El nivel de presión sobre el PSC para que se abstenga va in crescendo. Pero, ¿por qué? Esa es la pregunta que se hacen no pocas voces dentro del PSOE en relación a la presión que este lunes surgió casi al unísono desde varios puntos de España. Varios dirigentes territoriales expresaron en duros términos que, si los siete diputados del PSC votan "no", tendrán que asumir las consecuencias.
"Si alguien quiere el divorcio, como saben ustedes ahora en España, con que lo pida una de las partes vale", dijo el presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, ante la negativa del líder de los socialistas catalanes, Miquel Iceta, que este martes ha convocado al Consell Nacional del PSC (el órgano homólogo del Comité Federal) para que respalde el "no" a Mariano Rajoy.
"El planteamiento previo de las últimas semanas de que haga lo que haga el Comité Federal nosotros vamos a hacer lo que queramos, me suena mal, sinceramente, no me suena fraternal, no me suena fundamentado", siguió Page. Si el PSC vota "no", se originará un problema que "hay que resolver, y no vale decir no pasa nada", dijo por su parte Guillermo Fernández Vara, el presidente extremeño. La actitud de los socialistas catalanes "no es normal", en su opinión. Que se consume la ruptura de la disciplina de voto tendrá "consecuencias", advirtió, aunque no se debe interpretar de sus palabras "la idea de buscar ruptura ni nada por el estilo".
Cautela repentina del PSOE-A
Los socialistas andaluces, en cambio, fueron más cautos. Juan Cornejo, secretario de Organización, aseguró en una comparecencia a la prensa durante el transcurso de una Ejecutiva regional que la abstención decidida por el Comité Federal es de "obligado cumplimiento" y que "no cabe abstención técnica" de 11 diputados, el número mínimo necesario para que Rajoy sea investido independientemente de lo que voten los otros 73 parlamentarios socialistas.
Sin embargo, según fuentes socialistas, es a Andalucía donde hay que mirar con más atención. Mientras Vara y Page endurecían el tono, el PSOE andaluz lo dulcificaba y evitaba hablar de ruptura o replanteamiento de la relación con el PSC. Según Cornejo, es el momento de "reconciliación, del diálogo, el acercamiento y de reconducir la situación". "Porque el PSOE no quiere romper con nadie", dijo este lunes.
Pero fue el propio Cornejo el que hace tan solo unos días recomendó a los díscolos con la abstención "entregar el acta. La gente no se presentó individualmente a los ciudadanos. Fueron en la candidatura del PSOE", advirtió.
Mario Jiménez, portavoz del PSOE-A en el parlamento regional y ahora también número dos de la gestora del PSOE, avanzó este lunes de que "si los órganos del PSC toman una posición que es contradictoria y supone un desacato o una posición radicalmente diferente a la del Comité Federal, tendremos que evaluar la situación que se produce a partir de ese momento". Según fuentes que conocen bien el PSOE andaluz, la estrategia de la federación con más peso en el PSOE es de nuevo la de dejar que otros tensen la cuerda para decidir, cuando llegue el momento, si romperla o no.
¿Qué puede ocurrir a los diputados que voten "no" pese al mandato de abstención del Comité Federal? Según el reglamento del grupo parlamentario, los parlamentarios díscolos se enfrentan a una multa de como mucho 600 euros. Según los estatutos del PSOE, la dirección podría hasta expulsarlos del partido.
La revisión del protocolo de colaboración
Pero numerosas fuentes socialistas advierten de que lo que está en juego es en realidad revisar el protocolo que une al PSOE y al PSC, partidos jurídicamente diferentes, desde 1978. Esa evaluación podría incluir desde una mayor distancia hasta la ruptura total y la creación de una federación propia del PSOE en territorio catalán, algo que sin duda abocaría a una lucha fratricida en los próximos comicios. Palabras mayores.
La revisión del protocolo es algo que ya asume Iceta, que asiste atónito a una escalada verbal que podría deteriorar aún más la posición de los socialistas catalanes, pero también españoles. En declaraciones a una emisora de radio, el líder del PSC reconoció que sobre la mesa está importar la estructura del centroderecha alemán, donde hay dos partidos, la CDU de Angela Merkel y la CSU de Baviera, compartimentos estancos pero aliados que se permiten diferir a menudo.
La oscura razón orgánica
Tras un problema estatutario (la disciplina de voto) y uno estratégico o político (las relaciones con el PSC y el discurso dentro y fuera de Cataluña) se le suma uno puramente orgánico, que es lo que ha impregnado la mayoría de las refriegas que ha habido en el PSOE en los últimos años.
Fuentes socialistas recuerdan que una revisión de la relación entre el PSOE y el PSC que castigase a los catalanes por díscolos podría suponer la expulsión de los órganos de decisión del partido del PSC pero, lo que es más importante, la exclusión de procesos orgánicos como las primarias y el congreso que se celebrará en los próximos meses. Es decir: el "no" a Rajoy podría ser utilizado como una excusa para neutralizar la presencia e influjo que los socialistas catalanes han tenido en el PSOE en pie de igualdad con otras federaciones.
Díaz, la candidata más obvia a ese congreso junto a un Pedro Sánchez que pierde presencia conforme pasan los días, tendrá muy difícil lograr un buen resultado en Cataluña tras la presión que está ejerciendo, junto a otros barones y la gestora, sobre el PSC. Aún no hay rivales claros, pero el diputado vasco Patxi López, con un discurso muy mitinero en el Comité Federal, apunta maneras. José Borrell, abanderado del "no" a Rajoy, no descartó presentarse en una entrevista este domingo en El Objetivo de La Sexta. Ambos lograrían un buen resultado en Cataluña.
Madina ganó en Cataluña en 2014
El PSC es el segundo territorio en número de militantes, sólo superado por Andalucía. Tiene en torno a 18.000, contando a casi 700 de las juventudes del partido. Retirarles los derechos de voto eliminaría un problema para Díaz, que no se presentó a las últimas primarias del partido pudiendo haberlo hecho. Según un barón cercano a Díaz, "ella quiere ser aclamada. Sólo irá cuando sepa que gana. Y una votación que pueda perder la aterra", explica.
En las primarias de 2014, Sánchez arrasó en Andalucía, que fue la principal impulsora de su candidatura con Díaz como principal madrina. Pero en Cataluña ganó Eduardo Madina. José Antonio Pérez Tapias, el candidato de Izquierda Socialista, logró un buen resultado. Si Cataluña no cuenta en el próximo congreso del PSOE, Díaz no tendría que esforzarse en convencer a un territorio a priori hostil, cuyo censo no controla y con el que ya tiene graves problemas.
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