El 75,5% de los españoles cree que los partidos políticos se deben financiar con donaciones privadas, mientras que el 17,3% defiende el actual modelo de subvenciones públicas, según el macrosondeo EL ESPAÑOL/SocioMétrica.

La financiación de los partidos políticos ha sido fuente inagotable de casos de corrupción en los últimos 25 años: desde Filesa (PSOE), pasando por el caso Naseiro (PP) hasta llegar a Gürtel o Bárcenas en nuestros días (también PP). Las sucesivas reformas, la última de ellas aprobada en 2015, han introducido numerosas mejoras de transparencia, pero no han erradicado la sensación de opacidad que rodea a la contabilidad de las formaciones políticas.

Los votantes de PP y Podemos

El 87,3% de los votantes del PP y el 71,1% de los de Podemos prefieren una financiación basada en donaciones privadas. Este porcentaje de apoyo a un modelo íntegramente privado cae al 57,5% entre los votantes socialistas y al 67,9% entre los de Ciudadanos.

El 35,6% de los electores socialistas cree en la financiación con dinero público. Casi el 29% de los de Ciudadanos también apuesta por mantener el sistema actual. El 23,3% de los votantes de Podemos y sólo el 10,8% de los del PP prefieren el modelo de financiación pública.

La última reforma aprobada en 2015 prohibió la condonación de deudas a los partidos y obligó a publicar cualquier aportación económica superior a los 25.000 euros. También se introdujeron recortes en las subvenciones por el envío de propaganda electoral y las partidas regulares vía Presupuestos.

La nueva política ha traído también experiencias inéditas. Podemos no pide préstamos a los bancos y los microcréditos, que devuelve posteriormente a sus simpatizantes y afiliados, le han servido para cubrir gastos de las últimas campañas electorales. 

La laguna de las fundaciones

Sin embargo, la sensación de opacidad persiste. El Tribunal de Cuentas rechazó recientemente 470.000 euros en facturas que los partidos intentaron presentar como gastos electorales. Según informó EL ESPAÑOL, estas facturas eran sueldos de colaboradores que en realidad paga el Parlamento Europeo, reformas sedes, comidas que nada tienen que ver con campañas electorales, pagos fuera de plazo y desde cuentas que no proceden y hasta gastos en publicidad y envíos postales para partidos que en realidad no tienen derecho a recibir subvenciones.

El Tribunal de Cuentas es el encargado de fiscalizar donaciones y supuestamente también ingresos. Pero siguen existiendo lagunas, según denuncian los expertos. Las fundaciones de los partidos están autorizadas a recibir donaciones de cualquier empresa y sin ningún límite. 

La investigación del caso Gürtel, por ejemplo, detectó que el PP derivó dinero donado por empresas privadas a su fundación Fundescam para actos del partido en la Comunidad de Madrid. Esas empresas tenían en su mayoría contratos multimillonarios adjudicados por el Gobierno regional del PP.

FICHA TÉCNICA

Se han realizado 800 entrevistas del 22 al 29 de diciembre de 2016. El método de la encuesta ha sido mixto: 400 entrevistas telefónicas (realizadas por Gandia Integra) y 400 online (efectuadas por Netquest).

El universo de la encuesta ha sido la población residente en España, incluida en el CER provincial. Su estratificación se ha estructurado a partir de las siguientes variables: provincia, sexo, edad y situación laboral.

El error muestral para el conjunto de datos es de +/- 3%; para el porcentaje de escaños, el error es de +/- 5%. La gestión de los datos se ha elaborado con los software SPSS y Barbwin.

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