Una discusión en redes sociales y varias denuncias cruzadas han situado otra vez en el foco mediático la investigación por la que tuvo que dimitir Mónica Oltra el pasado 21 de junio.
La exvicepresidenta valenciana declarará el 19 de septiembre como imputada en el marco de las diligencias que se siguen contra ella y otros 13 investigados, entre ellos funcionarios y altos cargos, por presuntamente ocultar los abusos por los que ha sido condenado su exmarido, Luis Ramírez, pendiente de un recurso en el Tribunal Supremo (TS).
La investigación judicial está en punto muerto a la espera de que Oltra declare y no hay ningún avance destacado. Pero Compromís ha vuelto a desacreditar las denuncias de Teresa, la entonces menor abusada. La formación nacionalista ha aprovechado el revuelo generado tras una presunta estafa cometida por la víctima en la venta de un mueble y el cobro de donaciones.
Compromís ha unido este hecho a la familiaridad de la víctima con los colectivos de extrema derecha que la ampararon tras la condena de Ramírez. Los nacionalistas siguen reivindicando a Oltra y hablan de "montaje" para referirse a la implicación de la exvicepresidenta en el caso. Su portavoz en Valencia, Papi Robles, extendió de nuevo las dudas sobre la legalidad de las actuaciones.
"La extrema derecha y parte de la derecha están intentando conseguir judicialmente lo que nunca han podido conseguir en las urnas", lamenta Robles en declaraciones a los medios.
Robles vuelve a incidir en el caso Oltra después de que la víctima reiterase en una entrevista, esta vez al periódico Levante-EMV, que se ha sentido utilizada por su abogado y líder de España 2000, José Luis Roberto; y una fundadora de Vox, Cristina Seguí, quien figura como acusación en el caso.
Aitana Mas, sucesora de Oltra y responsable de las políticas sociales, se ha sumado a las denuncias en redes sociales y puntualiza que el caso responde a un lawfare, es decir, a una supuesta guerra judicial contra la exlíder de Compromís.
Ni los nacionalistas ni la Conselleria de Igualdad han dado credibilidad alguna en todo este tiempo a los testimonios de la joven.
Oltra y el resto de imputados están siendo investigados por supuestamente desmontar el relato de la entonces menor con informes de la Generalitat y dejarla desprotegida en vez de comunicarlo a la Fiscalía de Menores, según consta en el sumario.
Menores en desamparo
Teresa tiene ahora 20 años, dos hijos -uno de ellos un bebé recién nacido-, vive en la calle y de donaciones. Unos días antes de dimitir, la conselleria de Oltra se dirigió a la Fiscalía después de que los servicios sociales de un municipio valenciano alertaran de la situación de posible desamparo en la que se encuentran los niños.
La Guardia Civil investiga las circunstancias en las que viven Teresa y sus hijos tras la alerta de la conselleria. Ahora, este departamento busca a esta familia por Valencia tras abandonar una vivienda de campo que habían ocupado.
Además, en los últimos días también ha trascendido que Teresa se enfrenta a un supuesto delito leve de estafa por hacerse pasar por una empresa en diversos anuncios de la plataforma Wallapop e intentar vender a dos mujeres un sillón por 200 euros.
Por si fuera poco, a todo ello se suma una discusión en redes sociales protagonizada por una prima segunda de la víctima este fin de semana. La familiar se enfrentó a Cristina Seguí en Twitter y afirmó que "Cristina ha conseguido la dimisión de Mónica gracias a Teresa y a las cosas que le han hecho declarar, a cambio le prometían vivienda y empleo".
Compromís ha aprovechado todas estas acusaciones para volver a defender la inocencia de Oltra y el "acoso de libro" que, a su juicio, ha perpetrado la extrema derecha contra la exvicepresidenta. "Muchas veces en la vida, cuando pasa el tiempo, la verdad se va poniendo en su sitio", arguyen.
En realidad, Teresa pide donaciones en las redes sociales desde que cumplió 18 años. Lleva meses denunciando que la están dejando tirada y que se ha visto obligada a dormir en cajeros automáticos. Su prima segunda y ella se han acusado mutuamente de quedarse con el dinero en los últimos días.
Desde hace aproximadamente un año, Teresa difunde en redes sociales su dramática situación y la Conselleria le llegó a proponer una solución habitacional. La rechazó al tratarse de un centro de mujeres maltratadas y no poder instalarse con su pareja, según contó a esta redacción.
En manos de los ultras
A partir de que trascendiera la primera condena a Ramírez, en 2019, la joven cayó en manos de la extrema derecha, que no dudó en aprovechar su vulnerabilidad para obtener rédito político. Contó pronto con el apoyo económico y jurídico de José Luis Roberto, el autodenominado "fascista" que lidera la formación ultra España 2000.
Además, le brindó alojamiento en varias ocasiones y asumió su representación en los tribunales y reclamar en su nombre una indemnización de 240.000 euros por los abusos sexuales porque la Administración valenciana, en ese momento tutores legales, no la solicitó.
En el caso concreto que afecta a Oltra, no se investigan los abusos, sino la gestión de la exlíder de Compromís y si intentó ocultar la denuncia contra su marido, que en ese momento trabajaba como monitor en el centro en el que se produjeron los hechos. La víctima, que en ese momento era menor de edad, fue al juicio esposada y sin recibir asistencia jurídica de la Generalitat Valenciana.
También apoyó a la joven la fundadora de Vox Cristina Seguí. Agitadora en foros ultras y de extrema derecha, Seguí fue una de las impulsoras de un acto en el Ateneo Mercantil de Valencia para recaudar fondos a favor de la chica. El acto fue público y difundido. Seguí fichó como abogado al letrado que defiende a Francisco Camps, expresidente de la Generalitat.
Su plataforma, Gobiérnate, aprovechó el caso y también inició acciones legales. Tanto ella como José Luis Roberto se han atribuido la dimisión de Oltra de abanderarlo y han atacado a la exlíder de Compromís con la información privilegiada de la que disponen. En una entrevista a EL ESPAÑOL el pasado mes de junio, Teresa reiteró que se había sentido utilizada.
"Se piensan que no me doy cuenta, pero sé que mucha gente se acercó a mí por interés. ¿Y si no por qué me buscan?", subrayó. Meses antes, en marzo, Teresa desveló a esta redacción: "No se han cumplido algunas promesas, como la de Seguí de ir a Madrid a encontrar un trabajo y tener ayudas de la Comunidad de Madrid". La presidenta de Gobiérnate, tras leer el artículo, negó la afirmación de la joven y subrayó que sí existía una oferta firme para trasladarla a la capital de España
Así, Compromís está aprovechando ahora la presencia de estos actores para defender los supuestos ataques a Oltra a poco más de dos semanas de su declaración y negar la desprotección y generar dudas sobre los abusos.
La joven ha tenido una vida dificilísima. Desde los 4 años estuvo al amparo de la Generalitat Valenciana. Es hija de un padre que acaba de salir de prisión y de una madre con graves problemas de adicción. Su familia está completamente desestructurada. Es la tercera de cinco hermanos maternos, todos ellos de padres distintos.
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