El gobierno valenciano que dirige Ximo Puig (PSPV-PSOE) y Mónica Oltra (Compromís) ha cerrado su primera crisis de gobierno con una remodelación que introduce más altos cargos y crea nuevos esquemas para apagar fuegos como los surgidos en la Consellería de Economía por las malas relaciones entre sus dirigentes.
La remodelación, según ha anunciado este jueves la vicepresidenta y portavoz del Consell, se ha hecho al margen de las intenciones de Podemos para entrar en el Ejecutivo. “Esto es especular sobre un futurible que no sé hasta qué punto es posible, esta era una remodelación necesaria, si se tiene que producir en el futuro (la entrada en el gobierno) se hará cuando se tenga que hacer”, ha dicho.
La crisis se ha zanjado con cuatro altos cargos más en la estructura de la Generalitat Valenciana. El Pacto del Botánico, el acuerdo entre socialistas, Compromís y Podemos para formar gobierno, recoge entre sus premisas la “reducción de los gastos superfluos (altos cargos, coches oficiales, etc.)”. De hecho, en las negociaciones se puso como tope el número de altos cargos del Ejecutivo del PP y se aprobó un número ligeramente inferior de estos puestos. Las cuatro nuevas incorporaciones han roto esta barrera de forma que el Ejecutivo tiene más secretarios autonómicos y directores generales que en el último gobierno del Alberto Fabra.
Desde Podemos y los partidos del gobierno recuerdan que este texto está pendiente de ser revisado y que esa premisa ha quedado caduca. Mónica Oltra ya venía lamentando que se habían encontrado una administración “raquítica” que había que ampliar, incluso en altos cargos. Desde el gobierno valenciano apuntan no obstante que la mayor reducción se hizo -y se mantiene- con respecto a los asesores.
Tres ejes "débiles"
Los cambios realizados en el segundo y tercer escalón tienen como objetivo, en palabras de Oltra, reforzar tres aspectos que consideran débiles o abandonados. Así, se han creado puestos para reforzar la relación con la Unión Europea, abordar un nuevo modelo social y fortalecer los temas de empleo.
Es justamente en el apartado económico donde más voces urgían al cambio. La Consellería de Economía era el epicentro de los problemas del mestizaje político (la combinación de cargos socialistas y nacionalistas en diferentes escalones) con una secretaría autonómica en disputa con el propio conseller y con las relaciones ente los altos cargos fracturadas.
La única secretaría autonómica
Así, se ha cambiado la persona que ocupará la única secretaría autonómica que había hasta ahora y se ha creado una nueva, la secretaría autonómica de ocupación. Este puesto permanecerá vacante hasta septiembre. La portavoz del Consell no ha dado ningún nombre para ocupar este nuevo cargo. Se da la circunstancia de que Podemos había puesto la cartera de empleo, entre otros temas económicos, en el foco de su decisión para entrar o no en el gobierno valenciano.
La reestructuración ha salpicado a otras instituciones como el Ayuntamiento de Valencia y el Congreso de los Diputados porque, entre los nombramientos, está el que era portavoz socialista en el consistorio, Joan Calabuig (que pasará a ser delegado del Consell para la UE), y la diputada María Such, la más joven de la Cámara (ahora directora del Instituto Valenciano de las Mujeres y por la Igualdad de Género). Su puesto lo ocupará el histórico socialista Ciprià Ciscar.