La semana pasada sonó el móvil de Rubén, el guardia civil, el pastor evangelista, y sobre todo, el ciudadano activista que lo ha dado todo para que tenga consecuencias, judiciales y legislativas, la muerte de su hermana, Sara Gómez, a raíz de una lipoescultura.
La persona que estaba al otro lado del teléfono era un cargo electo de Vox y el objetivo de la llamada era fichar a Rubén para la lista de las próximas elecciones municipales y autonómicas que se celebrarán en Murcia mayo de 2023.
"Me ofrecieron ir en los primeros puestos de la lista de Vox en Alcantarilla", tal y como confirma Rubén a EL ESPAÑOL. Al partido de Santiago Abascal no se le escapa que el hermano de la difunta Sara ha adquirido una gran dimensión pública desde que esta madre de dos hijos ingresó en una UCI, el 2 de diciembre de 2021, como consecuencia de las lesiones que sufrió por una lipoescultura practicada por un cirujano cardiovascular sin la especialidad de Cirugía Plástica, Reparadora y Estética.
Rubén fue una de las voces que movió la indignación de la sociedad española mientras su hermana se debatía entre la vida y la muerte, promoviendo concentraciones en Murcia, Cartagena y Alcantarilla. Precisamente, en la localidad alcantarillera, cuyo Ayuntamiento es el quinto de mayor peso de la comunidad murciana, es donde reside la familia de Sara y para el que Vox le ha propuesto a Rubén dar el salto a la política.
La respuesta que ha recibido el partido de Abascal por parte de este guardia civil y pastor evangelista ha sido un sonoro portazo. "No puedo defender ni apoyar a quien en el peor momento de nuestras vidas nos dio la espalda: sería ser falso y cínico", tal y como zanja este padre de familia, que no olvida que Vox fue el único que se abstuvo en la Cámara Baja en septiembre, cuando se aprobó una norma histórica para la sanidad española: la Proposición no de Ley sobre cirugía estética y lucha contra el intrusismo y las pseudociencias -conocida como 'ley Sara'-.
"Nos mintieron y nos fallaron porque fueron los únicos en abstenerse en una ley sin carga ideológica", según recuerda Rubén, en alusión al vaivén que experimentó el voto de Vox entre la Asamblea Regional y el Congreso de los Diputados.
En Murcia, todos los diputados -incluidos los de Vox- respaldaron una moción solicitando al Gobierno una norma contra el intrusismo profesional y que regulase el vacío legal de las clínicas de estética, pero cuando la Ley Sara llegó a Madrid, los de Abascal se abstuvieron y privaron a esta familia de un reconocimiento unánime a su trabajo.
"Nosotros iniciamos una lucha legislativa para traer seguridad y salvar vidas, y por eso, en vez de hacer duelo y llorar por Sara, nos reunimos con todos los partidos políticos y las autoridades sanitarias para buscar el consenso", tal y como reflexiona este guardia civil, que durante meses ha alternado el activismo de pancarta con el traje y corbata. De un lado, para lograr ante el Poder Judicial una condena ejemplar por homicidio por imprudencia para el cirujano que practicó la lipoescultura a su hermana, y de otro, buscando el apoyo de diputados autonómicos y estatales de todos los colores para que su muerte tuviera consecuencias en el Poder Legislativo.
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"Teníamos el sí de todos, pero al llegar al Congreso, Vox se abstuvo, al contrario de lo que hizo en Murcia: espero que recuerden que si alguno de ellos piensa hacerse alguna operación, hoy habrá más transparencia y seguridad, y en parte se debe a la lucha que hicimos tras la muerte de mi hermana".
Los factores de la negativa
En la negativa de Rubén a Vox ha pesado más aquella votación, que la afinidad que en su momento tuvo como simpatizante del partido de Santiago Abascal, debido a que sus fuertes convicciones religiosas estaban más próximas a algunas de sus políticas de familia.
Pero ahora todo ha cambiado. "La política es mucho más que la bandera y el himno de España: son muchas las luchas", tal y como admite Rubén, después de pelear por la 'ley Sara' durante muchos meses, en ocasiones, plagados de sinsabores que le llegaban desde la política municipal.
"El Ayuntamiento de Alcantarilla no fue capaz de emitir una nota de condolencias cuando murió mi hermana, ni colocó la bandera a media asta, ni decretó un día de luto oficial, a pesar de la repercusión del caso", se lamenta, sobre el poco tacto que tuvo con su familia el PP de la localidad alcantarillera.
"También boicotearon el evento que en mayo le estábamos preparando a Sara para rendirle un homenaje: siempre que le hemos pedido ayuda al Ayuntamiento, no la hemos obtenido".
Pero Rubén no es un hombre vengativo y en mayo de 2023 no irá en puestos altos de la lista de Vox en Alcantarilla para tomarse la revancha con los populares de la localidad porque no cambiaría por nada su profesión. "No me interesa la política, soy hijo de guardia civil, era mi sueño y volvería a serlo. Me siento orgulloso de ello. Mi trabajo me apasiona porque ya sirvo cada día al ciudadano".