Partido Popular y Ciudadanos abordan este miércoles uno de los temas más espinosos de la negociación: el bloque de regeneración democrática. En este apartado, los populares son conscientes de que se pueden producir las fricciones más importantes del proceso, ya que el equipo de Albert Rivera pretende imponerles que la elección de su candidato sea a través de un proceso de primarias. De entrada, el equipo negociador de Rajoy se niega en rotundo a que otro partido les diga cómo se tienen que organizar.
En el receso entre la reunión de la mañana y de la tarde, el vicesecretario de Organización, Fernando Martínez-Maillo, solo hizo una mención a este asunto: "En España, ningún partido tiene primarias de verdad". Es la antesala al "rotundo no" con el que el PP responderá a Ciudadanos cuando sus estrategas planteen esa opción. "En nuestra casa nadie tiene que decir cómo nos organizamos", resume un alto cargo del partido, que recuerda que los conservadores celebrarán un Congreso Nacional cuando se forme Gobierno y será ahí el lugar donde se tenga que abrir ese melón.
Desde Ciudadanos, sin embargo, recuerdan que en el decálogo que su partido firmó con el PP en Madrid para hacer presidenta a Cristina Cifuentes, la conservadora se comprometió a abrir un proceso de primarias para elegir al futuro líder regional. Un paralelismo que sigue sin valer en la séptima planta de Génova, donde nadie cuestiona la decisión del equipo de Rajoy, que rechaza de pleno que Ciudadanos se meta en "cuestiones de funcionamiento interno" del partido.
En el partido de Rivera todavía no se aventuran a predecir qué pasará, pero en privado reconocen que las primarias es uno de los temas a los que Ciudadanos puede renunciar a cambio de obtener otros compromisos, como que el PP dedique parte del presupuesto a poner en marcha el plan de emergencia social que los de Rivera quieren apuntarse como una de las medidas estrella que han conseguido en el acuerdo.