La cantera política de ETB gira del PNV a EH Bildu en los comicios del 25-S
Dos de sus redactoras, Maddalen Iriarte y Jasone Agirre, encabezan las listas por Guipúzcoa y Vizcaya de la coalición abertzale. Expertos académicos discrepan sobre su significado
11 septiembre, 2016 00:59Noticias relacionadas
La presencia de dos periodistas de Euskal Telebista (ETB) como cabezas de lista de EH Bildu a las elecciones autonómicas del 25-S vuelve a vincular al nacionalismo con la televisión vasca, que emerge de nuevo como un importante medio de promoción política.
Maddalen Iriarte (San Sebastián, 1963) encabeza la candidatura por Guipúzcoa tras la inhabilitación de Arnaldo Otegi; Jasone Agirre (Abadiño, Vizcaya, 1968) lidera la vizcaína. Ambas son redactoras de informativos de ETB, donde se han formado profesionalmente, y ambas dan el salto a la política en estos comicios al Parlamento autonómico de la mano de la formación independentista.
Su elección no ha suscitado polémica en el País Vasco; en cambio, no ha pasado desapercibida en las redes sociales. En algunas cuentas de Twitter se ha relacionado su adscripción a EH Bildu con la participación de otra redactora de ETB, Ainhoa Lendinez, en la bienvenida tributada a Otegi a la salida de la cárcel de Logroño el pasado 1 de marzo, cuando la periodista homenajeó al secretario general de Sortu con un aurresku y un ramo de flores.
Los casos de Iriarte y Agirre no son excepcionales, aunque hasta ahora era el PNV quien se beneficiaba en mayor medida de la cantera que aporta ETB al mundo de la política.
Si ampliamos el foco al conjunto del ente público de comunicación, EiTB, que incluye las emisoras del grupo, cobra entidad otro nombre unido al de la izquierda abertzale; el de su diputada al Congreso y exalcaldesa de Hernani, Marian Beitialarrangoitia, que trabajó para Euskadi Irratia, la radio en euskera, donde condujo un programa matinal.
Cargos electos del PNV
Pero los ejemplos de quienes se inclinan por el nacionalismo más moderado del PNV son en el pasado mucho mayores. Volviendo a la televisión vasca -que aglutina a algo más del 60% de la plantilla de EiTB, próxima al millar de trabajadores–, la relación que se establece en la cúpula, a través de los nombramientos políticos y los cargos de confianza, desciende peldaños hasta alcanzar a los redactores de la “casa” en los que emerge una vocación política.
El diputado del PNV en el Congreso desde 2008, Joseba Agirretxea, presentaba programas en el canal en euskera. El senador y exparlamentario vasco Jokin Bildarratz trabajó en el centro de producción de Miramón antes de llegar a la alcaldía de Tolosa. Y la exdiputada y actual presidenta de Navarra, Uxue Barkos, aunque independiente dentro del conglomerado nacionalista de Geroa Bai, forjó su carrera profesional en los pasillos del Congreso informando para la televisión vasca.
Una mirada más retrospectiva recala en José Ramón Beloki, exdiputado jeltzale que con anterioridad dirigió los informativos de EiTB. En Luis Alberto Aranberri Amatiño, uno de los primeros directores de ETB que optó luego a la alcaldía de Eibar y a la Cámara Baja. Y en Juan Luis Bikuña, el rostro por excelencia de la pantalla vasca durante años, que tras su jubilación integró distintas listas electorales.
En una breve aproximación a los ayuntamientos nada exhaustiva se descubre a la periodista Maixa Lizeaga accediendo a la alcaldía de Urnieta; al realizador José María Agirre de edil en Zarautz y más recientemente al presentador de deportes Josu Loroño como miembro de la Corporación de Getxo. El parlamentario vasco y candidato a la reelección Luke Uribe-Etxebarria también pasó por emisoras del medio público.
La relación se amplía en decenas de casos si se revisan las nóminas de la Administración vasca. En puestos ejecutivos, sociedades públicas y gabinetes de comunicación no es difícil encontrar a personal procedente de ETB.
La carrera de los directores generales
La adscripción y trayectoria de los directores generales del ente tampoco deja lugar a dudas. Salvo los dos últimos -la actual directora Maite Iturbe, jefa de producción de ETB hasta asumir la dirección, y Alberto Surio, un periodista de Vocento nombrado durante el Gobierno del socialista Patxi López-, los cuatro restantes encontraron en EiTB un magnífico trampolín, o pista de rodaje, para iniciar o continuar su carrera política.
