Joan Ribó oficia el primer 'bautizo civil' de Valencia: unos padres de Compromís tras meses sin solicitudes

La primera "ceremonia de bienvenida a la ciudadanía" celebrada en Valencia, una suerte de bautizo civil impulsada por el Ayuntamiento, ha tardado más de tres meses en producirse. Los primeros padres que la han solicitado son Andreu Soler y Candela Perpinyà, ambos de Compromís, el partido del alcalde Joan Ribó. El alcalde ejerció personalmente de oficiante. "He querido hacerla yo al ser la primera", explicó.

Soler, según consta en su perfil de Linkedin, es portavoz de Compromís en la junta municipal del barrio de Abastos de la ciudad. Perpinyà, por su parte, consta como candidata a la alcaldía de la localidad alicantina de Balones. En 2019, a su vez, ejerció de suplente en la candidatura de Cocentaina, la capital de la misma comarca: El Comtat.

El testimonio ofrecido por el padre del bebé tras la ceremonia revela el escaso éxito que la iniciativa está teniendo en Valencia, una ciudad con cerca de 800.000 habitantes. "Lo hemos organizado en cinco días", explicó. "Lo pedimos el martes por la tarde de la semana pasada, y nos dieron la fecha el miércoles", detalló. "Ha sido más difícil reservar el restaurante para comer", agregó la madre.

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El Ayuntamiento de Valencia, gobernado por Compromís y PSPV-PSOE, impulsó los 'bautizos civiles' con el objetivo de "garantizar la igualdad" de los no creyentes, según la propuesta con la que el alcalde impulsó su celebración a principios de febrero en la Junta de Gobierno Local.

"Desde las administraciones públicas tenemos que garantizar la libertad y la igualdad de cada nueva vida, lo que tiene que incluir el derecho a celebrar un acto que oficialice el nacimiento, independientemente de si los padres o tutores profesan o no una fe", defendió el primer edil.

Para el dirigente de Compromís, "las ceremonias civiles de bienvenida a la ciudadanía son una forma de apoyar oficialmente y celebrar la incorporación de una persona a la vida en sociedad, de recibir a un niño o niña en nuestra comunidad de forma pública, y de fomentar, desde la edad temprana, el sentimiento de pertenencia en la comunidad".

Por ello, desde el Ayuntamiento "se va a realizar un protocolo sobre el lugar donde poder celebrar las ceremonias, establecer los días y horas hábiles, así como los requisitos para poder solicitar este servicio", explicó entonces.

Finalmente, se eligieron los Jardines de Monforte como lugar para acoger estas celebraciones. Al celebrarse bodas civiles los fines de semana en este lugar, de momento las ceremonias de bienvenida a la ciudadanía solo se ofrecen los lunes por la mañana, un hándicap que tampoco ayuda a que se popularicen.

Según subrayó este lunes el alcalde, "la protección de la persona que llega al mundo es una cuestión fundamental que está recogida en la Constitución Española y en la Convención sobre los Derechos de la Infancia de la Organización de las Naciones Unidas".

Ribó ofreció algunos porcentajes para justificar la iniciativa. Indicó que el 58% de los valencianos se considera creyente -una tercera parte de estos, no practicante, según puntualizó-. Añadió que "la segunda forma de entender la religión" corresponde a un 38% en el que englobó a las personas "ateas, agnósticas o laicas". "Es un porcentaje muy importante", manifestó.

"El Ayuntamiento de Valencia quiere colaborar, desde la tolerancia y el respecto a los derechos de los otros, al acto de bienvenida a un nuevo miembro de la familia y de la ciudad, mediante la presencia de autoridades locales, y ofrecer espacios adecuados para el desarrollo de ceremonias protocolarias".