Nieves cree que lo vio. Fue después de comer, no recuerda la hora exacta. Era un grupo de siete u ocho personas. “Las mujeres delante, los hombres detrás. Rodeaban las instalaciones”. Lo cuenta al caer la tarde, ante la mirada de su marido, que asiente con energía. Habla de forma atropellada, como si se tratara de un fenómeno paranormal. Está casi segura de que era él, pero no puede confirmarlo. ¿Llevaba el pelo blanco y frondoso? “Sí, uno de ellos, sí. De verdad, creo que era Richard Gere”.
La visita a Alcorcón del conquistador de Pretty Woman ocurrió. Fue el martes 14 de febrero, el mismo día que despachó con Carmena en la Plaza de Cibeles. Llevaba un traje oscuro, el pelo mal domado hacia atrás –una vecina dice que eso le encanta– y una bufanda parda sobre los hombros. Del brazo, Alejandra Silva, su pareja, una empresaria española de treinta y cuatro años. El objetivo: instalar el mayor centro budista de Europa en este municipio madrileño de 170.000 habitantes.
El socialista Enrique Cascallana, antes de dejar la alcaldía en 2011, construyó el Centro de Creación de las Artes (CREAA): más de 66.000 metros cuadrados, nueve edificios concatenados, un circo, un auditorio para casi 2.000 personas… Pero el dinero se acabó, y aquel proyecto que iba a ser “más que el Guggenheim” es sólo un conjunto de cubiertas a medio hacer, casetas de obra y chapa amontonada alrededor de un esqueleto que costó cerca de 100 millones de euros. Faltan otros 40 millones para culminar la obra, pero ni siquiera se ha proyectado un uso para este complejo de aire moderno que arruinó un parque, varias zonas verdes y una biblioteca. Nadie quería quedarse con el CREAA… Hasta que apareció Richard Gere.
Así fue el flechazo
Fue un flechazo. Gere contactó con el acalde de Alcorcón, ahora del PP, para visitar las obras como emisario de un fondo de inversión del que forma parte, dispuesto a invertir 200 millones y cambiar la cara del CREAA. Según ha podido saber EL ESPAÑOL de fuentes municipales, el actor demostró haber repasado los informes de inversión: “Sabía adónde venía y conocía las ventajas e inconvenientes del proyecto”. También lo describen como “un agente activo y con capacidad de decisión”. “No es sólo una cara bonita o un rostro visible, nada de eso. Además, tiene hilo directo con el Dalai Lama”.
Lo lleva compartiendo muchas décadas. Richard Gere sitúa en sus veinte años la semilla de la religión que ahora practica. “Estaba buscándome, era incapaz de encontrar un sentido al universo. El budismo me enseñó un camino para vivir sin miedo, me quitó el temor a explorar y a descubrir, ayuda a comprender la verdad de uno mismo y de las cosas que le rodean”, dijo en una entrevista que precedió el estreno de una de sus películas.
La federación budista española, entusiasmada
Con su desembarco en Alcorcón, Gere ha entusiasmado a la Federación de Comunidades Budistas de España. “Dada la trayectoria de Gere, tiene buena pinta. Y sí, ¿por qué no Alcorcón?”, empieza Luis Morente, abogado de esta entidad. “Nos enteramos por la prensa, él es muy amigo del Dalai Lama, seguro que están perfectamente coordinados”.
Experto con dilatada trayectoria en la religión budista, traza así el retrato de esta confesión: “Se implantó en España a principios de los 70, con motivo de la diáspora de maestros tibetanos que huyeron del Tíbet tras la invasión de los chinos. Actualmente contamos con 85.000 practicantes y más de 300 centros. El pacifismo y la meditación han puesto de moda el budismo, un adolescente que está creciendo muy rápido”.
"¡Seguro que aquí no hay un solo budista!"