Los dos primeros, José María Gorordo (1985-1987) y Josu Ortuondo (1987-1991), fueron a continuación alcaldes de Bilbao por el PNV. El tercero, Iñaki Zarraoa (1991-1999), accedió a la vara de mando de Getxo, el tercer municipio vizcaíno más poblado. El cuarto, Andoni Ortuzar (1991-2008), preside hoy el PNV tras dejar EiTB para incorporase como presidente al Bizkai Buru Batzar, máximo órgano de la dirección del partido en Vizcaya. En este puesto le sucedió Itxaso Atutxa, exdirectora de 3Koma, una de las principales productoras que abastecen al medio público.
Los precedentes citados anulan la sorpresa por la integración en listas electorales de dos periodistas de ETB y destacan la variable de que el beneficiado en esta ocasión haya sido EH Bildu.
Del “telebatzoki a la teleherriko taberna”
Una de las pocas personas en pronunciarse espontáneamente ha sido el veterano político del PNV, Iñaki Anasagasti, que participó en la creación de ETB y ha acuñado la expresión del “telebatzoki a la teleherriko taberna” para definir socarronamente el tránsito de unas candidaturas a otras. Su reflexión no se dirige tanto al medio como al partido de Otegi.
“Es llamativo que EH Bildu busque en el caladero de la televisión. Es una apuesta de debilidad, que denota culto a la imagen y no a las trayectorias. Eligen dos bustos parlantes porque son conocidos, pero se equivocan”, opina Anasagasti.
Reconoce que el hecho de que ETB sea vivero de políticos del PNV y EH Bildu obedece a una plantilla en gran medida nacionalista, conformada sobre el conocimiento del euskera como primera criba; pero rechaza que esta situación pase factura a la pluralidad de un medio obligado a estar al servicio de la ciudadanía en su conjunto. “Para eso está el control parlamentario y el consejo de administración, para hacer un seguimiento exhaustivo que permita que todos las voces estén representadas”, explica.
“De lo que está en contra –añade- es de que periodistas que se signifiquen políticamente regresen luego a la televisión pública porque su información siempre estará bajo sospecha”.
Expertos politólogos, sociólogos y profesores de la Facultad de Comunicación de la UPV consultados por EL ESPAÑOL coinciden en que la extracción mayoritariamente nacionalista de ETB responde a la concepción de la televisión vasca, vinculada en un primer lugar a la pervivencia del euskera, con la contratación de periodistas euskaldunes para poner en marcha el canal ETB-1 (1982), y posteriormente al proyecto nacionalista de “construcción de país” desarrollado bajo el control del PNV con la implantación del segundo canal, en castellano, ETB-2 (1986). Otros estudiosos del ente público niegan, sin embargo, estas premisas.
“Caserío electrónico”
Francisco Llera, catedrático de Ciencia Política y director del Euskobarómetro, -la serie de encuestas sociológicas más completa sobre el País Vasco realizada por un equipo de la UPV- opina que el salto de la televisión a la política “es una peculiaridad que no se ve en otros sitios”.
Es reflejo de una televisión “muy ideologizada“, que “cuestiona” la pluralidad informativa del medio porque los periodistas que se incorporan a las listas electorales “no llegan a la política de la noche a la mañana”.
“Es un dato que refuerza la evidencia de su sesgo nacionalista y del control ideológico ejercido por el PNV salvo el breve paréntesis del Gobierno de Patxi lópez. ETB es un caserío electrónico; su plantilla sólo refleja, en el mejor de los casos, la pluralidad del nacionalismo vasco”, expone Llera.
En este sentido, que la izquierda abertzale sea la destinataria de los últimos “fichajes” puede significar que el control “se le ha ido de las manos al PNV”, con un “cierto escoramiento de la plantilla hacia el nacionalismo radical”.
Mayoría sindical y social
Las últimas elecciones sindicales en ETB otorgaron la mayoría al sindicato de la izquierda abertzale, LAB, que logró imponerse a ELA, la otra central nacionalista, ahora alejada del PNV. No hubo candidaturas independientes, ni no nacionalistas. UGT no contaba con representación en el grupo y CCOO, central siempre muy minoritaria, se quedó sin gente que quisiera sustituir al representante del sindicato durante más de dos décadas.
“Vistos los votos sindicales, la plantilla se orienta hacia el nacionalismo. Algo que tampoco es tan raro, porque el voto nacionalista es mayoritario entre la sociedad vasca y llega a los dos tercios si añadimos a los partidarios del derecho a decidir”, explica Ramón Zallo, catedrático del Departamento de Comunicación de la UPV, exmiembro del Consejo de Administración de EITB, y exasesor del lehendari Ibarretxe.
