en los 27 diputados actuales. Ximo Puig estaría así 6 puntos y 8 escaños por debajo del alicantino Carlos Mazón.

Ciudadanos se hundiría, repitiendo la dinámica de Madrid y Andalucía, y desaparecería de las Cortes Valencianas. Obtuvo 18 representantes en 2019. El PP absorbe a los votantes liberales; en cambio, el socialista Ximo Puig, que acaba de cumplir siete años como presidente de la Generalitat Valenciana, no ganaría votos procedentes del partido de Inés Arrimadas

El otro gran derrotado de las elecciones autonómicas sería Compromís. Los nacionalistas pierden hoy casi 5 puntos en intención de voto y siete diputados, lastrados por el caso Oltra y el desgaste en la gestión que no ha sufrido la parte socialista. Unidas Podemos, la tercera pata del Gobierno de Puig, obtendría el mismo resultado que en 2019, 8 escaños.

Vox mantiene su tendencia al alza, seguramente como reacción a las políticas identitarias de la izquierda nacionalista valenciana, particularmente visibles en Educación. Los de Santiago Abascal crecerían 9 escaños, hasta los 19, convirtiéndose así en la tercera fuerza en el Parlamento autonómico.