José Ignacio Wert y Montserrat Gomendio se dieron el 'sí, quiero' el 11 de julio de 2015. Desde entonces, y gracias a que ambos trabajan para la OCDE, viven una vida idílica en París.
El romance entre los dos políticos sigue copando titulares un año después de que pusieran rumbo a la capital francesa. Este martes se ha hecho público que el ministerio de Asuntos Exteriores paga 775.000 euros para el "mantenimiento general" de los locales y la jardinería del edificio donde trabaja el exministro. Para realizar su trabajo ante el organismo internacional, el político conservador cuenta con una nómina mensual de 10.000 euros más gastos de representación y tiene a su disposición dos diplomáticos y once consejeros de varios ministerios.
La pareja de moda durante el ejercicio 2015 en el Partido Popular vive en la lujosa Avenue Foch de París, en un apartamento de 500 metros cuadrados por el que pagan un alquiler de 11.000 euros mensuales. Además, tienen dos personas de servicio que paga el Estado y un coche oficial, con chófer incluido.
El premio de Rajoy a Wert
Montserrat Gomendio era secretaria de Estado de Educación (número dos de Wert) cuando, en abril de 2015, fue fichada por la OCDE como directora adjunta de Educación. Por aquel entonces, el ministerio de Educación, liderado por su ya pareja, insistió en que la designación se había llevado a cabo tras "un riguroso y exigente proceso selectivo en el que participaron prestigiosos candidatos internacionales".
Una vez nombrada, Wert, después de dimitir "por razones personales", pidió al presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, que le trasladase a la capital francesa con la que se convertiría en su mujer en cuestión de meses. Dicho y hecho. El 31 de julio de 2015, dos semanas después de la boda, el Consejo de Ministros decidió que Wert sería el nuevo embajador de España ante la OCDE. Los dos trabajarían juntos en la capital francesa.
Un nombramiento muy criticado
El nombramiento de José Ignacio Wert se interpretó entonces como un premio de Rajoy a su ministro peor valorado, que cargaba con la creación de la LOMCE.
Según el socialista Mario Bedera, el presidente del Gobierno estaba "pagando a los que han traicionado a la Educación". Para IU, esa "gestión nefasta" no podía "ser recompensada con un puesto en los organismos internacionales", explicó Garzón. Desde UPyD, el nombramiento era "algo descarado y poco justificable".
Para la Asociación de Diplomáticos Españoles (ADE), el nombramiento de Wert convertía a la Adminstración en "un sistema de puertas giratorias". La ADE explicó en un comunicado que el caso el nombramiento de José Ignacio Wert era "un ejemplo más" dentro de la serie de personalidades "de los dos partidos mayoritarios que, a lo largo de los últimos años y sin cualidades resaltables para el puesto, son premiados con embajadas como si se tratara de un grupo empresarial que recoloca a sus directivos en consejos de administración".
Los diplomáticos aseguraron que lo de "embajador por amor" debería de ser el título de "una película de Hollywood y no una realidad de la administración española".