Manuela Carmena ha lanzado sus “Artefactos”, edificios construidos por el Ayuntamiento de Madrid que combinarán vivienda y espacios públicos. Carabanchel, San Blas y Hortaleza serán los tres primeros distritos en acoger este proyecto, todavía en fase de discusión. Un giro a la concepción tradicional, la casa de uno en mitad del barrio.
Álvaro podrá prepararse las tostadas del desayuno en una cocina compartida junto a otros veinte vecinos del mismo edificio a tan sólo unos metros de un espacio de co-working o un centro cultural. Como Álvaro, cientos de madrileños.
Los “Artefactos” dispondrán de alrededor de treinta viviendas de uno y dos dormitorios –enmarcadas en el funcionamiento de la Empresa Municipal– que compartirán techo con centros de salud, salones públicos, centros culturales, oficinas… Incluso una lavandería en la azotea, como es el caso de Hortaleza.
"Saldremos de las manzanas cerradas"
Con los “Artefactos”, ha explicado el equipo municipal, se establecerá una nueva relación entre el espacio público y el privado, con esa combinación de vivienda y vida en común. “Saldremos de esas manzanas cerradas, donde los vecinos sólo se conocían en la piscina”, ha presumido Ahora Madrid.
Según ha detallado el delegado de reequilibrio territorial, Nacho Murgui, los “Artefactos” contribuirán a paliar la desigualdad existente entre barrios. “Los edificios se conciben en una dimensión de sostenibilidad. Las cubiertas serán vegetales, funcionarán con energía solar…”.
"No son comunas"
El Ejecutivo de Madrid pretenderá satisfacer las necesidades de los vecinos porque “estos anteproyectos se han elaborado tras varias reuniones con ellos y un estudio sociodemográfico de cada uno de los barrios”. “Ahora se seguirá consultando con los vecinos y se admitirán cambios”, ha reiterado Nacho Murgui. “Se trata de reequilibrar”.
¿Considera adecuado el término comuna? “No”, ha respondido tajante Murgui. “No lo hemos empleado nunca. Es una caricatura interesada de carácter propagandístico”.