Mariano Rajoy ha recibido el visto bueno de su Comité Ejecutivo Nacional para negociar con Albert Rivera el sí de los 32 diputados de Ciudadanos a su investidura. Sin embargo, el líder del PP no ha desvelado a los suyos cuándo tiene previsto acudir al Parlamento para solicitar su confianza, si es que definitivamente va. De hecho, fuentes internas de la reunión aseguran que en su intervención, a puerta cerrada, el presidente del Gobierno en funciones les ha reconocido que todos deben estar preparados para una "legislatura difícil, en el supuesto de que haya Gobierno".
El líder del PP ha recibido el aval ciego de su partido sin ni siquiera hablar de las seis condiciones que Ciudadanos impuso al PP como paso previo a empezar a negociar. Rajoy tampoco ha dado ninguna pista a sus compañeros sobre cuándo podría ir al Congreso de los Diputados a una sesión de investidura que pondría el reloj hacia las terceras elecciones en marcha. El presidente del Gobierno en funciones sólo ha defendido ante los suyos que él va a continuar buscando los apoyos que necesita para sacar adelante esa hipotética investidura y no descartó las temidas terceras elecciones como la única solución a desatascar la situación si el PSOE sigue enrocado en decir no a su candidatura. "Me gustaría hablar con el señor Sánchez sobre cuál es su criterio sobre la fecha en que debe celebrarse el debate de investidura. Es muy importante conocer la opinión de todos", matizoó.
Rajoy dejó la puerta abierta a si habrá una posible reunión con el secretario general de los socialistas para intentar convencerle de lo importante que es la abstención de su partido. "Si tengo la suerte de que se pueda producir", añadió, se reunirá con Sánchez, aunque no garantizó que él mismo fuera a telefonearle para intentar cerrar ese encuentro lo antes posible. "El gran problema es que con el PP no se quiere negociar", continuó, dejando una vez más la puerta abierta a unas terceras elecciones como la única salida real a esta situación de bloqueo absoluto.
Tras el discurso inicial de Rajoy ante el Comité Ejecutivo, se abrió un turno de réplica. La presidenta de la Comunidad de Madrid, Cristina Cifuentes, tomó la palabra para alabar el acuerdo con C´s, el mismo que ella rubricó en la región autonómica que preside, y pedir a los socialistas que modifiquen su postura. El castellanoleonés Juan Vicente Herrera, uno de los más críticos con Mariano Rajoy, habló sobre el congreso nacional que el líder del PP lleva retrasando más de dos años y que no celebrará antes de que se forme un Gobierno. Juan Vicente Herrera pidió que tiene que servir como un "revulsivo de regeneración" en un momento donde no tocaba hablar de partido, si no de gobernabilidad. También hablaron los demás barones autonómicos, que únicamente tomaron la palabra para brindarle todo su apoyo al líder.
Al Comité Ejecutivo faltaron los miembros del Comité que de una u otra manera están salpicados por la corrupción. A la reunión se ausentaron, entre otros, la valenciana Rita Barberá, el expresidente de la Comunidad de Madrid, Ignacio González y la exconsejera madrileña Lucía Figar.