El 9 de febrero fue el día más duro del IES Juan de la Cierva de Totana. Dos de sus alumnos fueron los protagonistas de un crimen machista. Johan, estudiante de Bachiller, apuñaló 57 veces a Claudia, alumna de Formación Profesional Básica, como supuesta venganza por romper el noviazgo. El asesinato fue un mazazo para la comunidad educativa de este centro que, de inmediato, informó al inspector de zona para que interviniese la Consejería de Educación.
Pasados 51 días de aquella llamada, el director del IES Juan de la Cierva, Juan Francisco Otálora, denuncia la "insensible" respuesta recibida por parte del departamento que dirige la diputada de Vox Mabel Campuzano, para gestionar el terrible duelo que causó entre el alumnado este caso de violencia de género. "Lo lógico es que la señora consejera se hubiese movilizado, pero no hizo nada, ni siquiera nos llamó por teléfono", critica el director, sin paños calientes.
No es habitual que un funcionario hable en esos términos de la máxima responsable del departamento del que depende su puestro de trabajo, pero Juan Francisco Otálora, tras 38 años ejerciendo la docencia, ha decidido denunciar públicamente que este instituto ha gestionado sin la ayuda de la Consejería de Educación, "el trauma" que ha supuesto este crimen machista para alumnos y profesores. "Más de 300 estudiantes de los 1.100 que tenemos, es decir, un tercio del alumnado, nos pidió atención psicológica, pero la Consejería no ha aportado ningún recurso".
- ¿Cuál es el protocolo a seguir en un instituto cuando se produce un caso de violencia de género con una víctima mortal?
- Juan Francisco Otálora: Mire, no lo sé, porque en mi carrera nunca he vivido una situación así. Yo sé que hice lo que establece el protocolo: llamar al inspector de zona cuando se produce un incidente grave o un delito en un centro para que lo sepa la Consejería de Educación. Creo que el protocolo que debería haber seguido la Consejería es el mismo que puso en práctica cuando salió en tromba a poner todos los recursos de atención psicológica para un colegio del Opus Dei, donde un alumno apuñaló a un profesor.
El 16 de febrero, cuando un alumno de segundo de la ESO, de 13 años, acuchilló a un profesor del Colegio Monteagudo-Nelva de Murcia, un centro segregado por sexos, desde el departamento de Mabel Campuzano se activó el protocolo de agresiones y el servicio de psicólogos contactó con los padres del menor. Esta reacción inmediata de la Consejería contrasta con el caso de Claudia, una menor de edad, de ascendencia ecuatoriana, estudiante del instituto público Juan de la Cierva, que apareció asesinada en un trastero el 9 de febrero, pero que no motivó una respuesta de la Consejería para prestar atención psicológica hasta pasadas 48 horas.
"La Unidad Terapéutica de Educación no nos llamó hasta el 11 de febrero", tal y como precisa el director tras consultar los registros telefónicos del centro.
- ¿Qué recursos pusieron a su alcance desde el departamento que dirige la diputada de extrema derecha?
- Juan Francisco Otálora: No ha hecho nada. La Unidad Terapéutica de Educación nos preguntó si necesitábamos algo y nuestra orientadora les pidió una intervención con charlas para el alumnado y ya no volvimos a saber nada de ellos. Hasta el 16 de febrero no tuvimos una reunión con dos miembros del Observatorio de la Convivencia y tampoco volvimos a saber nada de ellos.
Por aquel entonces, ya hacía días que este centro de Secundaria se había buscado una alternativa porque no había tiempo que perder: "La comunidad del instituto Juan de la Cierva estaba sufriendo, muchos profesores y alumnos estaban tocados". De un lado, estaba el duelo de los compañeros de clase y amigos de Claudia, una chica, de solo 17 años. Y de otro, los compañeros y amigos de Johan, tenían que encajar que ese chico estudioso, de 19 años, había matado a su exnovia. Todo ello, sin olvidar el contexto en el que supuestamente se produjo el crimen machista: Claudia rompió con Johan para acabar con una relación tóxica.
Por delante, para los adolescentes, había mucha terapia emocional y enseñanzas sobre relaciones sentimentales y violencia de género. "Contactamos con Ana Peinado, una psicóloga que conocemos porque ha dado charlas en el centro y ha impartido cursos de formación al profesorado", resume este docente de Lengua y Literatura, que dirige el centro desde hace siete años. De modo que la citada profesional, hace un mes, inició un programa con la Asociación Española de EMDR en el que se han implicado catorce psicólogas y donde se han impartido talleres de psicoeducación para más de 300 alumnos del IES Juan de la Cierva.
"Los treinta alumnos que estaban más afectados han recibido una atención especial y este fin de semana acudieron al centro para seguir con la terapia". Una vez que el instituto ha culminado el proceso terapéutico con el alumnado, el director ha decidido denunciar públicamente que lo han hecho "sin ningún recurso" de la Administración regional, con el objetivo de que esta situación no se repita en otro centro. El duro discurso del docente contra la consejera de extrema derecha, deja entrever su pasado en el Ayuntamiento de Totana, como concejal del PSOE.
-¿Usted achaca la gestión que ha llevado la Consejería de Educación de este crimen machista a una cuestión relacionada con el hecho de que Vox no reconoce la violencia de género?
- La Consejería de Educación ha sido totalmente insensible. Al margen de la ideología y de los postulados políticos de la consejera Mabel Campuzano, se debería haber atendido al alumnado y al profesorado. Y lo mismo digo para aquellos cargos políticos de la Consejería de Educación que sean del Partido Popular. A este centro no ha venido ni la consejera ni uno solo de sus directores generales, ni hemos recibido una sola comunicación oficial, ni tan siquiera un correo electrónico para interesarse.
- ¿Tiene miedo de ser expedientado por pronunciarse así contra la Consejería de Educación y su titular?
- Juan Francisco Otálora: ¿Por qué me van a sancionar? ¿Por decir lo que pienso? Solo me podrían sancionar por hacer una dejación de mi trabajo y no lo estoy haciendo, lo que he hecho ha sido suplir la falta de recursos en una situación extraordinaria como esta. Esto que hago es una denuncia por su incapacidad de gestión. Me hice docente porque creo en la educación como motor del cambio del mundo, de las mentes y de los corazones.