El grupo municipal de Ciudadanos en el Ayuntamiento de Valencia ha iniciado este viernes una campaña de recogida de firmas para evitar que el nombre oficial de la ciudad de Valencia sea únicamente en valenciano, esto es, València. El objetivo de C’s es alcanzar el 10% de rubricas de la población de la ciudad necesarias según la ley de Participación y Transparencia para obligar al alcalde, Joan Ribó (Compromís) a replantearse el cambio. En total, tienen que hacerse con al menos 58.000 apoyos.
La polémica viene de atrás. En marzo de este año, el ayuntamiento que dirige Ribó junto a PSPV-PSOE y Valencia en Comú, la ‘marca blanca’ de Podemos, anunció que el nombre oficial de la ciudad de Valencia iba a pasar a ser únicamente València. La propuesta pasó por pleno y no contó con el rechazo de ninguno de los grupos municipales pero las reticencias vinieron después cuando tres instituciones valencianas alegaron que, en todo caso, el nombre en valenciano debía ser Valéncia y no València. El Ayuntamiento zanjó la polémica de la tilde recordando que ya en 2009 la Academia Valenciana de la Lengua, la institución normativa del valenciano, fijó el nombre de València. Y no había nada más que hablar al respecto.
El trámite siguió su camino hasta que el departamento de Cultura de la Generalitat Valenciana instó al Ayuntamiento a justificar con más informes el cambio de nombre. Entremedias, en el pleno municipal de octubre, el portavoz de C’s, Fernando Giner anunció el proyecto de la recogida de firmas. “No está reflejando la realidad sociolingüística, Valencia es claramente bilingüe y empeñarse en que el nombre solo sea en valenciano excluye a una parte de la población”, le dijo a Ribó, a quien le responsabiliza de haber tomado una decisión “unilateral”. A esta iniciativa se sumó el Partido Popular.
Desde el equipo de gobierno defienden que lo que se está haciendo es lo mismo que se ha hecho en otros muchos ayuntamientos de la Comunidad Valenciana, también del PP, que han adoptado como nombre oficial únicamente el valenciano. También varias ciudades españolas optaron por el cambio a la lengua propia. Además, añaden, con esta decisión se está cumpliendo con el Reglamento de Uso y Normalización del Valenciano en el Ayuntamiento que fue acordado por todos los grupos en el año 1996.
EL OBJETIVO DE LAS 58.000 FIRMAS
Giner ha presentado este viernes la campaña #TambiénenCastellano con el objetivo de llegar a recoger las 58.000 firmas necesarias para que el Ayuntamiento deba repensarse la posición. “Ribó no puede hacer lo que quiera en esta ciudad y no lo vamos a permitir porque no representa a la mayoría social de la ciudad de Valencia”, ha dicho.
El del nombre oficial de la ciudad no ha sido la única ‘polémica lingüística’ del consistorio. El Ayuntamiento cambió algunas señales de tráfico del centro para reescribirlas únicamente en valenciano. La Delegación del Gobierno mandó un ultimátum en el que recordaba que la Ley de Tráfico indica que las señales deben estar en castellano y, en todo caso, añadir también el segundo idioma oficial. El equipo de Gobierno cambió la señalización en verano para incluir ambos idiomas.