En una larga jornada de reflexión en la sede de la calle Ferraz, la decisión por parte de los barones socialistas ha sido unánime. Los líderes regionales del partido cierran filas adoptando la decisión de votar con un rotundo no a la investidura de Mariano Rajoy, castigando así la pasividad del Presidente del Gobierno en funciones durante las últimas semanas y lo ocurrido en la efímera pasada legislatura, cuando Pedro Sánchez era el candidato y se topó con la negativa de Rajoy.
Los barones del PSOE con poder autonómico evitaron seguir la senda marcada por otros líderes territoriales como Miquel Iceta y Francina Armengol. Page, Vara o Lambán recalcaron la idea de que ha de ser el líder del Partido Popular, y no el PSOE, quien tome la iniciativa en la formación de una mayoría de gobierno. Y no hablaron de Sánchez como hipotético presidenciable si se estrella Rajoy.
No a terceras elecciones
La decisión que adoptará el Comité Federal de este sábado ha sido asumida por todos. De ese modo, el PSOE no está por la labor de ponerle las cosas fáciles a los populares. Por la mañana, el presidente de la Junta de Castilla La Mancha, Emiliano García-Page, incidió en esa idea: para García-Page que el PP trate de contar con el PSOE es el camino fácil. Nadie quiere unas terceras elecciones, aseguró, pero la tarea de evitarlas es responsabilidad del propio Rajoy.
Sin embargo, el prolongado silencio de Sánchez, al que sólo se le ha visto en la playa de Mojácar gracias a Twitter, y mensajes a favor de la abstención como el del ex presidente Felipe González ponían en tela de juicio la unanimidad de esa decisión. Uno de los que había manifestado su opinión al respecto, sugiriendo que el PSOE debía de hacerse a un lado, fue el presidente de Extremadura. Pocos días después de las elecciones del 26-J, Guillermo Fernández Vara aseguraba que él contemplaba “una mínima abstención a última hora” por parte de los socialistas.
Su comparecencia se aguardaba con expectación por la tarde. El presidente extremeño recalcó la idea de castigar con el no a Rajoy. “Los ciudadanos nos han dicho con su voto que nos vayamos a la oposición”, argumentó. Vara le reprochó al Presidente del Gobierno en funciones su actitud en las últimas semanas, aunque dejó entrever que la puerta no estaba cerrada por completo a esa abstención a última hora que reclamó hace poco más de una semana. “Todo puede ser”, deslizó.
Uno tras otro, todos los líderes fueron ratificando esa postura general tras la cual el PSOE trata de rearmarse. Javier Lambán, presidente de Aragón, lamentó que los socialistas hayan perdido la mitad de sus votos en cuatro años, pero explicó que tan solo es un indicio de la voluntad de los ciudadanos. “Nos corresponde marcharnos a la oposición”. Lambán también criticó con dureza la inactividad del líder de los populares: “El señor Rajoy debe dejar de estar en la Moncloa haciendo footing por la mañana y fumando puros por la tarde y lo que debe hacer, por una vez en su vida, es trabajar con sus interlocutores naturales, los partidos de la derecha”.
Díaz guarda silencio
Susana Díaz entró en Ferraz sin apenas hacer declaraciones. La presidenta de la Junta de Andalucía se limitó a apuntar que su opinión ya es de sobra conocida: no a Rajoy, pero el partido en la oposición. Díaz dijo que le resultaba preciso escuchar la opinión de Pedro Sánchez.
Todos insisten, por tanto, en que el PSOE debe cumplir con el que a su juicio ha sido el mandato de los ciudadanos e ir a la oposición. Ninguno de los altos miembros de la familia socialista ha confirmado ni desmentido una supuesta abstención en la segunda ronda de investidura.