Ni dimisiones, ni destituciones. La polémica originada por la emisión de un programa en ETB-1, en el que en un tono pretendidamente humorístico se ofendía a la españoles, tachándoles de “fachas”, “catetos”, “chonis” y falsos “progres”, se salda sin dimisiones ni destituciones en el ente público vasco.
El Gobierno de Íñigo Urkullu, que se ha desmarcado de sus contenidos, considera “suficiente” la petición de disculpas realizada por EiTB en un comunicado, en el que tras el revuelo originado anunciaba también la retirada del programa y se comprometía a introducir mecanismos de control para el respeto a la pluralidad de los contenidos televisivos.
Maite Iturbe, como directora general de EiTB, seguirá en su puesto acompañada de todo su equipo, incluido el director de ETB, Eduardo Barinaga, responsable último de la programación que emiten las dos cadenas de la televisión vasca. Barinaga llegó a ETB procedente de Baleuko, una de las productoras habituales de la “casa”, y en su pasado, que ahora sale de nuevo a relucir, figura su participación en movimientos pro-amnistía y una detención en 1979 por integrar un presunto comando informativo de ETA militar.
RESPALDO A ITURBE Y BARINAGA
El Gobierno vasco mantendrá a Iturbe y Barinaga al frente de sus distintas responsabilidades, desoyendo las peticiones de cese del PP y Ciudadanos, según ha expuesto este martes su portavoz, Josu Erkoreka, que ha dado por buena la reacción de EiTB.
“La clave está sobre todo en el compromiso asumido por EiTB para revisar los mecanismos de control interno de manera que este tipo de situaciones no se vuelvan a producir”, ha asegurado Erkoreka, que ha desviado la adopción de otro tipo de medidas al debate parlamentario sobre el modelo del ente público de comunicación, fuertemente cuestionado.
De las palabras de Erkoreka se desprende que el Gobierno vasco no descarta introducir cambios en el futuro en la dirección de EiTB, pero que no lo hará a petición de los grupos de la oposición y como resultado de un episodio concreto, sino que esperará a los trabajos de la ponencia de la Cámara vasca, lo que dilata el plazo casi “sine die” ya que el foro ni siquiera está constituido.
El modelo de EiTB no sólo será sometido a revisión por las críticas que recibe sobre su “sectarismo” y “falta de imparcialidad y pluralidad”, sino por los contenidos de su programación, su baja audiencia, su elevada plantilla y los costes de financiación, ya que en 2017 consumirá más de 120 millones del presupuesto del Gobierno vasco. Razones por las que en 2015 dos tercios de la anterior Cámara legislativa reprobaron la gestión de Iturbe, a quien ahora vuelve a blindar el Ejecutivo, y pidieron su dimisión.
La reforma de EiTB está incluida en el acuerdo programático de gobierno suscrito por PNV y PSE-EE y es, por tanto, motivo de exigencia de los socialistas, que apoyaron hace dos años la reprobación de Iturbe y se han quejado ahora formalmente ante sus socios por la emisión del programa en el que se ridiculizaba a los españoles.
TORMENTA POLÍTICA
Euskalduna naiz, eta zu? (Soy vasco, y tú?) se emitió el 8 de febrero en la cadena en lengua vasca, ETB-1, pero la polémica no saltó hasta que las redes sociales difundieron el fin de semana pasado diferentes extractos del programa considerado humorístico por sus autores.
En ellos diferentes entrevistados- locutores, actores, deportistas, feministas…- opinaban de forma despectiva sobre España y los españoles, a los que se empezaba definiendo bajo los estereotipos de “facha”, “paleto”, “choni” y “progre del 68”. Los interpelados los consideraban “culturalmente atrasados” o “ignorantes” y despreciaban el himno o la bandera española, diciendo que les daba “asco” o “ganas de vomitar”.
Ante la lluvia de críticas y reacciones el Gobierno vasco se desmarcó del contenido, diciendo que no lo compartía “en absoluto”, mientras el PSE-EE pedía la retirada del programa de la web de EiTB por “no respetar la pluralidad de sentimientos e identidades “, presentar una “imagen insultante” hacia el resto de España, y a Euskadi como si fuera una comunidad “ajena” al Estado español.
El PP consideró que ese tipo de manifestaciones “incitan al odio a los españoles” y anunció su intención de denunciar el tema ante instancias europeas, al igual que hizo también el colectivo de víctimas Covite. Mientras, Ciudadanos y UPN coincidían con el sindicato policial SUP en solicitar la intervención de la Fiscalía por si existieran indicios de la comisión de un delito de odio.
La polémica suscitada obligó a una de las entrevistadas en el programa, la actriz Miren Gaztañaga, a matizar su intervención y disculparse por sus manifestaciones tras los llamamientos en redes sociales a boicotear la película "El guardián invisible" en la que tiene un papel secundario.
Ante la tormenta política desatada el propio lehendakari, Íñigo Urkullu, se vio forzado a intervenir el lunes desde Burdeos para no dejar ninguna duda sobre la postura de su Ejecutivo.
“No solamente entiendo y comprendo, sino que como persona y como lehendakari hago mío el sentimiento de ofensa que muchos ciudadanos hayan podido percibir, no sólo en España sino también en la Comunidad Autónoma vasca y en la Comunidad Foral de Navarra”, expresó con mucha más contundencia con la que se manifestó su consejero de Cultura, Bingen Zupiria, o su partido, el PNV.
EiTB, que el sábado se amparaba en una nota en el contenido de “humor” del programa, pedía disculpas dos días después y aceptaba el argumento de Urkullu de que determinados comentarios eran “ofensivos”, aunque insistía en la visión “distorsionadora” transmitida con su resumen. También anunciaba las medidas de control exigidas por el PSE-EE para que desde los contenidos programados “se contribuya a la normalización, al respeto y a la cohesión social”.
En base a ese segundo comunicado, el Gobierno vasco considera que la respuesta dada es “suficiente”, porque se ha reconocido el “error” y puesto medidas para evitar su repetición y rechaza destituir a los responsables del ente público.
Sobre las iniciativas anunciadas ante Europa y la Fiscalía, su portavoz , Josu Erkoreka, ha afirmado que cada uno es libre de acudir a cualquier instancia pero ha dudado de que lo emitido pueda inscribirse en el ámbito de los delitos de odio. No obstante, ha puntualizado, que serán los jueces quienes deban pronunciarse si las denuncias llegan finalmente a los tribunales.
Dónde si llegará de nuevo el debate sobre el polémico programa es a la Cámara vasca, ya que el PP ha solicitado que el lehendakari y su consejero de Cultura comparezcan para dar explicaciones sobre lo sucedido.