La abstención para facilitar el Gobierno de Mariano Rajoy y acabar con 10 meses de bloqueo institucional causó en el PSOE una honda grieta entre los militantes del partido y los dirigentes que tomaron las riendas del partido, según reconocen unos (como reproche) y otros (con resignación). Los socialistas tienen pendiente un congreso para elegir nuevo líder que podría celebrarse antes del verano, según las previsiones de Ferraz.
Según la encuesta de Sociométrica para EL ESPAÑOL, los ciudadanos que votaron al PSOE, independientemente de que tuvieran o no carné, prefieren ampliamente a Pedro Sánchez frente a Susana Díaz para afrontar los principales retos del país. Ninguno de los dos han anunciado su candidatura al congreso federal, pero ambos han intensificado su agenda buscando proyección en los medios de comunicación, mantienen contactos con dirigentes del partido para pulsar sus apoyos y son mencionados como principales contendientes por los principales dirigentes del partido.
Según el sondeo, para el que se hicieron 800 entrevistas en la última semana, un 66,1% de los votantes socialistas prefieren a Sánchez frente al 16,5% que confía en Díaz, que parece haber pagado un importante peaje por su participación en el giro que ha dado la organización y que, hasta ahora, es percibido fundamentalmente porque permitió la investidura de Rajoy. La confianza del electorado progresista en Díaz es menor incluso que la suma de todas las demás opciones.
Sánchez, fuerte como dique ante la corrupción
Sánchez arrasa entre el electorado socialista en las seis preguntas hechas a los encuestados, pero la distancia es mayor con la presidenta andaluza cuando se mencionan su capacidad para combatir la corrupción. Sólo un 10,8% de los votantes socialistas creen que Díaz está mejor preparada para luchar contra la lacra. En esa percepción puede pesar la dureza del exlíder frente a esos casos y la sombra del caso de los ERE que planea sobre la Junta de Andalucía y el socialismo de esa comunidad.
Sánchez también es el preferido para afrontar el reto del nacionalismo y el modelo territorial de España (un 63% lo prefiere frente a un 14,7% que opta por Díaz) e incluso para devolver la ilusión a los votantes socialistas de siempre, donde saca 40 puntos a la presidenta andaluza pese a que muchos dirigentes ven sus dos años al frente del partido como una de las épocas más convulsas y frustrantes en décadas.
El mejor registro de Díaz es el referido a alcanzar acuerdos con otros partidos y organizaciones, aunque el electorado socialista sigue prefiriendo al ex secretario general.
Díaz tampoco convence al conjunto de votantes
Los datos apuntan a que el divorcio no es sólo entre la militancia y la mayoría de los dirigentes, cuya expresión más reciente son los dos Comités Federales que acabaron con Sánchez y decidieron la abstención. Aunque para gobernar el PSOE sólo sea importante la militancia, la distancia existe también entre los votantes socialistas y Susana Díaz, principal aspirante a tomar las riendas del socialismo español.
Si se toma como referencia el conjunto de los ciudadanos, los datos apuntan a un margen menor, pero a favor de Sánchez. Sin embargo, el conjunto del electorado parece partido en tres bloques, por lo que los próximos meses pueden ser determinantes para articular un proyecto que sea capaz de arrastrar a los que ahora no prefieren ni a Sánchez ni a Díaz.
Un 37,6% de los ciudadanos prefieren hoy a Sánchez, un 26,8% a Díaz y un 35,6% a otros candidatos. Sánchez sigue siendo más fuerte que Díaz en asuntos como la lucha contra la corrupción o mejorar los derechos sociales. La presidenta andaluza recorta distancias con su rival interno en capacidad para llegar a acuerdos, mejorar la economía o recuperar la ilusión de los votantes socialistas.
Por partidos, los votantes populares muestran una clara preferencia por la líder de los andaluces socialistas (54,5%) antes que por el ex secretario general (13,5%). Una tendencia que también se repite entre los que apoyan en las urnas al partido de Albert Rivera, cuyo apoyo a Díaz es el doble que a Sánchez.
Significativa es la abismal diferencia que ofrece la encuesta entre los votantes de Podemos: tan sólo el 1,6% es partidario de Díaz, mientras que el 78,2% inclina la balanza hacia Sánchez.
Fuentes de la Gestora aseguran en conversación con este diario que consideran normal la desafección, consecuencia de un período muy convulso cuya responsabilidad atribuyen a Sánchez. Creen que hace falta tiempo para que los militantes y los votantes digieran la crisis interna y vuelvan a confiar en un PSOE que se propone conquistar la calle con su trabajo en en las Cortes y una dirección que se propone coser los rotos provocados por las trifulcas.
El equipo de Sánchez considera que el divorcio entre Díaz y el electorado, sea socialista o no, es consecuencia directa de sus maniobras internas y considera que eso la inhabilita para intentar llegar hasta la secretaría general, algo que poco menos amenazaría de muerte al partido.
FICHA TÉCNICA
Se han realizado 800 entrevistas entre el 28 de noviembre y el 2 de diciembre de 2016. El método de la encuesta ha sido mixto: 400 entrevistas telefónicas (realizadas por Gandia Integra) y 400 online (efectuadas por Netquest).
El universo de la encuesta ha sido la población residente en España, incluida en el CER provincial. Su estratificación se ha estructurado a partir de las siguientes variables: sexo, edad y situación laboral. El error muestral para el conjunto de datos es de +/- 3%; para el porcentaje de escaños, el error es de +/- 5%. Por otro lado, la gestión de los datos se ha elaborado con los software SPSS y Barbwin.