La cuenta atrás para la Asamblea Ciudadana que decidirá el rumbo de Podemos y su liderazgo comenzó oficialmente este lunes. Con ella se encendió también la mecha de la división interna, expresada con nitidez por las tres principales corrientes dentro del partido: la de Pablo Iglesias, que asegura sentirse "abrumadoramente apoyado" por "todos" para seguir como líder; la de Íñigo Errejón, que aspira a que se apruebe su modelo de partido antes de decidir sobre el liderazgo; y la de Anticapitalistas, que reivindicaron su propio ideal de partido "descentralizado", donde "el poder no emane de los secretarios generales" y esté al servicio de "las clases populares". En juego está la estrategia, el rumbo ideológico y el reparto del poder en el partido.
Por sorpresa, Iglesias compareció en rueda de prensa para anunciar que el Consejo de Coordinación, la Ejecutiva del partido, había decidido proponer que su asamblea coincida con el congreso del PP, en el que se renovará su cúpula y se reelegirá a Mariano Rajoy como líder del partido. Eso será el fin de semana del 10 al 12 de febrero.
Según él, se trata de mostrar el contraste de dos proyectos "antagónicos", dos maneras de concebir España destinadas a batirse electoralmente. El objetivo de derrotar al PSOE como alternativa de Gobierno se intuye en esa polarización. Iglesias anunció también "un referéndum extraordinario" para reformular el sistema de votación y evitar que fuese como el actual, muy mayoritario y poco flexible.
EL 17 de diciembre, un Consejo Ciudadano Estatal (el máximo órgano entre asambleas, similar al Comité Federal socialista) decidirá definitivamente las fechas del cónclave, conocido ya como Vistalegre 2, en referencia al monumental centro deportivo y de congresos donde se fundó Podemos hace poco más de dos años.
Iglesias ya se siente reelegido
Iglesias no dudó en anunciar, antes incluso de ser preguntado y mientras explicaba los plazos y las reglas, que ya cuenta con los apoyos necesarios para repetir como secretario general, algo es es para él también una gran "responsabilidad". En respuesta a los periodistas aseguró sentirse "abrumadoramente apoyado" por "todos" y citó como ejemplos a Íñigo Errejón, su número dos, y Miguel Urbán, eurodiputado y una de las caras visibles de Anticapitalistas, corriente de peso destacado.
Iglesias también enmarcó a Errejón, para muchos el arquitecto de lo que hoy es Podemos, en las "corrientes críticas" con las que quiere negociar para lograr una asamblea que someta a votación un proyecto lo más unitario posible. Según él, su número dos, con el que comparte un intenso debate intelectual, es el "representante de una corriente que tiene sus contradicciones internas y sus cosas”.
El líder de Podemos también se mostró favorable a vincular modelos de partido y candidaturas al liderazgo y que se vote simultáneamente, es decir, que cada proyecto vaya firmado por un líder.
Errejón aspira a que su modelo de partido triunfe
Por la tarde, Errejón salió al paso con un vídeo y unas declaraciones a los periodistas. El número dos e Iglesias acostumbran a mandarse mensajes a través de la prensa, siempre con un tono aparentemente cordial. A través de esas indirectas respiran sus profundas diferencias, fáciles de identificar para la prensa pero también de negar por sus protagonistas.
Iglesias enmarcó a Errejón en una corriente crítica, aunque sin decir minoritaria frente a la suya. Errejón, que predica la transversalidad y un Podemos que sea atractivo para más sectores de la sociedad que los que lo fundaron, rechazó "peleas de gallos" y pidió un proyecto más "amable". "Vayamos a debatir cómo ganar un país y no a retarnos entre nosotros", pidió.
El número dos quiere un "Podemos transversal que no refunde la izquierda sino que construya una mayoría popular nueva" y recordó a los que le critican que hasta ahora, buena parte del éxito es suyo. "Una buena parte de los documentos que nos han traído hasta aquí los he firmado yo". No se refirió directamente a Iglesias, pero casi no hacía falta.
Errejón apuesta por desvincular el tipo de proyecto del liderazgo y le da más importancia a lo primero. ¿Encabezará una candidatura al liderazgo en caso de que sea la única forma de imponer su modelo? Preguntado en dos ocasiones por los periodistas en el Congreso, Errejón no descartó nada. También evitó explícitamente mostrar su apoyo a Iglesias como secretario general a pesar de que el aspirante a la reelección agradeció en varias ocasiones contar con él, un silencio que puede ser interpretado como un mensaje en sí mismo.
Anticapitalistas marca sus condiciones
Antes que Iglesias y Errejón, Anticapitalistas marcaba sus condiciones. La corriente, muy influyente en Madrid y en Andalucía, hizo público un manifiesto firmado por los principales referentes y una veintena de parlamentarios de distintas cámaras en el que reclamó un Podemos "abierto", un "partido-movimiento descentralizado" que "se parezca más al Podemos que necesitan las clases populares".
El texto pretende influir en el debate sobre Vistalegre II para que en el modelo de partido que salga de ese cónclave "el poder emane de las bases y no de los secretarios generales, en donde el centro se construya desde los territorios, que admita de una vez por todas el pluralismo" limitando "los cargos que puede ostentar una persona".
Teresa Rodríguez, líder de Podemos en Andalucía, el alcalde de Cádiz, José María González (Kichi), o el eurodiputado Miguel Urbán firman el documento, que será presentado oficialmente en un acto en Madrid el próximo día 10.