Condenada a 6 meses de prisión por abrir una clínica e inyectar ácido en los labios sin ser médico
La propietaria de una clínica de Valencia realizaba personalmente los tratamientos sin tener estudios en medicina ni estar colegiada.
13 junio, 2023 11:46Un juzgado de Valencia ha condenado a seis meses de prisión a una mujer por un delito de intrusismo profesional tras abrir una empresa y realizar tratamientos estéticos sin tener una titulación para ello.
La sentencia declara como hechos probados que la condenada, sin antecedentes penales, abrió una clínica de medicina estética en la capital del Turia y "realizó personalmente a los pacientes que acudían a dicha clínica, tratamientos médico-estéticos".
La mujer era la dueña y administradora del centro médico y los tratamientos que realizó consistieron en la "inyección de ácido hialurónico en los labios para el aumento de los mismos".
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Unas "inyecciones que la misma acusada ponía a los pacientes, careciendo de la preceptiva titulación médica que le facultase y habilitase para dicha actividad médica, que solo puede ser ejercida por los profesionales con título universitario en Medicina", según consta en la resolución, dictada el pasado mes de mayo y a la que ha tenido acceso EL ESPAÑOL.
En el proceso judicial ha intervenido el Ilustre Colegio Oficial de Médicos de Valencia como acusación particular tras tener conocimiento de que una persona pinchaba ácido hialurónico sin ser médico.
La institución cuenta con una comisión de intrusismo. El órgano se creó para evitar que nadie sin la cualificación ni titulación suficiente realicen funciones que puedan poner en peligro la salud pública. La acusación del Colegio de Médicos ha sido dirigida por el penalista valenciano Juan Molpeceres.
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La sentencia ha sido dictada por el juzgado de lo Penal 10 de Valencia y la acusada admitió los hechos tras llegar a una conformidad a cambio de una rebaja de la pena.
Al parecer, la propietaria de la clínica realizaba personalmente los tratamientos pese a que tampoco figuraba como "colegiada en Colegio Médico alguno, careciendo igualmente la misma de cualquier titulación sanitaria".
Pese a ello, la condenada anunciaba "tanto en la misma clínica como en las redes sociales y en internet la prestación en dicho centro de este tratamiento médico estético y de servicios médicos".
La mujer también ha sido condenada al pago de las costas procesales, pero evita el ingreso en prisión al quedar la pena suspendida por un plazo de dos años tras admitir los hechos por los que fue investigada. La sentencia es firme y no puede ser recurrida.
"Esta sentencia es un precedente que no sólo protege a los profesionales médicos de todo aquel que usurpa sus funciones, sino sobre todo protege a la ciudadanía", ha manifestado Molpeceres tras hacerse pública la resolución.
En este sentido, el abogado del Colegio de Médicos ha destacado que la resolución establece que "cuando un paciente acude a un profesional va a estar atendido por un facultativo capacitado para la tarea que corresponde, y que va a velar por su salud".
Las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad han intensificado los controles sobre clínicas estéticas administradas y dirigidas por personas sin formación en medicina.
Operados a los 20 años
La población española cada vez se inicia antes en los tratamientos de medicina estética, ya que si hace una década era a la edad de 35 años, en 2022 bajó a los 20, según un informe difundido por la Sociedad Española de Medicina Estética (SEME) que vincula esta mayor demanda entre el perfil más joven a la influencia de las redes sociales.
El pasado mes de febrero, la Policía Nacional detuvo a tres personas que trabajaban en una clínica estética de Marbella, en la provincia de Málaga, y que, supuestamente, habían estado realizando tratamientos de forma "irresponsable, careciendo de cualificación específica y usando medios irregulares".
En este caso los detenidos causaron "lesiones, algunas de ellas graves, al menos a una decena de personas".
En concreto, según informó la Policía Nacional, hay al menos una decena de personas a las que habrían causado secuelas físicas y estéticas por una supuesta mala praxis profesional.
A los arrestados se les investigó por los delitos de lesiones, intrusismo profesional, salud pública, estafa, apropiación indebida y falsedad documental.