Errejón propone que Iglesias no controle la dirección de Podemos

Tres proyectos para tres corrientes de Podemos. Los pablistas, errejonistas y anticapitalistas están dando a conocer sus hojas de ruta para construir el futuro del partido morado en la Asamblea Ciudadana, conocida ya como Vistalegre II. Este martes los afines a Íñigo Errejón daban a conocer su propuesta e incluían en ella una importante limitación a los poderes de la secretaría general que hoy ocupa Pablo Iglesias. 

Entre otras cosas, si el plan errejonista se impusiera, el líder de Podemos ya no podría fulminar a los miembros de su ejecutiva, tal y como hizo en marzo de este año con el hasta entonces secretario de Organización, Sergio Pascual. Todos los sectores de Podemos están de acuerdo en que en Vistalegre II se debe restar el poder de la dirección, pero en este caso la propuesta es especialmente llamativa dado el citado antecedente. 

Este sábado el Consejo Ciudadano de Podemos ratificará que la próxima Asamblea Ciudadana se celebrará los días 10, 11 y 12 de febrero. Además, los dirigentes de Podemos hablarán sobre la consulta que Iglesias ha planteado a las bases para que se decida el sistema de votación de Vistalegre II. Los inscritos en Podemos votarán esto entre los días 18 y 20 de diciembre -la semana próxima. Y, por ello, las diferentes corrientes del partido están dando a conocer sus propuestas de fórmula de votación. Y ahí es donde pablistas, errejonistas y anticapitalistas muestran sus diferencias y sus peleas. 

La propuesta sobre la dirección

En un documento hecho público este martes, los firmantes del manifiesto Recuperar la ilusión, liderados por Errejón, apuestan por un sistema de votación "proporcional puro de listas abiertas". E incluyen que "la proporcionalidad que obtenga cada una de las candidaturas será también de aplicación para la distribución de puestos en el Consejo de Coordinación, órgano cuyos miembros serán elegidos y cesados por el Consejo Ciudadano Estatal".

Ahora mismo, los estatutos de Podemos permiten al secretario general destituir a cualquier miembro de la ejecutiva (o Consejo de Coordinación), al igual que, por ejemplo, le dan potestad para convocar el referéndum que se celebra la semana próxima. Se trata de unos estatutos excesivamente jerárquicos, piramidales que todas las corrientes del partido morado quieren cambiar en mayor o menor medida en Vistalegre II.

Con los cambios que proponen los afines a Errejón, el secretario general no podrá nombrar ni destituir a los miembros del Consejo de Coordinación. En otras palabras, no tendrá el control sobre su propia ejecutiva. Además, los errejonistas abogan por un cambio en la forma de elección del secretario general: "Al tratarse de un órgano unipersonal sólo se presentarán candidaturas individuales. Se elegirá por sufragio universal directo a una vuelta. Saldrá elegida la persona más votada". 

Precisamente este miércoles el secretario de Organización de Podemos, Pablo Echenique, presentará en Madrid la fórmula de votación que propone la dirección del partido morado para Vistalegre II. Será el sistema Borda, conocido por tener una mayor proporcionalidad y que ya se ha utilizado en algunas primarias del partido de los círculos. 

Anticapitalistas, a mitad de camino

Por su parte, la corriente de Anticapitalistas, aliada de facto con los pablistas, presentaba también este martes su propuesta sobre cómo se debe votar en Vistalegre II. Se trata del sistema Dowdall, también conocido por su proporcionalidad, dado que es una modalidad del mencionado Borda. Este modelo ya ha sido utilizado en los procesos municipalistas como Ahora Madrid o Las Mareas en Galicia.

Los anticapitalistas aseguran que buscan "un consenso amplio" para evitar el choque de propuestas en la votación que se celebrará entre los días 18 y 20 de diciembre. "Planteamos un sistema donde las propuestas políticas estén asociadas a las listas que se presenten al Consejo Ciudadano Estatal", afirman. Pero, como los errejonistas, quieren que el modelo de organización del partidos se elija en una votación separada. Se trata, en suma, de una vía intermedia entre pablistas y errejonistas.