El "fin de la cita" regresa como un boomerang. La expresión nació en el pleno monográfico sobre la trama de Luis Bárcenas celebrada el 1 de agosto de 2013. Mariano Rajoy intercaló estas cuatro palabras cada vez que citaba argumentos esgrimidos por la oposición en casos anteriores de corrupción.
Tres años después y dos elecciones generales de por medio, Rajoy está a un paso de repetir mandato si cierra el acuerdo con Ciudadanos y el PSOE o algún otro partido abre la mano en la investidura. Pero entonces el PP gozaba de mayoría absoluta y quiso enterrar parlamentariamente el caso aquel día de agosto. Ahora Rajoy, con 137 escaños y la única opción de un gobierno en minoría, se enfrenta probablemente a su último mandato, en el que la corrupción del PP será uno de los ejes de la legislatura.
Ciudadanos fijó la comisión del caso Bárcenas como una de sus seis condiciones para negociar un sí a la investidura de Rajoy. Pero el PSOE se adelantó este viernes al partido de Albert Rivera y registró una petición en el Congreso para crear una comisión de investigación sobre la financiación ilegal y las tramas de corrupción que afectan al PP. El PSOE pide que el propio Rajoy, el expresidente de los populares José María Aznar y el extesorero Luis Bárcenas den explicaciones en sede parlamentaria.
Rivera, al PSOE: "Primero la legislatura"
A Rivera no le gustó demasiado el movimiento de los socialistas. El líder de Ciudadanos recordó que sin legislatura no habrá comisión. El PSOE se resiste hasta el momento a dejar gobernar a Rajoy con su abstención, incluso si PP y Ciudadanos se presentan con un acuerdo y 169 escaños al debate de investidura. Pero el portavoz del PSOE en el Congreso, Antonio Hernando, desvinculó la comisión de la investidura.
"Esta comisión no puede depender del sí de Rajoy a Rivera, sino que tiene que depender de la voluntad del Congreso, y hay una voluntad mayoritaria para investigar las responsabilidades políticas de las tramas de corrupción del PP y de su presunta financiación irregular", dijo Hernando.
De hecho, Hernando criticó a Ciudadanos por poner la investigación parlamentaria como requisito para negociar con Rajoy, cuando esta iniciativa puede prosperar sin el apoyo de los populares. Según Hernando, el PSOE, al contrario que C's, "con una mano no va a presentar una comisión de investigación para dilucidar las responsabilidades políticas de Rajoy y con la otra a facilitar su presidencia": "Queremos y vamos a ser coherentes".
Una veintena de comparecientes
La lista de comparacientes registrada por el PSOE incluye una veintena de personas entre cargos y exaltos cargos del PP. Está la secretaria general del PP, María Dolores de Cospedal, Francisco Granados, Ignacio González, Jaume Matas, Ricardo Costa, Carlos Fabra, Juan Cotino, Alberto López Viejo, Jesús Sepúlveda, Alfonso Rus, Joaquín Ripoll y la actual tesorera del PP, Carmen Navarro.
Al PP no le gustó demasiado la iniciativa del principal grupo de la oposición. El vicesecretario de Organización del Partido Popular, Fernando Martínez-Maillo, acusó al PSOE de "empeñarse" en "ir a unas terceras elecciones" generales con sus propuestas parlamentarias "novedosas y originales".
En el pleno monográfico de hace tres años, Rajoy se defendió de los ataques de un Alfredo Pérez Rubalcaba en retirada. El presidente en funciones se encontrará ahora con dos fuerzas emergentes, Podemos y Ciudadanos, que han hecho de la lucha contra la corrupción una de sus banderas.
Entre cita y cita ajena y el consiguiente "fin de la cita", Rajoy dejó una serie de frases que el caso judicial, que discurre en paralelo, ha ido desmontando con el tiempo. Por aquel entonces, el diario El Mundo había publicado los famosos SMS de Rajoy a Bárcenas tras la revelación de la supuesta contabilidad paralela y el pago de sobresueldos en el PP. La jueza ve ahora delito de encubrimiento en el borrado de los ordenadores de Bárcenas.
EL ESPAÑOL reveló en abril que Rajoy conocía la fortuna de Bárcenas un mes antes de sus SMS. Pero en aquel pleno, el presidente en funciones dijo no saber nada. "Di crédito al señor Bárcenas, era una persona de confianza en el partido. Carecía de razones para dudar de su inocencia. Me fié de él y le apoyé. Los hechos se resumen en dos palabras: me equivoqué. Lo lamento, pero fue así. Me equivoqué al mantener la confianza en alguien que ahora sabemos que no la merecía", señaló entonces. "En el PP ni se ha llevado una doble contabilidad ni se oculta ningún delito".