Desde El Congo hasta Madrid para encontrar a Pablo Iglesias

Cuando tratas de perseguir un sueño, desaparecen las fronteras. Por eso Roy Vainsly (Brazzaville, República del Congo, 1988) decidió que iba a llegar a España para conocer al líder de Podemos, Pablo Iglesias. Su objetivo: contarle "cuánto está sufriendo El Congo" para que lo transmita en el Parlamento europeo. "Conocimos quién era a través de la televisión y Facebook", cuenta. 

Roy no ha viajado solo. A su lado, el camerunés Theodore Dourme traduce al castellano todo lo que Roy quiere expresar. "Somos amigos, nos conocimos en Marruecos antes de pasar", explica este joven de 19 años. "Roy es un gran político", insiste. 

Este jueves, frente al Congreso de los Diputados, EL ESPAÑOL se topa con Roy y Theodore, que esperan a que Iglesias salga del edificio y pueda acercarse a hablar con ellos. "No es por mí, es por los más de 4 millones de habitantes del Congo", apunta Roy. "Necesito un minuto de atención".

Juntos desde el CETI de Ceuta

El lugar desde el que Roy y Theodore emprendieron el viaje a Madrid en busca del líder de Podemos es el Centro de Estancia Temporal de Inmigrantes (CETI) de Ceuta. Allí llegaron en dos momentos distintos y de formas diferentes. Theodore fue el primero. Llegó al CETI el pasado 25 de diciembre saltando la valla que separa Marruecos de Ceuta. Tres meses después, en marzo, Roy logró llegar a tierra española en una patera. "No pude venir en avión porque mi país está muy vigilado y yo formo parte de la oposición al Gobierno", explica Roy.

Fue en esta ciudad, Ceuta, donde Roy comenzó a tener más contacto con la formación morada. En su teléfono móvil guarda con ilusión un vídeo en el que se le ve hablando a un grupo de Podemos en Ceuta. Fuentes de este partido confirman que Roy estuvo con ellos para contarles su situación. Entre los documentos, también cuenta con fotografías suyas posando con los carteles del 26-J. "Era el único negro de Unidos Podemos en Ceuta", dice sonriendo. "Yo he visto cómo Pablo Iglesias habla de los inmigrantes en España", explica. La candidatura Unidos Podemos pegó carteles en la valla de Ceuta -la misma que saltó Theodore- durante la campaña electoral.

A Madrid para encontrar a Iglesias

Roy y Theodore llegaron a Madrid hace una semana con una única motivación: encontrarse con Pablo Iglesias. Y para ello están acudiendo a todos los lugares en los que creen que podría estar. "Hemos ido a la sede de Unidos Podemos pero nos han dicho que no podemos verle", explican. Por eso esperan ante la puerta del Congreso de los Diputados. "Seguro que está ahí dentro", dice Roy esperanzado. 

Roy y Theo esperan ante el Congreso para poder ver a Pablo Iglesias. Samuel de Román

La semana que viene, Roy viajará a París para encontrarse con otros congoleños que están "luchando por lo mismo que yo". "Tengo que ver a Pablo antes de irme, necesito hablar con él", cuenta. Roy cree que Iglesias puede ayudarle además con la formación de un partido político ofreciéndole su asesoramiento. "Podemos tiene solo dos años y ya es una gran fuerza en España, tiene que pasar lo mismo en El Congo", dice. 

La problemática del Congo en Europa

Lo que Roy pretende conseguir con el encuentro con Pablo Iglesias es que el líder de Podemos acuda al Parlamento europeo a "denunciar" la situación del país africano. "Vivimos en una dictadura desde hace muchos años", explica. ¿Por qué Iglesias? "Creo que es el único que puede contar la verdad".

Roy asegura que su papel en Brazzaville, la capital del país, es "ser oposición al Gobierno". Denis Sassou-Nguesso es el actual presidente de la República del Congo. De hecho, Sassou ha liderado el Gobierno durante 32 de los últimos 37 años. El pasado mes de marzo fue reelegido. "Todo el país sabe que se manipula el recuento de los votos", denuncia.

Roy y Theodore, compañeros de viaje, posan ante el Congreso. Samuel de Román

"Queremos democracia", dice Roy. Por eso quiere que la voz de los congoleños se oiga en Europa. "Pablo Iglesias puede ayudarnos y explicar qué ocurre". E insiste: "Solo necesito que me ceda un minuto de atención".