La Audiencia Provincial de Valencia ha condenado a Joan Sorribes, exconcejal de Compromís en Alfafar, un municipio del área metropolitana de Valencia, por abusar sexualmente de su hija de acogida cuando era menor de edad.
La sentencia de la Sección Tercera impone 16 años de prisión para Sorribes y otros 14 a su mujer, Carmen, por someter a prácticas sexuales a la niña. La sentencia condena a la pareja del exregidor como cooperadora necesaria de las agresiones y el matrimonio deberá indemnizar a la víctima con 30.000 euros.
La joven denunció los hechos en 2019 tras finalizar el proceso de acogimiento familiar a petición propia. La víctima dio el paso tras enterarse de que la pareja quería adoptar a una niña pequeña. "No podía hacer que una niña pasara por eso", denunció. Una sobrina del matrimonio condenado le ayudó a denunciar los hechos ante la Guardia Civil.
[La niña de acogida del militante de Compromís: Joan me desnudaba y abusaba todas las noches]
El juicio se celebró el pasado mes de febrero y el Ministerio Público fue contundente en su acusación y relató las prácticas que tuvo que padecer la niña, que en el momento de los hechos tenía 14 años. El contenido de la sentencia ha sido avanzado este viernes por el diario Levante-EMV.
La niña carecía de habitación propia y dormía con sus padres de acogida en la misma cama. Ambos iban por la casa desnudos porque se definían como naturistas y le propusieron mantener relaciones sexuales y que se dejara hacer fotos íntimas en las que la joven apareciera desnuda.
Ante la negativa de la adolescente, cogieron su teléfono móvil sin su permiso y se mandaron imágenes en las que esta aparecía desnuda, según denunció la Fiscalía de Valencia.
Igualmente, le compraron lencería sensual y fueron con ella a un hotel con jacuzzi para fotografiarla.
Las perturbadoras prácticas sexuales no acababan ahí. En otra ocasión, según la acusación, la llevaron a la playa de noche y le obligaron a presenciar cómo la mujer del exconcejal practicaba sexo con tres personas desconocidas.
Mientras se producía este encuentro sexual, el exconcejal le hablaba diciéndole que eso era lo que debía hacer, además de preguntarle si le apetecía tener sexo en ese momento con él.
La pareja condenada prohibía a la víctima que ella misma se depilase y le escondían las cuchillas para que no tuviera otra opción y les pidiera ayuda. Respecto a tocamientos, se produjeron en los pechos con la excusa de ponerle un medicamento tópico y en la vagina introduciéndole los dedos.
Vida política
Joan y Carmen han estado siempre muy ligados a la política. Él fue concejal por Compromís en el municipio de Alfafar, donde residen, hasta las elecciones de 2019, y su mujer ha estado ligada a la coalición durante años.
El hombre es muy conocido en el municipio de Alfafar por su implicación con el proyecto de Compromís, además de presidir una de las asociaciones más conocidas de la localidad, el Ateneu Popular del Parc.
Joan protagonizó una polémica en 2013, cuando pidió sacar de las instituciones al PP "con escopeta". Lo comentó a través de su muro de Facebook y más tarde denunció que recibió amenazas de muerte.
El exconcejal era pensionista. Debido a la invalidez que sufría no podía dedicarse de forma plena a su empleo y se metió en política.
En las elecciones generales de 2008 fue candidato al Senado con la coalición por República Valenciana, formada por Estado Valenciano junto con Izquierda Nacionalista Valenciana y República Valenciana-Partit Valencianista Europeu.
En 2015, repitió como cabeza de lista con Compromís por Alfafar, candidatura que obtuvo dos concejales. Era la primera vez que el consistorio obtenía representantes de un partido nacionalista. Los hechos por los que ha sido condenado se produjeron mientras era concejal en este consistorio valenciano.
Joan compartía su vida junto a Carmen y formaron una familia con la llegada de la adolescente a su casa. Llevaban casados 7 años y en sus publicaciones se mostraban sonrientes y felices. Carmen, natural de Alfafar, estudió Ingeniería Técnica en Informática en la Universidad Politécnica de Valencia y, al igual que el exconcejal, estaba muy comprometida con sus ideas políticas.
Material pornográfico
Cuando la menor denunció los hechos, se procedió a la entrada y registro de la vivienda de la pareja, donde se intervinieron fotos de la víctima e imágenes de otras menores desnudas.
En julio de 2019, el juzgado de Instrucción 1 de Catarroja decretó el ingreso en prisión provisional, comunicada y sin fianza del exconcejal de Compromís en el Ayuntamiento de Alfafar, mientras que la magistrada dejó en libertad provisional con medidas cautelares a su mujer. Además, dictó una orden de alejamiento y la prohibición de comunicarse con la víctima por cualquier medio.
Uno de los documentos que se hallaron entre los archivos digitales intervenidos se encontraba un contrato de sumisión entre la pareja que incluía un apartado llamado 'Las diez leyes de una esclava'.
El segundo punto del texto decía lo siguiente. "Declaro mi voluntad de ser usada para parir, criar y educar futuros esclavos y esclavas sexuales quedando a disposición para cuando mi Dueño decida sobre este asunto". Los condenados afirmaron en el juicio que se trataba de "pura literatura".
Según aclaró la Consejería de Igualdad y Políticas Inclusivas en aquel momento, la pareja acusada de abusos sexuales no constaba en ningún registro de familias acogedoras, lo que indica que tenían algún tipo de relación con los padres biológicos de la menor. La responsable de la conselleria era la exvicepresidenta Mónica Oltra.
Por su parte, Compromís emitió un comunicado para expresar "la más absoluta condena" por los delitos cometidos por el exedil y su pareja, y matizó que ambos ya no se encontraban afiliados a ninguna organización perteneciente a la coalición.
No obstante, en las elecciones municipales de 2019, poco antes de las detenciones, el acusado figuraba como número dos de la lista de Alfafar y su mujer en el puesto tres. El partido solo obtuvo un concejal, por lo que ambos se quedaron fuera de la corporación.
El abogado de la acusación particular explicó tras el juicio que la cantidad de material pornográfico que se halló en el domicilio de los acusados "era muy elevada". El matrimonio alegó en el juicio que correspondía a la documentación y elaboración de un reportaje periodístico sobre pornografía infantil.