"Por nosotros, estaríamos votando 'no' a Rajoy eternamente". Las palabras de Isabel Rodríguez, la diputada socialista a la que le tocó hacer una primera valoración del discurso del candidato del PP, resumen bien el delicado momento que atraviesa su grupo parlamentario.
En la sala conocida como el Escritorio del Congreso, donde los portavoces comparecen en algunas ocasiones, a los representantes de Unidos Podemos que esperaban para hablar se les escapaba alguna sonrisa. Si el PSOE está dispuesto a votar "eternamente" en contra de Rajoy es porque no son capaces de jubilarlo políticamente. Si quieren hacerlo pronto, tienen una oportunidad el sábado, día de la segunda y crucial votación de investidura. Esa es la doble presión que achicharra el discurso público del PSOE, que esgrime el desbloqueo institucional y la urgencia de un Gobierno para compensar la contradicción con su historia reciente y prioridades ideológicas.
Al menos una docena de diputados socialistas ha anunciado que ellos sí votarán "no" a Rajoy el sábado. El último en hacerlo, el balear Pere Joan Pons, que ha desvelado su posición definitiva en una entrevista que este jueves publica EL ESPAÑOL.
¿Qué hará Sánchez?
Aún hay una gran incógnita. ¿Qué hará Pedro Sánchez? El ahora diputado raso reapareció para el discurso del candidato a la investidura. En vez de un traje de estadista vestía una camisa de cuadros sin corbata.
Sonrió, saludó cordialmente a periodistas y compañeros de partido (salvo a Antonio Hernando, que ocupa su escaño, con el que intercambió un glacial apretón de manos) y anunció que este jueves votará "no" junto a todo el grupo socialista. ¿Y el sábado? "El sábado será otro día y ya lo sabréis", dijo misterioso. Llegó al hemiciclo acompañado del que fue su número dos en la Ejecutiva, César Luena, y se marchó sin decir nada más.
Mientras, el resto de diputados que se plantea votar "no" siguieron recibiendo presiones de la gestora del PSOE y del portavoz del grupo parlamentario, Antonio Hernando. En una reunión del grupo previa al discurso de Rajoy intervinieron 16 diputados y cinco de ellos, incluyendo a Patxi López y César Luena, pidieron a los que ahora dirigen el PSOE que abran la mano y permitan una abstención mínima. Sin éxito.
Inevitable choque de trenes
Los argumentos no han cambiado y el choque de trenes parece inevitable. Los siete diputados del PSC votarán no junto a los dos baleares, por lo que en dos comunidades no habrá parlamentarios socialistas que se abstengan. Las independientes Margarita Robles y Zaida Cantera, ambas por Madrid, también rechazarán el sábado al candidato. La zaragozana Susana Sumelzo decía tras el discurso de Rajoy no tener ningún motivo para cambiar de opinión. En duda, además del propio Sánchez, hay tres diputadas castellanoleonesas.
Aunque las negociaciones podrían durar hasta el mismo sábado, el portavoz de la gestora, Mario Jiménez, que participó en la reunión de grupo, se mostró inflexible. Según Rodríguez, la portavoz que asumió ayer las labores de portavoz, hay que abstenerse por España. "No se trata de nosotros, no se trata del PSOE, se trata del país, y el país necesita desbloquearse y que el gobierno empiece a gobernar. Necesitamos acabar ya con esta situación de bloqueo institucional y con este gobierno durante más de 300 días en funciones", según ella.