Manuela Carmena lleva varios meses carteándose con los arquitectos de Madrid. En una iniciativa con Nueva York en el espejo, el Colegio de Arquitectos generó esta conexión, que ha culminado con un encuentro entre la alcaldesa y quienes le escribieron.
En sus misivas, varios de ellos recordaron a Carmena la importancia de tener presentes a los niños a la hora de construir ciudad. Un aspecto que la regidora ha asegurado tener en cuenta. Para muestra, una idea. La líder de Ahora Madrid ha apostado por 'fabricar' libros de divulgación infantil, que les enseñen "las diferencias entre una casa en Orcasitas [uno de los barrios más humildes de la capital] y otra del barrio Salamanca", paradigma de las boutiques, los restaurantes de lujo y los salones de postín.
¿Qué es Orcasitas?
Orcasitas, el barrio mencionado por Carmena, pertenece al distrito de Usera y aloja alrededor de 20.000 personas. Nació a mediados de los cincuenta y se nutrió de los flujos migratorios de la población rural de La Mancha y Extremadura.
En los ochenta, fue uno de los territorios más golpeados por el 'boom' de la heroína y, treinta años después, permanece como uno de los lugares más combativos de la ciudad. Allí, varias fundaciones trabajan para erradicar la exclusión social, los conflictos étnicos y las adicciones.
Con esta medida, este libro divulgativo para niños, la alcaldesa colocaría en una misma imagen las dos caras de la ciudad: el Madrid de los ricos y el de los pobres. Una política acompasada con el Fondo de Reequilibrio Territorial, prioridad del Gobierno municipal, y que tiene como objetivo reducir las diferencias entre barrios.
La crítica de Carmena a los medios
El urbanismo entraña una de las batallas políticas más intensas de esta legislatura. De momento, el Ayuntamiento cosecha dos éxitos importantes: el desbloqueo de la remodelación del Santiago Bernabéu y la construcción del nuevo estadio del Atlético de Madrid. Como tarea pendiente, la operación Chamartín, enquistada desde hace más de veinte años.
Sobre las críticas de la oposición, Carmena ha mostrado su interés en el urbanismo y ha apostado por "ponerse el casco y visitar las obras". También ha criticado a los medios de comunicación, por generar la sensación de que "se construye con una palmada". "Es muy difícil", ha explicado la alcaldesa.
¿Concurso de operaciones a corazón abierto?
Juan Mera, director de la Escuela de arquitectura de Toledo, en una especie de monólogo humorístico pero reivindicativo, ha logrado la ovación de los presentes. Ha pedido al Gobierno municipal que contribuya a limpiar la mala imagen que la burbuja inmobiliaria sembró sobre esta profesión. "La gente tiene la sensación de que somos caros y nos llevamos comisiones de los muebles".
Este profesional ha pedido a la alcaldesa que anime a los madrileños a contratar servicios arquitectónicos. Debido a la crisis, ha relatado, se ven relegados a los concursos públicos como 'modus vivendi'. "¡No podemos estar trabajando gratis! -hace referencia a los concursos perdidos, para los que se elaboran proyectos que caen en saco roto- ¿Usted ha visto entre los médicos concursos de operaciones a corazón abierto?
El resto de reivindicaciones
En una iniciativa debutante, intentada sin éxito en Buenos Aires, Bogotá y México, donde el alcalde no respondió a las cartas de los arquitectos, Carmena ha escuchado las reivindicaciones de medio centenar de profesionales.
En el pabellón de los jardines de Cecilio Rodríguez, acostado en el parque de El Retiro y con los 'saludos' de los pavos reales como banda sonora, los arquitectos han pedido a la alcaldesa "carriles bici más seguros". "Vamos con los niños al colegio", han comentado.
Carmena, que ha contestado a todas las cartas, ha confesado su "ignorancia urbanística" entre risas: "Quizá haya dicho varios disparates". En este punto, ha abierto la puerta a contratar arquitectos para que den clases al equipo municipal y asesorarle en la tarea de construir ciudad.