El Ayuntamiento de Valencia ignora las advertencias del Gobierno de España y sigue incrementando su número de contratos menores, aquellos de menos de 15.000 euros sin IVA (40.000 en el caso de las obras) que no requieren un proceso de concurrencia pública y permiten a la administración elegir a dedo al adjudicatario.
En concreto, el número de contratos entre el 1 de enero y el 20 de octubre de 2022 ascendió a 1.587, un 32% por encima de los 1.203 del mismo periodo del año anterior. En euros, el total asciende este ejercicio a 9,2 millones frente a los 8 de 2021, un 15% más.
Así se desprende de los datos de contratación publicados por el propio Ayuntamiento de Joan Ribó (Compromís) en el portal de transparencia municipal. Los mismos han sido recopilados por parte de Ciudadanos, que advierte de que tal circunstancia se produce a pesar de la advertencia realizada al consistorio por parte del Estado.
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En concreto, fue la Oficina Independiente de Regulación y Supervisión de la Contratación (Oirescon), dependiente del Ministerio de Hacienda del Gobierno de España, quien afeó el abuso del contrato menor por parte del Ayuntamiento de Valencia en su Informe Anual de Supervisión de la Contratación Pública de 2021.
El mismo reflejaba que, por lo que respecta al Ayuntamiento de Valencia, el 80,13% de todos los contratos adjudicados en 2021 fueron menores, frente al 73,73% registrado por Málaga o el 70% de Barcelona.
En comparación con estas mismas ciudades, que fueron las otras dos grandes capitales analizadas por el organismo, Valencia destinó el 14,71% de su presupuesto base de licitaciones a los contratos menores, frente al 5,91% de Málaga y el 4,69% de Barcelona.
A su vez, el mencionado informe cuestionó que el Ayuntamiento de Valencia, pese a imponerse el requisito de solicitar 3 ofertas distintas antes de adjudicar un contrato menor, no realizó esta práctica en el 36,84% de los casos. Y también detectó indicios de fraccionamiento de contratos para encajar las licitaciones en los importes de un menor en el 47,37% de los contratos menores suscritos.
"No hay nada irregular"
Preguntadas al respecto por EL ESPAÑOL, las fuentes del Ayuntamiento de Valencia consultadas se aferraron a que los contratos menores son legales. Replicaron que "no hay nada irregular" en el uso de este tipo de contratación, y que, de hecho, "ningún organismo ha dicho que se haya cometido ninguna irregularidad".
En cambio, para el portavoz de Ciudadanos en el Ayuntamiento de Valencia, Fernando Giner, tal escenario supone "una clara contradicción, porque Ribó llegó diciendo que iba a ser el alcalde más transparente de la historia, y al final ha acabado siendo señalado por su abuso de la figura del contrato menor".
"Es una figura es mucho más laxa que otros procesos de contratación pública, y que, por ende, permite menos mecanismos de control y fiscalización. Entendemos que la rapidez de este tipo de contratos es, en algunos casos, deseable, e incluso necesaria, pero lo que no puede hacer el gobierno de Ribó es usarla a discreción solo para librarse de los mecanismos de control", criticó Giner.
"Y esto no lo digo yo, lo dice el propio informe: el 47% de los contratos menores que el gobierno de Ribó adjudicó en 2021 fueron fraccionamiento de contratos", agregó. "Es decir, que trocearon contratos más grandes en unos cuantos más pequeños para poder adjudicarlos rápidamente y sin los rígidos mecanismos de control que tendría una adjudicación mayor", agregó.
Ante el incremento de esta práctica según las cifras de lo que va de año, Giner lamenta que el alcalde de Valencia "no solo ha hecho oídos sordos a la recomendación, sino que además ha ido a peor". "Hasta octubre de 2022 lleva más contratos menores adjudicados que en el mismo periodo del año anterior. Y si ya nos llamaron la atención entonces, ¿en qué lugar vamos a acabar ahora?", se preguntó.
Uno de los contratos menores más llamativos realizados por el consistorio de Joan Ribó fue el del proyecto para la peatonalización provisional de la Plaza del Ayuntamiento de Valencia. El mismo, tal y como informó EL ESPAÑOL, fue adjudicado a dedo a la hijastra de un asesor del propio alcalde.
También llamativos fueron los de la cabalgata de Reyes de 2021, polémica por las aglomeraciones que generó en plena pandemia. En la misma, el Ayuntamiento gastó 40.000 euros, pero divididos en distintos contratos menores. Además, uno de los de mayor cuantía se lo llevó un militante de Compromís, que compitió en el proceso con una SL inexistente y con un amigo del concejal.
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