El partido de Artur Mas y Carles Puigdemont, Partit Demôcrata Català, tendrá que buscarse otro nombre si quiere ser incluido en el registro de partidos políticos. La razón es que ya constan otras formaciones con una denominación muy parecida a la presentada ahora por los herederos de Convergencia Demòcratica. El Ministerio del Interior -del que depende el registro- le ha pedido que “subsane” esta cuestión para seguir adelante con su tramitación.
El Departamento que dirige Jorge Fernández Díaz advierte de que “existen otros partidos ya registrados cuya denominación es muy semejante a la que se propone". Se remiten a la Ley de Partidos Políticos, según la cual, “la denominación no podrá coincidir, asemejarse o identificarse, ni siquiera fonéticamente, con la de ningún otro partido previamente inscrito en el Registro”.
Detalla Interior que son “varios” los partidos afectados por la similitud que “se dirigieron al Registro de Partidos Políticos haciendo constar su oposición a que dicha denominación fuese registrada”. Se refiere a los Demòcrates de Catalunya (Demócrates), el Partit Demócrata de Catalunya y la Plataforma Democràtica de Catalunya. La propias siglas presentadas por el nuevo partido (PDCat) también están cogidas por otra formación, dice el Ministerio.
Jurisprudencia del TC
Se remiten también a una sentencia del Tribunal Constitucional de 1986 en la que se indicaba que la denominación de los partidos “está al servicio de una identificación clara y distinta de quien presente la candidatura para que la voluntad política que los sufragios expresen se corresponda, con la mayor fidelidad posible, a la Entidad real de quien a lo largo de la campaña electoral así los recabe”.
Ya cuando los asociados del nuevo partido optaron por la denominación Partit Demòcrata Català, los Demòcrates de Catalunya, una escisión de Unió -su histórico aliado en Convergencia- protestó por lo parecido del nombre. Esta escisión de Unió forma parte de la coalición de gobierno de Junts pel Sí integrada por ERC y la antigua Convergencia.
Fue el pasado mes de julio cuando el Partit Demòcrata Catalá pasó a enterrar a Convergencia Demòcratica, fundada por Jordi Pujol hace más de 40 años. Las otras opciones que se descartaron entonces eran Junts per Catalunya y Partit Nacional Català. Antes de eso, se barajaron además otras propuestas que fueron rechazadas por los asociados como MèsCatalunya o Catalans Convergents. El nombre generó no pocos debates entre los miembros del nuevo partido al que ahora Interior obliga a buscar otro.
"Ni en pintura"
Desde la formación independentista han interpretado esta decisión en clave política. "No nos quieren ni en pintura", ha dicho Mas, que ha añadido que no podrán evitar que el partido acabe inscribiéndose y defienda la consecución de un Estado catalán. Interior desmiente en cambio que haya denegado la inscripción del Partit Demòcrata Català (PDCat), sino que se ha limitado a pedir que “subsane los numerosos defectos formales que se han encontrado en los estatutos presentados”.
“Se trata, por lo tanto, de una actuación de trámite, no de la resolución del expediente”, explican. Entre los defectos detectados, el ministerio se refiere también a “otros existentes en la redacción de los estatutos para su perfecta adaptación a lo exigido en la Ley”.