Ciudadanos confirmó este sábado un giro político estratégico cuyos resultados todavía están por escribir. La IV Asamblea General aprobó por una amplia mayoría -el 75% de los compromisarios- el cambio en el documento de Valores que entierra la socialdemocracia y define el partido como una organización liberal progresista. El esperado debate sobre la enmienda a la totalidad que presentó un sector de la militancia histórica de Cataluña liderado por Jordi Cañas no fue tan tenso como se preveía.
Los testigos que lo presenciaron -era cerrado a la prensa- lo describieron como "emotivo". Cañas y Albert Rivera, que compartieron escaño en el Parlament de Cataluña durante los tiempos más difíciles de Ciutadans, llevaban un año y medio sin hablar. Cuando acabó el recuento de los votos se fundieron en un abrazo. "Seguimos adelante", le dijo Cañas. "Somos brothers in arms (hermanos de armas)".
Había nervios en Ciudadanos. A pesar de la victoria incontestable de Rivera en las primarias y las constantes apelaciones a la guerra civil en Podemos para reforzar, por contraste, el mensaje de unidad, la dirección temía que el debate tensara demasiado a la militancia. La prueba inequívoca de estas dudas fue la decisión de Rivera de defender en persona y como un compromisario más su propuesta en la comisión de Valores.
ADN socialdemócrata
El diputado en el Parlament de Cataluña Sergio Sanz fue el encargado de presentar la enmienda a la totalidad. Sanz dijo que la socialdemocracia era parte del ADN de Ciudadanos y que esta decisión escoraba el partido a la derecha. Recordó que renunciar a este espacio ideológico es dar la espalda a muchos afiliados que, sobre todo en Cataluña, encontraron en el partido naranja un refugio ante el coqueteo del PSOE con el nacionalismo.
Juan Carlos Girauta y Rivera tomaron la palabra para apoyar el giro liberal. Ambos enmarcaron el cambio en la necesidad de crear un espacio político de centro, ni conservador ni socialista. Rivera acusó a Sanz de querer frenar la expansión de Ciudadanos. Fue el único "golpe bajo" del debate, según los testigos. El diputado catalán respondió asegurando que el partido nació con vocación nacional y que no estaba en su ánimo mantenerlo en Cataluña.
Cañas, apartado de la primera línea desde hace años, también intervino en el debate. Estuvo a punto de llorar. Recordó los años difíciles, los militantes que perdieron su empleo en Cataluña por identificarse con Ciudadanos, los insultos, las amenazas, el ninguneo... Cañas dijo que renunciar a la socialdemocracia era "un error". Pero también recordó a los delegados y a Rivera que, pasara lo que pasase, Ciudadanos es "su partido", que "lo seguirá siendo" y que trabajaría "con lealtad".
Los compromisarios catalanes habían reunido previamente un número de firmas suficientes para forzar que la votación de la enmienda fuera secreta y en urna. Pero el recuento no dejó lugar a dudas. La enmienda tuvo 50 votos a favor (25%), 142 en contra (75%) y tres abstenciones. Cañas se abrazó con Rivera y con Girauta. "Ha ganado Girauta, porque es mejor", admitió Cañas. El resultado incontestable de la votación y el buen tono del debate relajaron el ambiente del congreso.
'Fair play' para los críticos
El sector socialdemócrata se tomó la derrota con deportividad. El grupo demanda ahora el mismo fair play por parte de la dirección para no laminar ni a las voces ni a las personas que han dado la cara en defensa de sus ideas. El secretario general de Ciudadanos, José Manuel Villegas, recordó que a este grupo no hay que integrarlo, porque "ya está integrado".
"Hay gente que quiere que el partido no se defina como progresista, y yo creo que tiene que ser progresista; y hay gente que quiere que seamos socialistas, que seamos como el PSOE, y yo creo que el centro político español no es socialista ni conservador", dijo Rivera por su parte. "Voy a defender que el partido se defina como progresista para ganar a los conservadores, pero también que seamos un partido menos intervencionista que el PSOE. El partido tiene que seguir en el centro, no puede irse ni a la izquierda ni a la derecha".
Superado el trance de la socialdemocracia, las comisiones de Valores, Estrategia e Ideario siguieron trabajando en privado. Los compromisarios introdujeron algunas enmiendas a los documentos ya conocidos. Por ejemplo, Ciudadanos pasa ahora a definirse como un partido aconfesional, en lugar de laico, en otro gesto del partido por situarse en el centro.
En gobiernos a partir del 2019
En Estrategia, se avaló la ponencia que apuesta por entrar en gobiernos de coalición a partir de las elecciones autonómicas y municipales de 2019. La enmienda que pedía esa entrada de forma inmediata no salió adelante. Tampoco se aprobó, como anécdota, una extraña enmienda que sugería a los portavoces no citar más al ex presidente Adolfo Suárez para buscar una personalidad propia.
Los documentos de Valores, Estrategia y Estatutos que rigen el gobierno del nuevo Ciudadanos fueron ratificados con al menos del 90% de los votos de los 578 compromisarios del pleno de la Asamblea.
El congreso se cierra este domingo con la elección de los órganos internos del partido y los discursos del secretario general, José Manuel Villegas, el presidente del grupo parlamentario de la Alianza Liberal Demócrata Europea (ALDE), Guy Verhofstadt, y finalmente Rivera.
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