Valencia

Más de 2.300 alumnos valencianos de quinto y sexto de primaria participan en una controvertida actividad impulsada por el Ayuntamiento de Valencia. Tiene lugar en el marco de la semana de la movilidad y consiste en salir a la calle para imponer "multas morales" a "los adultos que no respetan el derecho de los peatones". La web del consistorio expone que el objetivo de estas multas es "hacer partícipe al alumnado del proceso de cambio de paradigma de movilidad en la ciudad, pasando el protagonismo de los coches a las personas".

El Ayuntamiento que lidera Joan Ribó (Compromís), toma esta iniciativa del pedagogo italiano Francesco Tonucci. Forma parte de su proyecto "La ciudad de los niños", cuyo propósito es "desarrollar actitudes de tolerancia y respeto a la movilidad, así como hacer reflexionar al alumnado del cambio de paradigma", según detalló este lunes la concejalía de Movilidad del concejal Giuseppe Grezzi (Compromís). "Se le hace conocedor (al niño) de las herramientas civiles con las que manifestar su desacuerdo y reivindicar sus propios derechos", indicó el edil.

El propio Grezzi acompañó este lunes al alumnado del colegio CEIP Raquel Payà de Valencia, en el barrio de Tres Forques, a realizar la actividad. Allí destacó "la necesidad de hacer un diseño urbano y de movilidad sin excluir a los y las más jóvenes". "Si recuperan el espacio que les corresponde en la vía pública, que en el último siglo le fueron arrebatando paulatinamente los vehículos de motor, las ciudades volverán a ser seguras y amables no solo para las personas más pequeñas, sino también para las más mayores y el resto de la sociedad", afirmó citando a Tonucci.

La concejalía no precisó las conductas exactas que están siendo multadas por los escolares de los 31 colegios que participan este año en la iniciativa. "Pueden poner multas morales a los coches subidos en la acera", planteó el propio Tonucci en una entrevista reciente.

El ayuntamiento, en la información sobre la iniciativa disponible en su web, sí expone que las multas persiguen "protestar contra los adultos que no respetan el derecho de los peatones" y reivindicar el derecho de los niños "a utilizar las aceras y los pasos de peatones sin obstáculos". "No son para sancionar una infracción cualquiera del código de circulación, eso es trabajo de la Policía", aclara la administración.

El concejal Giuseppe Grezzi (izquierda) acompaña a un grupo de alumnos que impone las "multas morales". EE

La iniciativa tiene lugar desde el año 2018, según precisó este lunes el departamento. "Ofertada por el servicio de Movilidad Sostenible del Ayuntamiento de Valencia, la actividad está consolidando año tras año su crecimiento: en 2018 se alcanzaron las casi 800 personas participantes, fueron casi 2.000 en 2019; y este año han sido 2.320", detallaron.

El Ayuntamiento de Valencia tiene en las políticas de movilidad una de sus banderas políticas. El consistorio de Joan Ribó, con Giuseppe Grezzi al frente del área de Movilidad y en sintonía con la vicealcaldesa socialista, Sandra Gómez, ha restringido el tráfico privado de vehículos en espacios emblemáticos de la ciudad como la Plaza del Ayuntamiento o la calle Colón, la principal arteria comercial de la capital valenciana.

Este mismo lunes los socialistas anunciaron su intención de transformar la Avenida Ausiàs March, uno de los principales accesos al centro desde el sur de la ciudad, en un bulevar con solo 6 carriles para el tráfico rodado, la mitad que en la actualidad. Recientemente también anunciaron la conversión de Guillem de Castro, calle que rodea el núcleo urbano de la ciudad, en un bulevar peatonal con solo un carril para el coche privado.

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