Pablo Iglesias y Rubén Juste nunca han hablado. Ni siquiera se han visto. Sin embargo, este martes el líder de Podemos presentará en sociedad el libro Ibex 35, una historia herética del poder en España (Capitán Swing, 2017), escrito por este joven sociólogo -nacido en 1985- que ha investigado durante seis años las entrañas de las grandes empresas patrias.
Durante el pasado fin de semana, Iglesias tuiteó desenfrenadamente sobre el contenido de este libro que no deja títere con cabeza entre las principales empresas, la Corona, los grandes medios de comunicación y la "casta" PP-PSOE. Es, por decirlo así, un manual perfecto para que el secretario general de Podemos desempolve su discurso originario de impugnación del régimen político surgido tras la Transición. Por ahora, parece su obra de cabecera. De hecho, Iglesias ha escrito que "todo el mundo debe leer este libro" porque "tres páginas de Juste dicen más de cómo funciona el poder que cualquier Telediario que veas hoy".
La obra es un retrato tan descarnado como absorbente, tan demoledor como documentado del grupo de las 35 principales empresas de España y, sobre todo, de sus vínculos -algunos conocidos y otros oscurecidos- con los poderes político y mediático. Esas élites están en el punto de mira de este autor que huyó de España en plena crisis y que no esconde su ideología en los artículos que publica en Contexto.
A lo largo de 300 páginas, Juste repasa la historia del selectivo. Así, cuenta, apoyado en multitud de datos que ha escarbado durante años, que Carlos Solchaga fue su principal muñidor en tiempos de Felipe González, que José María Aznar agrandó a este lobby repartiéndolo a sus amigos, que José Luis Rodríguez Zapatero también ensanchó al monstruo y que Mariano Rajoy le creó un cortocircuito al Ibex, sí, pero para abrir las puertas a los fondos extranjeros que ahora se han introducido en el selectivo.
Algunos ejemplos que expone Mario Conde sobre la relación entre banqueros y políticos preceden a los ataques directos contra los vínculos entre Aznar y Miguel Blesa o Zapatero y Emilio Botín. También desfilan por este libro el ascenso a los cielos de "los hijos de Ibercorp", los manejos del todopoderoso Carlos Slim o la batalla de Juan Luis Cebrián para evitar que le echen de Prisa.
Abrumado por la publicidad que le está haciendo Pablo Iglesias, Juste repasa algunos puntos de su obra en una breve conversación con EL ESPAÑOL.
En su libro, usted coloca a Carlos Solchaga como el personaje clave en un traspaso de poderes de las élites del franquismo a las élites de la democracia. ¿Por qué?
Tiene que ver con su posición privilegiada. Apareció y ocupaba una posición estratégica, era de los pocos que tenía relación con el entramado franquista. Conocía el Banco de España y ya conocía las familias que controlaban el poder económico. Cuando entra en el PSOE no es solo un economista, sino que lleva unas relaciones determinadas que le permiten a Felipe González tener un canal directo con unas élites que no podría tener de otra forma. Y dentro del gobierno puede tejer una red empresarial a su voluntad, gracias a su capacidad de reordenar el sector industrial y financiero.
Un capítulo del libro proviene de una entrevista con Mario Conde. ¿Por qué le ha dado ese papel al exbanquero?
Principalmente porque es el único que se ha atrevido a hablar sobre lo que sucede en las altas esferas. Sabemos que existen 35 empresas que conforman el Ibex, pero desconocemos cómo funcionan entre bambalinas. Es una fuente de primera mano. El gobernador del Banco de España se niega a hablar de lo que ha sucedido en los últimos años, por ejemplo. Personas como MAFO o De Guindos no hablan en sus libros sin tapujos de lo que sucede ahí. No me paro a juzgar lo que ha hecho o lo que no Mario Conde, no hay trato de favor.
Una de las principales tesis del libro es situar a la Corona, en especial al rey Juan Carlos I, como nexo necesario entre esas élites del franquismo y la democracia...
Hay relaciones objetivas entre la Corona y el Ibex. Ahí estaban el primo del Rey y miembros del primer gobierno seleccionados por él. Y también hay jefes de la Casa del Rey que acaban luego en el Ibex. En mi libro trato de reflexionar sobre como distintos lugares o áreas del estado tienen una cierta conexión con determinadas empresas. La figura del Rey ha estado muy involucrada con aventuras empresariales, desde la primera sociedad anónima en España hasta ahora, cuando se erige como representante de primer nivel de empresas del Ibex 35. Se trata de reflexionar sobre lo que significa la Monarquía en la formación de grandes empresas. El Rey representa una continuidad de una estructura empresarial que se nutre de sus favores.
También señala usted en muchas ocasiones los vínculos entre los medios de comunicación y el Ibex...
Hay una relación objetiva: son accionistas. Por ejemplo, Telefónica y Santander participan del grupo Prisa. Y teniendo en cuenta que Prisa es una empresa deficitaria, habría que ver qué beneficio reporta ser accionista de ella. Ahora se vive una transición en el poder que tiene el Ibex en los medios de comunicación. Les queda Telefónica, pero Prisa representa esa transición.
¿Cuánta libertad hay para que los medios hablen del Ibex 35? Porque usted también hace hincapié en la relación entre las grandes empresas y Atresmedia y Mediaset.
Sí, se trata de las dos principales empresas de telecomunicación, que además son sancionadas por Competencia por infringir reglas de concentración... Su relación es muy estrecha con el Ibex, hay accionistas cruzados y consejeros comunes. Esto hace muy difícil en España hablar del Ibex 35. Además, no ocurre solo con Atremedia y Mediaset, porque muchos medios tampoco hablan de las grandes empresas. No se investiga sobre las empresas, es como si esto fuera una tradición en España. Quiero alentar eso con el libro, que no es la verdad absoluta sobre el Ibex, pero es el primero que habla realmente sobre cómo se han construido el Ibex. Habría mucho que reflexionar sobre los medios y el Ibex...
En el libro repasa la historia del Ibex. Empezó a funcionar con González y creció su poder con Aznar y Zapatero. ¿Ha sido sido Rajoy el presidente que más daño le ha hecho al Ibex?
Rajoy crea un cortocircuito en el Ibex, que había sido el guardaespaldas de la política. Cuando firma el memorándum de entendimiento en 2012 lo que hace es machacar a Fainé, el primer aliado de Aznar. Después, hubo conversaciones entre Fainé y Rajoy para suavizar las medidas que afectaban al banco. Rajoy ha significado cortar ciertos mecanismos de privilegios de una cierta de élite que lo tuvo todo con González y Aznar. Pero no ha cortado los privilegios del Ibex 35. Rajoy, aliado con De Guindos, ha posibilitado que los fondos extranjeros se lleven el pastel. De Guindos es el gran artífice de la apertura del campo económico para actores extranjeros.