Valencia

El Ayuntamiento de Castellón ha iniciado este miércoles la retirada del monumento a los Caídos en el parque Ribalta de la ciudad, en cumplimiento de la Ley de Memoria Histórica, después de varios procedimientos judiciales y tres licitaciones de las obras.

Los trabajos con varias grúas han comenzado con la colocación de un armazón de madera para el traslado de la cruz, y la zona se encuentra vallada y supervisada por agentes de la Policía Nacional.

Los agentes han tenido que desplegarse para evitar altercados y durante la mañana se han vivido momentos de tensión entre grupos ultras y miembros de Compromís que se han desplazado al parque de Ribalta para presenciar la retirada de este vestigio franquista.

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En los vídeos difundidos por los asistentes, se escucha a los convocantes de la protesta amenazando con "fusilar" a miembros de la izquierda de Castellón. "¡Sí que convendría que te fusilaran, sí! ¡Sí que convendría que te hicieran 'púm, púm'!".

El grupo de extrema derecha España 2000 ha defendido los ataques a los miembros de la corporación municipal.

"Patriotas se enfrentan a los talibanes y revanchistas de la izquierda que hoy han procedido a la retirada de la Cruz de los Caídos del parque de Ribalta en Castellón. Su odio y revanchismo no tiene límites, pero llegará el día que tengan que rendir cuentas", han escrito en Twitter.

Al margen de los autores de las amenazas, en la zona se han concentrado más de un centenar de personas, entre ellos los miembros de la Fundación Española de Abogados Cristianos. Esta organización ha solicitado medidas cautelares para evitar la retirada de la cruz, pero de momento no han sido atendidas.

Además, también se ha concentrado otro grupo de ciudadanos que han proferido insultos contra los miembros de la corporación local (PSOE, Compromís y Podemos) por esta actuación.

Con la retirada de este monumento franquista, el Ayuntamiento de Castellón da cumplimiento a la Ley de memoria democrática y recuperará el entorno del jardín, adaptándolo al diseño y configuración anterior en base a los planos del año 1926, según ha informado EFE.

El proyecto global cuenta con un plazo de ejecución de seis semanas y un presupuesto de 58.900 euros.

Los trabajos de retirada y traslado de la Cruz del monumento consisten en el entablillado y sujeción de la estructura, corte del fuste por la base, levantamiento y transporte hasta su colocación en la ubicación escogida por el obispado de la Diócesis de Segorbe-Castellón, al que ha sido cedida la cruz.

Críticas del PP

El PP también ha asistido al inicio de las obras "para evidenciar el rechazo a su retirada en plena Navidad".

Según los populares, "la Cruz del Ribalta es un monumento que, desde 1979 y por acuerdo plenario de un Ayuntamiento democrático, fue resignificado perdiendo su sentido original para rendir homenaje a todas las víctimas de la violencia".

"Por tanto, no incumple ninguna Ley de Memoria Histórica, pero además es un símbolo religioso que se elimina en unas fechas tan significativas para los cristianos por mero sectarismo político de quienes gobiernan la ciudad, que no muestran ningún tipo de respeto", según ha señalado su portavoz, Begoña Carrasco.

Carrasco ha pedido "sumar y no dividir a los castellonenses como hace el equipo de gobierno, mostrando su revanchismo al eliminar la Cruz del Ribalta, resignificada hace 44 años por un gobierno democrático".

"Rechazamos la confrontación, no queremos más divisiones ni bandos, porque quienes nos antecedieron en el cargo ya se encargaron de cerrar las heridas que no tiene ningún sentido reabrir", ha concluido Carrasco.