La falta de una licencia de obra del Ayuntamiento de Valencia, pendiente desde hace al menos 12 meses, mantiene parada durante año y medio una máquina puntera donada por el empresario Amancio Ortega al Hospital Clínico de la ciudad. El artilugio está valorado en 3,5 millones de euros.
Se trata de la denominada Leksell Gamma Knife, "uno de los equipos más potentes en radiocirugía intracraneal, de mayor precisión y seguridad a nivel mundial", según explicó la Conselleria de Sanidad cuando anunció su llegada a Valencia en diciembre de 2019.
Este mismo departamento autonómico, liderado por la socialista Ana Barceló, es quien ahora lamenta el retraso en la puesta en marcha del sistema por falta de la preceptiva licencia municipal para su instalación, solicitada hace un año a la concejalía de Desarrollo Urbano que controla la también socialista Sandra Gomez, vicealcaldesa de la ciudad.
Así lo confirman fuentes de Sanidad a EL ESPAÑOL tras la información avanzada este martes por el diario Las Provincias. El área de Infraestructuras Sanitarias de Alta Tecnología e Inversiones explica que ya ha contratado a la empresa encargada de su instalación, pero que las obras todavía no han comenzado por la carencia del permiso.
El consistorio que lidera Joan Ribó (Compromís), doce meses después de la presentación del proyecto, al fin abordó la actuación durante los últimos días. Pero ha planteado reparos técnicos que ahora deberán ser modificados para la instalación de la herramienta, según Sanidad.
Primera en hospital público
La Generalitat Valenciana anunció en diciembre de 2019 que la Leksell Gamma Knife iba a ser la primera instalada en un hospital público de España. "Va a suponer para los pacientes de la Comunidad Valenciana una mejora de su calidad de vida, y va a ofrecer una mayor supervivencia en el tratamiento de determinadas enfermedades. El equipo permite tratar entre 500 y 1.000 pacientes al año", detalló.
"La Comunidad Valenciana se convierte en pionera a nivel nacional en cuanto a radiocirugía y se sitúa a la vanguardia de la alta tecnología en cuanto al tratamiento del cáncer, ya que únicamente hay 350 unidades de Gamma Knife instaladas en diferentes países del mundo, como EEUU, Europa y Asia", presumió.
El equipamiento se caracteriza por una mejora considerable de la precisión (0,4 mm), que permite abordar solo el objetivo de la intervención sin afectar el tejido sano cerebral.
En concreto, permite tratar tumores malignos, tumores benignos, malformaciones arteriovenosas y también indicaciones funcionales (neuralgia de trigemio, parkinson, epilepsia, etc). Sin embargo, la puesta en marcha de este sistema acumula ya 18 meses de retraso desde el anuncio oficial.