El Juzgado de Instrucción número 2 de Castellón de la Plana ha citado como investigado a Juan Francisco Librán, el ganadero dueño de los burros usados en un plan piloto de la Generalitat Valenciana contra los incendios forestales. Diez de los 50 animales empleados en este proyecto acabaron muriendo de hambre, tras ser puestos en libertad en el monte por las autoridades.
Así consta en un auto, fechado el pasado 31 de marzo al que ha tenido acceso EL ESPAÑOL. La Fiscalía había solicitado la imputación de Librán, en un escrito en el que sostenía que su declaración en el Juzgado era necesaria para aclarar si alimentó a los asnos.
El hasta ahora único investigado en esta causa, el funcionario Antonio Luis García Sanz, director del parque natural del Desert de Les Palmes, en el que se soltaron los equinos, señaló al ganadero durante su declaración en el Juzgado. "La gestión de los animales era cosa del pastor", manifestó.
Por todo ello, la Fiscalía, en un informe fechado el pasado 27 de marzo, solicitó la citación como investigado del ganadero. Y la juez Victoria García, en un auto tres días posterior, acepta esta petición. Librán deberá acudir al Juzgado el próximo 22 de mayo.
"En el presente caso, las diligencias de investigación interesadas se consideran pertinentes y útiles para el adecuado esclarecimiento de los hechos que se investigan en la presente instrucción y su autoría", reza la resolución judicial.
Este procedimiento se inició con la denuncia presentada por Elisa Díaz González, diputada del PP en las Cortes Valencianas. La juez investiga los hechos por si fueran constitutivos de un posible delito de maltrato animal.
Tal y como informó EL ESPAÑOL, la Generalitat tomó los animales de Lebrán, un cuidador altruista, y los liberó en el monte, sin preocuparse de si los asnos encontrarían alimento por sí solos en el parque natural. Sin garantizarse tampoco de que la zona iba a tener alimento suficiente y adecuado para ellos. Sin proporcionarles un lugar para refugiarse similar al que estaban acostumbrados. Sin profesionales que los vigilaran.
Burros "esqueléticos"
Así lo relata también la Fiscalía en su escrito. "Los burros aparecieron con un aspecto esquelético", indica. "Al haber sido liberados en un entorno donde no se les facilitó alimento, en tanto en cuanto animales domésticos, no fueron capaces de subsistir por sí mismos, falleciendo diez de ellos", explica.
El Ministerio Público recuerda que los informes forenses constataron que los asnos, que estaban "bajo la protección del director del Parque", perecieron "por falta de ingesta de los nutrientes suficientes". Y señala que García Sanz, como "conservador" del Desert de Les Palmes y "promotor" del proyecto piloto, "no realizó el correspondiente informe sobre la capacidad nutricional del medio natural en el que los animales fueron liberados".
"No se les suministró alimentación suplementaria, no hubo seguimiento veterinario de los ejemplares para detectar los problemas alimenticios que sufrían y, de acuerdo con los informes periciales (...), la dieta disponible para los animales del proyecto era del todo insuficiente, dado que las parcelas no reunían la carga trófica suficiente para alimentar a los animales empleados", reprocha.
Además, el fiscal señala que García Sanz, pese a conocer las primeras muertes, "no realizó siquiera la valoración veterinaria". Por ello, el Ministerio Público se opone a archivar este caso judicial, como sí solicitaba la defensa del investigado.
Pese a lo manifestado por García Sanz, Juan Francisco Librán no es pastor como tal, sino que aglutinó cinco decenas de burros "de pastores que habían fallecido". Fue a estos animales a los que la Generalitat recurrió para poner en marcha su proyecto ecológico.
El ganadero los tenía declarados, cada uno con su correspondiente microchip. Los équidos comían el pasto que Juan Francisco les proporcionaba y, en su parcela, contaban con un cobertizo para refugiarse durante la noche.
Pero a Juan le surgió un problema administrativo. Según relató él mismo a EL ESPAÑOL, la Generalitat Valenciana, al tramitar el preceptivo Registro de Explotaciones Ganaderas (REGA), tan sólo se lo concedió para 20 animales.
"Me los iban a quitar", aseguró en una entrevista con este periódico. Fue entonces cuando la propia Administración autonómica —en concreto, el director del parque natural del Desert de Les Palmes— le ofreció una alternativa. Pero la solución que parecía perfecta acabó con la muerte de 10 de estos animales y la desnutrición del resto.