Tan rápido que ha cogido por sorpresa a los vecinos que pasean justo enfrente del CREAA. “¡Pero si seguro que no hay un solo budista en Alcorcón!”, dice uno. Otro, que se confiesa profundamente católico, alaba la iniciativa de Gere: “Me interesa mucho todo lo oriental. Creo que es una buena idea traer el budismo, seguro que aporta cosas buenas”.
Pero el río de opiniones, más allá de estos dos, poco tiene que ver con el hipotético templo budista. Importa Richard Gere, su visita en la sombra. “Mira, yo no tengo claro que haya estado aquí. Creo que todo es un bulo”, se despacha una señora. Pero ahí está Nieves para relatar lo que vio desde el balcón, aquel tipo con cabellera blanca que paseaba alrededor del CREAA poco después de comer.
“¿Richard Gere? ¡Un gilipollas! ¿Pero a quién se le ocurre semejante majadería? Habría que vender esto y repartirlo entre los pobres”, se sincera un hombre que ha pedido caña, patatas fritas y croquetas. Su hija le responde: “Si me lo llego a cruzar… Le hubiera gritado ¡tío bueno! Qué pena, nadie avisó”.
Gabi, a pocos metros de la valla del CREAA, alerta: “Quizá mis palabras no sean para un noticiero”. Se ríe. Después, con acento argentino alaba la percha de Gere y las películas que la enamoraron. Aunque la palma se la lleva otra chica que asegura haber visto Pretty Woman más de treinta veces: “Es mi favorito, no tengo dudas”.
¿Habrá acuerdo entre Gere y Alcorcón?
La visita fantasma de Gere ha colocado Alcorcón en el periódico y el telediario. Muchos miran hacia las cámaras con un “ah, de eso estábamos hablando”. Pero la noticia puede ser pasajera si el actor no llega a un acuerdo con el Ayuntamiento. ¿Qué falta para que se firme un acuerdo definitivo?
El alcalde de Alcorcón, David Pérez, atiende a este periódico en Vallecas, en la Asamblea de Madrid, donde también es diputado. Empieza presumiendo de las características que hacen atractiva la localidad que gobierna: “Existe muy buena conexión con tres núcleos clave. Madrid capital, la zona de Pozuelo y Majadahonda y el sur metropolitano. Además, atraviesan la ciudad varias carreteras nacionales y regionales”.
En términos de inversión, destaca que Alcorcón “tiene el Impuesto de Bienes Inmuebles más bajo de los grandes municipios de la Comunidad de Madrid. Bonificamos y primamos a quien crea empleo. También hemos reducido la burocracia y hemos mejorado la seguridad”.
Pérez insiste en que la propuesta de Gere no es un templo de uso estrictamente religioso: “Tendrá un gran afán cultural, será más una sede institucional”.
¿Cuajará esta vez?, se preguntan los vecinos después del frustrado Eurovegas y el humo de la NBA o un gran centro de medicina china. “Creemos que le gustó. Sigue habiendo contacto y habrá una nueva reunión, probablemente en mayo”.
Gere volverá a Alcorcón en mayo
La batalla política es engorrosa. Los socialistas acusan al actual alcalde de preferir un proyecto privado y religioso a un conglomerado público que ofrezca educación y cultura. “¡Sólo es humo! No ha puesto ningún papel sobre la mesa. Nuestro escepticismo es lógico. El alcalde tiene poca credibilidad”. A este carro se sube Ganar Alcorcón, por medio de su portavoz: “¿Esto es una broma? Seamos serios. Ha venido Gere, pero no han dicho ni cómo ni para qué ni para cuánto tiempo. Es ridículo”.
Richard Gere, si todo transcurre según lo previsto, volverá a Alcorcón en mayo. Muchas vecinas quieren el templo budista si ese es el precio que hay que pagar para tenerlo como vecino. “Que venga, que venga”. Otros se muestran escépticos: “Oiga, que aquí no hay budistas”. Pero todos coinciden: “¡Sí, sí, de eso estábamos hablando!”.