El Congreso está dividido ante la legislatura que viene, y Felipe VI es muy consciente de ello, según la información que está recibiendo en este día y medio de consultas: la izquierda considera que la investidura de Mariano Rajoy es un “cierre en falso” para asegurar la gobernabilidad (Xavier Domènech, En Comú Podem) y el centroderecha mantiene que habrá “grandes oportunidades” para llevar a cabo necesarias reformas como la constitucional (Ana Oramas, Coalición Canaria).
Albert Rivera, el líder de C's al que Doménech ha acusado de formar parte de la “gran coalición” con el PP y el PSOE, se ha sumado a ese optimismo de Oramas y ha hecho este martes el siguiente vaticinio: “Si el Gobierno cumple, sacaremos muchas reformas y leyes”. Antes de ver a Felipe VI en La Zarzuela, Rivera ha hablado por teléfono con Mariano Rajoy y con Javier Fermández, el líder de la gestora del PSOE, para ratificar su “sí” al presidente en funciones.
Para justificar el segundo “sí” a Rajoy en dos meses, Rivera ha explicado que en la segunda votación habrá más síes que noes, y que además el PP se ha vuelto a comprometer a cumplir las 150 exigencias que C's firmadas en agosto antes de la investidura fallida.
Rivera ha sido muy crítico con la manifestación convocada el día de la investidura para rodear la Cámara Baja. “Ser diputado es una suerte, un honor. Nos pagan el sueldo para trabajar en el congreso, no para rodearlo”.
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