Ribera Salud, la principal concesionaria de España en servicios sanitarios, desvía beneficios millonarios de los hospitales públicos que controla a espaldas de la Administración. Y lo hace, según ha podido confirmar EL ESPAÑOL tras una investigación que se ha prolongado varios meses, con una empresa intermedia llamada b2b Salud: una central de compras creada en 2009 y que desde entonces factura comisiones confidenciales a distintos laboratorios que venden sus productos en hospitales públicos. En total, la empresa ha facturado en seis años 10,6 millones de euros sin que la Generalitat Valenciana tuviera conocimiento de que respondían a comisiones cobradas a farmacéuticas.
El método es sencillo: por un lado, hospitales como el de Alzira, Elche o Torrevieja -que dan cobertura a 636.440 pacientes potenciales- compran medicamentos a un precio 'oficial' marcado por los laboratorios. Ese es el valor que audita la Generalitat Valenciana, encargada de la concesión y que debe controlar el beneficio obtenido por Ribera Salud.
Sin embargo, por otro lado, esos mismos laboratorios reciben de forma periódica una factura girada por una empresa distinta, una compañía llamada b2b, también propiedad de Ribera Salud y que funciona como una central de compras. Con ella, laboratorios y empresas farmacéuticas han firmado un acuerdo confidencial. Un contrato que les obliga a abonar en efectivo parte del dinero que cobran de los hospitales a modo de porcentaje de ventas. Una comisión que en el caso de medicamentos concretos supera el 25% y que hasta el momento era desconocida por la Consellería. En el último año, la empresa intermediaria declaró una facturación bruta de 4,5 millones de euros.
A las preguntas de este periódico, Ribera Salud -que asegura la legalidad de todas sus operaciones- ha reconocido el cobro de comisiones a las farmacéuticas y mantiene que "la cuenta de resultados de b2b salud son públicas y presentadas en el Registro Mercantil, por lo que están a disposición de la Administración y de cualquier persona, entidad u organismo que tenga interés en conocerlas".
Lo que no es público y no aparece en la documentación presentada cada año a la Administración son los acuerdos firmados con las farmacéuticas. Acuerdos que en su artículo 14 recogen una clausula de confidencialidad por las que "las partes se comprometen a respetar el carácter confidencial de las informaciones intercambiadas[...] a no revelarlas ni ponerlas a disposición de terceros" y a "respetar el carácter secreto de la información confidencial de la que disponga", salvo que sean requeridas "por un Tribunal o Autoridad de Control".
La mayor concesionaria sanitaria
Ribera Salud es la mayor concesionaria sanitaria del país, tiene 4.153 empleados y controla por mayoría los hospitales públicos de Elche, Torrevieja y Alzira, además de participar con el 35% de las acciones en la UTE del hospital de Denia. Su modelo se basa en construir hospitales públicos y rentabilizarlos después con su gestión durante 15 años. Pero su negocio tiene un tope. Es lo que se llama la clausula limitativa: los pliegos de condiciones de sus hospitales recogen que la empresa no puede superar en sus beneficios el 7,5% del dinero que ha invertido (Tasa Interna de Rentabilidad). Si Ribera Salud saca más dinero, debe repartir los fondos con la Administración.
Por eso es tan importante el papel de b2b, que oficialmente no forma parte de ninguna UTE y por lo tanto, está fuera de las auditorías que marcan los pliegos de las concesiones públicas. De hecho, la concesión administrativa de estos hospitales recoge en su apartado 17.5 (Relaciones con proveedores), que "las relaciones económicas del concesionario de productos sanitarios no deberán presentar desviaciones significativas con los precios utilizados por la Central de Compras de la Consellería de Sanidad".
A las preguntas de EL ESPAÑOL, Ribera Salud ha reconocido el cobro de comisiones a farmacéuticas por parte de su filial "con una estrategia y funcionamiento similar a la de otras centrales de compra como Plaza Salud24 (del grupo Adeslas) o Ulis (Grupo Sanitas)" y matiza que, aun sumando los 1,2 millones limpios que ha ganado este año con b2b "al beneficio de la concesión hospitalaria, la cifra final esta muy lejos del beneficio tasado en el 7,5% del TIR que marca la clausula limitativa del contrato".
Es decir, Ribera Salud no habría incumplido el límite de beneficio estipulado en el pliego de condiciones. Pero hay otro punto del articulado que sí puede afectarle: el régimen sancionador establece en su punto G como causa para revocar la concesión "la obstrucción del concesionario de la labor inspectora de la Administración". En este asunto, la empresa sanitaria se muestra dispuesta a entregar los documentos a la Generalitat, pero asegura que nadie de la Administración se ha interesado hasta ahora por el funcionamiento de su central de compras.
10,6 millones facturados en seis años
La sociedad b2b salud se inauguró oficialmente en diciembre de 2009, mientras el Partido Popular de Francisco Camps controlaba el Gobierno Valenciano. La empresa nació como una central de compras y su objetivo fue crear una plataforma informática que nació con tres empleados: un directivo, un licenciado sanitario y un administrativo. El primer año facturó 225.000 euros, anotados en la partida de “otros ingresos de explotación” al tratarse de fondos adeudados por sus proveedores.
Desde ahí, la progresión de facturación ha sido lineal hasta conseguir 4,5 millones brutos en el último año. En 2011 –con dos años de funcionamiento- su contabilidad oficial apunta ya 1,4 millones de euros de ingresos brutos, adeudados por las farmacéuticas. Un dinero que se conseguía con solo cuatro empleados fijos y unos gastos en salarios de 185.000 euros. Ese año paga 162.458 euros de impuestos y gana en total 379.090 euros limpios.
Al año siguiente, lejos de aumentar, la plantilla fija disminuye, y son solo tres personas las que figuran declaradas por la empresa. Con ese capital humano, b2b factura 1,5 millones de euros y al contar con tan pocos gastos, tras pagar 279.000 euros en impuestos, saca en limpio 901.354 euros. En 2013, los ingresos son prácticamente los mismos, pero la partida de “otros gastos de explotación”, que corresponde a conceptos como la publicidad, alquileres, suministros y servicios contratados a otras empresas, se triplica hasta los 702.000 euros. Así, tanto el beneficio declarado como el pago de impuestos se reduce hasta rondar los 290.000 euros. Al año siguiente, -2014- los números son similares. Alcanza un beneficio neto de 478.261 euros.
Ha sido este último año cuando b2b ha triplicado su entrada de fondos. La firma participada al completo por Ribera Salud pasa de tener cinco personas en plantilla a 77 y su masa salarial supera así los dos millones de euros. Eso provoca que, pese a facturar el año pasado 4,5 millones de euros según su propia contabilidad, los gastos aportados por la empresa dejan un beneficio neto de 1,2 millones. En total y en sus seis años de vida, b2b ha facturado 10,6 millones de euros brutos según sus propias cuentas y ganado 3,3 millones de euros netos después de impuestos.
Según confirman fuentes internas de los distintos hospitales, varios de los trabajadores que figuran en nómina de b2b trabajan en realidad en los centros sanitarios de Ribera Salud y no en la filial externa. La empresa lo reconoce, y explica que b2b ha pasado de ser una central de compras a ofrecer también "servicios compartidos, logística y consultoría". En su mayoría son personal de sistemas y recursos humanos, que pese a tener su puesto de trabajo en los hospitales, cargan su nómina a b2b. Por estos servicios, los hospitales pagan también a la firma externa. En este caso, el canon es de 18.000 euros anuales.