El Gobierno ha culpado a la CUP de intentar frenar el diálogo que está impulsando en Cataluña con la convocatoria de una cumbre sobre el referéndum de independencia el 23 de diciembre. El portavoz del Gobierno, Íñigo Méndez de Vigo, ha insistido en la oferta de mano tendida y ha pedido a la opinión pública distinguir entre quienes apuestan por la negociación y los que están en la "radicalidad".
"El Gobierno piensa que es una exigencia de los radicales de la CUP", ha dicho Méndez de Vigo sobre esa cumbre al término del Consejo de Ministros. "Nos parece que es un síntoma de unilateralidad".
Moncloa no cree que la vicepresidenta Soraya Sáenz de Santamaría y el número dos de la Generalitat, Oriol Junqueras, se reúnan antes de final de año. También está pendiente una conversación entre Mariano Rajoy y Carles Puigdemont. Méndez de Vigo ha explicado que Rajoy está llamando uno por uno a los presidentes autonómicos para la conferencia de presidentes.
Sobre la negativa de Puigdemont a acudir a la conferencia, el portavoz del Gobierno ha dicho que tendrá que ser el presidente de la Generalitat quien lo explique. Méndez de Vigo ha dicho que Sáenz de Santamaría va intensificar su diálogo y la cooperación con las fuerzas políticas catalanas y que todos los ministros van a hacer lo mismo.
En este nuevo enfoque del desafío soberanista catalán, Méndez de Vigo ha asegurado que hay una variedad de temas para el diálogo. Muchos de ellos se tratarán en la próxima conferencia de presidentes.
"Con Cataluña y todas las comunidades hay un campo de debate y diálogo. Tenemos los presupuestos, el FLA (Fondo de Liquidez Autonómico), el pago a proveedores, la financiación autonómica y las inversiones", ha dicho. "Nosotros estamos en el diálogo y otros están en la unilateralidad".