Pedro Sánchez mejoró con creces este 23-J el resultado cosechado por Ximo Puig el 28-M. Paradójicamente, el castigo a la gestión nacional solo se produjo en las elecciones autonómicas. En las generales resistió por el temor a una reproducción nacional de los pactos entre PP y Vox. Su electorado se movilizó.
Los socialistas obtuvieron este domingo el 32,12% de los votos en la autonomía, un total de 845.159. El pasado 28 de mayo el porcentaje fue del 27,35%, y los sufragios recabados, 708.142. La diferencia es notable: casi cinco puntos (4,77) y cerca de 140.000 votos más (137.017) en menos de dos meses.
Por su parte, Alberto Núñez Feijóo clavó este domingo en la Comunidad Valenciana el resultado electoral que llevó a Carlos Mazón a la presidencia de la Generalitat. El porcentaje que logró el líder nacional del PP fue del 34,9%, con un total de 918.415 votos. El del autonómico, del 35,3% con 881.893 sufragios. La participación en las generales fue superior: del 73,59% frente al 70,3% del 28-M.
El Partido Popular, con 13 diputados valencianos, se ha colocado como fuerza más votada en la región, ya sin la competencia de Ciudadanos y a costa de Vox, que se deja dos diputados por el camino.
Los socialistas, por su parte, han resistido la 'embestida' que se auguraba del PP. De hecho, han mejorado los resultados que obtuvieron hace cuatro años, con más de 829.000 votos (el 32%) y 11 diputados, uno más.
Mientras, Compromís-Sumar debuta en el escenario político autonómico con cuatro escaños, una cifra que entraba dentro de las previsiones -las más optimistas hablaban de cinco- y que no supera la cosecha que recogió Podemos (4) y Més Compromís (1).
No obstante, la plataforma en torno a la vicepresidenta de Yolanda Díaz irrumpe con una importante presencia tras configurarse en un tiempo récord por la sorpresiva convocatoria de elecciones y los obstáculos en las negociaciones con Podemos.
Cabe recordar que en 2019 el bloque de la derecha acudió más fragmentado, puesto que en aquellas elecciones Ciudadanos obtuvo dos diputados y Vox, 7.
La formación de Santiago Abascal -que acaba de entrar en el nuevo gobierno de la Generalitat tras llegar a un acuerdo con el PP- es la que más representación pierde en las urnas valencianas, en consonancia a lo sucedido en el resto de España, aunque se mantiene como tercera fuerza.
Por provincias
En clave provincial, en Valencia el PP ocupa la cabeza -6 diputados, aumenta 2 respecto a 2019-; el PSOE recolecta 5 (crece uno); Compromís-Sumar es en esta demarcación tercera fuerza (3 escaños) y Vox se queda con un escaño (uno menos).
En Alicante, el reparto es el siguiente: PP logra 5 escaños (sube 2); PSOE se mantiene 4; Vox pasa de 3 a 2 y Compromís-Sumar saca en un diputado por esta provincia.
Finalmente, en Castellón el bipartidismo tradicional empata -PP y PSOE atesoran dos escaños, en el caso de los populares ganan 1-; y Vox mantiene su escaño. La asociación de Compromís y la plataforma de Yolanda Díaz no logra representación.