El alcalde de Valencia, Joan Ribó (Compromís), despidió hace 15 días al jefe de sus escoltas y a su hijo, que también formaba parte del equipo de Policías Locales que se encarga de la seguridad de la máxima autoridad municipal.
Y entre los motivos que han llevado al primer edil a tomar esta decisión se encuentra una circunstancia peculiar. Esta persona, de la hasta ahora estrecha confianza de Ribó, se encargó de la seguridad de la vicealcaldesa de Madrid, Begoña Villacís (Ciudadanos) en su reciente visita a Valencia el 5 de marzo.
Se trata de una tarea muy poco habitual para el máximo responsable de la seguridad del alcalde. Su equipo opera de forma independiente y a las órdenes de Alcaldía, no de la Concejalía de Policía. Su participación en este evento es un misterio que el Ayuntamiento no resolvió este jueves.
La destitución la reveló el diario Levante-EMV, y la enmarcó en la "pérdida de confianza" por parte de Ribó hacia los profesionales. El alcalde se pronunció después al respecto, pero navegó en lugares comunes ante las preguntas formuladas por los medios de comunicación.
Seis años juntos
"Han estado ya seis años conmigo y yo creo que es un periodo suficiente para cambiar. No hay más motivo concreto, estos equipos suelen cambiar", afirmó el propio dirigente. ¿Ha sido por encargarse de la seguridad de Begoña Villacís? ¿Ha tenido algo que ver esta circunstancia? "El cambio está dentro de la normalidad", insistían fuentes de su departamento, sin confirmar ni desmentir este extremo.
Integrantes de la comitiva que acompañó a Villacís en su visita a Valencia confirmaron a EL ESPAÑOL que el hasta ahora jefe de los escoltas de Ribó participó en las labores de seguridad. El agente reconoció y saludó a algunos de los miembros de Ciudadanos que acudieron. "Todos interpretamos que se le había encargado esa tarea. Es lógico que la Policía vele por la seguridad cuando se produce la visita a la ciudad de una personalidad", subrayaron.
¿Pero fue realmente así? ¿Le encargó la Policía esta labor al escolta del alcalde? Ni Alcaldía (Compromís) ni la Concejalía de Policía Local (PSPV-PSOE) precisaron este jueves que así fuera. ¿Pudo acudir voluntariamente o incluso asumir esta función a título particular?
Esa es la gran incógnita que ni el propio escolta quiso despejar. Preguntado al respecto a través de CCOO-PV, sindicato al que pertenece, rehusó a ofrecer su versión sobre la destitución, que lo devuelve a sus responsabilidades anteriores a 2015 como Policía Local. Entonces fue elegido por afinidad. Entre otras cosas, por su pertenencia a la organización sindical.
La suspicacia
Ante la falta de respuestas por parte de los protagonistas, cundió este jueves la suspicacia sobre los hechos entre el personal del Ayuntamiento. Algunos aseguraban que quiso ser él el responsable de la seguridad de Villacís. Otros se aventuraban a decir que prestaba, de forma paralela a su función oficial, servicios de seguridad privada.
La rumorología alcanzó relatos dignos de la gran pantalla. El más rocambolesco aseguraba que el escolta fue despedido realmente porque Alcaldía descubrió una libreta con anotaciones sobre los movimientos de Joan Ribó. Esta posibilidad sí fue desmentida de forma tajante y proactiva por parte de Alcaldía.
"Parece que no se fiaban de su discreción", apuntaron discursos menos cinematográficos. La incertidumbre fue rellenada con todo tipo de razonamientos: "No gustó que incorporara a su hijo al equipo". "Pasaba dietas excesivas". "Utilizaba el coche oficial fuera del horario".
En cualquier caso, sean o no ciertos estos razonamientos, sí es un hecho contrastado que la destitución del escolta se produce justo después de que el agente aparcara un día su estricta responsabilidad para encargarse de la de Begoña Villacís.