Varias de las viñetas del manual para desmontar cuñados difundido por Compromís. EE

Varias de las viñetas del "manual para desmontar cuñados" difundido por Compromís. EE

Comunitat Valenciana POLÍTICA

Compromís identifica con PP, Vox y Ciudadanos a los 'cuñados racistas' que hablan en castellano

El partido nacionalista difunde un cómic titulado "manual para desmontar cuñados" plagado de estereotipos y maniqueísmos.

27 diciembre, 2022 00:58
Valencia

Todos los cuñados hablan en castellano y son de Vox, PP o Ciudadanos. Esta es la realidad que dibuja Compromís en una de las polémicas campañas que la coalición ha difundido de cara a las cenas y comidas de estas fiestas.

Se trata del denominado "manual de instrucciones para desmontar cuñados en Navidad", una suerte de cómic que parece imitar los manuales de montaje de muebles de Ikea.

El panfleto consta de una portada y siete viñetas con un denominador común: los odiosos cuñados hablan siempre en castellano y el ingenioso personaje que los combate, lo hace en valenciano.

De entrada, la publicación presenta a tres malhumorados personajes con los logos de los tres partidos de centro-derecha, para que no quepa duda de la precisa adscripción política de los cuñados españoles. El feliz discrepante, en cambio, lee con entusiasmo el manual con el logo de Compromís.

Cada viñeta aborda una temática, siempre planteada con impertinencia por el cuñado de turno. "Ahora con la Ley Trans se borrará a las mujeres", "La tasa turística hará que baje el turismo", "¿Y el hijo pa cuando?", "Yo no soy racista, pero...", "Todos los políticos nos roban", "El Valenciano no sirve para nada", "La derecha gestiona mejor", rezan algunas de ellas.

[La burla de Compromís a Felipe VI: una lechuga con corona a la que "le ha votado la misma gente"]

Las réplicas, siempre audaces y precisas, aparecen escritas en valenciano, sin excepción: "El divorcio no borró las bodas", "las ciudades más visitadas de Europa tienen tasa turística", "el hijo, para el 30 de febrero", "todo lo que va después del 'pero' es racista", "las personas bilingües obtienen mejores resultados académicos".

La distinción lingüística entre los protagonistas es un maniqueísmo velado, pero el cómic de Compromís también incurre en explícitos. Ante la afirmación de que "todos los políticos son iguales", el héroe anticuñados responde con frases como "Valencia es una de las ciudades con mayor inversión social de España", "Compromís sube los impuestos a los ricos" o "negociamos y pactamos para conseguir más inversión del Estado".

Todo, por descontado, frente a otros tantos clichés contra la derecha: "Los ayuntamientos de Madrid se sitúan en la cola en servicios sociales", "el PP que abandera Ayuso baja los impuestos a los ricos", "Madrid privatiza la sanidad pública"...

La propaganda va in crescendo conforme el cómic avanza. Tanto es así que la viñeta final, para responder al manido "la derecha gestiona mejor", expone un supuesto titular de prensa, quizá demasiado largo para serlo: "Desde que Compromís gobierna en Valencia, el paro está en el nivel más bajo de los últimos 12 años y la deuda que dejó el PP se ha reducido más de un 83%".

El discurso del Rey

Además del polémico "manual para desmontar cuñados", Compromís buscó la provocación con otra controvertida iniciativa en Nochebuena. Durante el tradicional discurso de Navidad de Felipe VI, la coalición nacionalista, de forma simultánea, ofreció en sus cuentas de Twitter e Instagram un vídeo en directo en el que aparecía una lechuga con ojos y una corona.

Lo emitió a las 21.00 horas del 24 de diciembre, el momento exacto en el que, cada año, pronuncia sus palabras el monarca. "Dice lo mismo que el otro y le ha votado la misma gente", explicaba sobre el vídeo, titulado "Discurso de Navidad".

La parodia de Compromís, sin embargo, carecía de mensaje más allá de la propia publicación. En el vídeo, todavía disponible en sus perfiles, tan solo suena música clásica mientras aparece la hortaliza en primer plano sobre lo que parece ser una imagen impresa de dependencias de Zarzuela. Al fondo se ven la bandera de España y la de la Unión Europea.

Se trata de nueve minutos y 57 segundos musicales, sin mayor acción que el desprendimiento de uno de los dos ojos de la lechuga, rodeada de luces navideñas y espumillón morado.

Fue una burla explícita que muchos usuarios de las redes consideraron impropia, tal y como queda reflejado en los comentarios. Tuvo escasa repercusión en Twitter -donde más se compartió- y el grueso de las respuestas que recibió fueron críticas.

Tampoco tuvo un gran éxito entre los dirigentes más conocidos del partido nacionalista. El aplauso más destacado fue un me gusta del diputado en el Congreso y aspirante a presidir la Generalitat Valenciana en las próximas elecciones de mayo, Joan Baldoví.