Zallo ofrece una explicación sobre la llamada que sienten algunos periodistas. “Yo lo atribuyo a que quienes hacen información tienen un alto nivel de conocimiento político, las tertulias contribuyen a afianzar sus posiciones y algunos con mucho interés en el tema se deciden a dar el paso cuando se les requiere. Pasa lo mismo con la Universidad”.
En su análisis aporta otro elemento sobre la cantera nacionalista de ETB, el del “efecto de mimetización” que se produce entre la posición editorial del medio y la ideología de sus periodistas. “El medio influye, masajea a los profesionales. Ocurre tanto en prensa como en radio y televisión y no es exclusivo del nacionalismo”.
No es un elemento taxativo, como demuestra que pese al teórico control ejercido por el PNV haya quien opte por la izquierda abertzale: “Es que la estructura la puedes controlar a través de la elección del Consejo de Administración y de nombrar a quien dirige, pero hay relaciones que se mezclan, elementos que se cruzan y se escapan a esa dinámica”, razona Zallo.
“Falta de banquillo”
La acusación de que ETB es una televisión hecha “por y para nacionalistas” es una denuncia generalizada entre los partidos constitucionalistas. El exsenador socialista Víctor Urrutia, director del Gabinete de Prospecciones Sociológicas del Gobierno vasco durante el mandato de Patxi López, también lo cree y considera que las dos candidatas de EH Bildu son ahora “una prueba más”.
"Hay dos evidencias: la falta de banquillo de la izquierda abertzale, que necesita caras conocidas de la pantalla, y cómo se ha ido conformando la plantilla de la televisión vasca, gestionada por el PNV, con gente procedente del nacionalismo incluso radical. ETB ha sido la columna vertebral de la difusión de la ideología nacionalista", apunta Urrutia.
La “tele de aquí”
Desde el punto de vista del espectador “no está tan clara” esa identificación ideológica porque en el País Vasco prevalece “el criterio de proximidad, el de la “tele de aquí”, según expone el profesor Carmelo Moreno, autor del análisis sobre medios de comunicación y votantes vascos, incluido en la publicación Elecciones Autonómicas en el País Vasco 1980-2012, editado por el CIS.
“La realidad de la audiencia televisiva vasca no es tan cerrada, no tiene nada con ver con los esquemas del Estado donde hay muchas más opciones”, afirma Moreno. Aún con todo, en su estudio sobre las elecciones de 2012 concluye que los espectadores de ETB “fueron en general más nacionalistas” que los de lo resto de televisiones “ y mostraron “mayor probabilidad” de ser votantes del PNV y Bildu que del PSE-EE y del PP.
Es más, en una de sus conclusiones señala la paradoja de que el Gobierno de López dispusiera de “una potente herramienta “ durante la campaña electoral y se encontrara con el “hándicap” de que los espectadores de la televisión pública vasca “no eran proclives “ a votarle.
“Plantilla plural”
Miguel Ángel Casado, profesor del Departamento de Comunicación Audiovisual y Publicidad de la Facultad de Leioa y coautor de un libro reciente sobre las repercusiones de la crisis en ETB aporta otra opinión. “Hay que diferenciar entre directivos nombrados por los partidos y periodistas que saltan a la política. Es más problemático lo primero que lo segundo; es más negativo que haya políticos dirigiendo un medio público de comunicación, como ha ocurrido en EiTB, que el que sus periodistas, como cualquier ciudadano, se inclinen por una opción política y por participar en la vida pública”, expone Casado.
Explica que en el primer caso se produce una injerencia política inadmisible, mientras que en el segundo “lo importante es que haya mecanismos de control para que su labor profesional se realice de forma correcta y su información sea rigurosa y de calidad”.
Casado, que conoce la televisión vasca desde dentro, no comparte la afirmación de que su plantilla sea predominantemente nacionalista. “ Es verdad que es un ente muy ligado a la cultura y a la identidad vasca, pero la plantilla de ETB es plural, yo conozco a gente de todas las tendencias. Para verificar esa idea de que el grueso del personal está vinculado al nacionalismo habría que estudiar caso por caso y hacer una investigación académica exhaustiva”, sostiene finalmente.
Lo mismo declara Iñaki Anasagasti: “ETB no es un desierto para PP y PSE-EE”. Pero los casos que afloran no lo hacen nunca en esa dirección".