No sólo es un debate sobre cómo "seducir" o cómo dirigirse "a los de abajo" frente "a los de arriba". Bajo esos términos, que proliferan en las cuentas de Twitter de los dirigentes de Podemos, se esconde un debate abierto sobre el modelo de partido, la orientación ideológica y el control de los órganos internos. Pero hay más.
La portavoz adjunta de Podemos en el Congreso, Irene Montero, ha reconocido este miércoles que el debate es también sobre "la relación con el PSOE". "Hay un eje de debate que tiene que ver con el PSOE donde puede haber muchísimas posiciones diversas, no solo dos", ha explicado al ser preguntada por cuál era la postura de Pablo Iglesias y cuál la de Íñigo Errejón.
Hasta ahora, Podemos negaba que hubiera un enfrentamiento entre Iglesias y Errejón. Ahora, la formación morada reconoce abiertamente que hay divergencias "con luz y taquígrafos", aunque niegan que sean personales, ha recalado Montero. Pero hasta este momento, los portavoces de la organización no habían reconocido abiertamente que haya sectores del partidos más proclives a pactar con los socialistas y otros que quieran ponérselo más difícil.
Esas posturas diferentes existen. "Unas tirarían hacia una relación de mayor igualdad con el PSOE, de entendernos de igual a igual". Montero no llegó a explicar las otras posiciones, pero sí cuál es la suya. "A nosotros no nos han votado para regalarle un Gobierno al PSOE", insistió.
Preguntada por si estarían dispuestos a ceder en asuntos como el derecho a decidir, que propone En comú Podem, o a no tener sillas en el Consejo de Ministros, algo que según el PSOE hizo descarrilar la legislatura anterior, la portavoz adjunta explicó que a una negociación se va sin líneas rojas.
Eso sí, fue bastante clara al explicar que, para Iglesias, entrar en el gabinete sigue siendo prioritario. "Las propuestas sin nombres son mentira" y hay que decidir "qué política se quiere hacer y quién la va a desarrollar", ha explicado.