Cristina Cifuentes, entronizada. Por los suyos, los 'aguirristas' y el propio Mariano Rajoy. Las caras más televisivas del Partido Popular desfilaron en el Congreso regional del partido para alabar las maneras políticas de la presidenta de la Comunidad de Madrid. El líder del Ejecutivo gallego, Alberto Núñez Feijóo, bromeó: "Incluso sabe gobernar en minoría".
Por primera vez, el líder del PP madrileño fue elegido por un sistema a doble vuelta, siendo las primarias -un militante, un voto- el primer obstáculo a salvar. Cifuentes, que ya ha sellado este método en el reglamento, marca un precedente. Dirige tras haber obtenido el respaldo directo de la militancia, una prueba todavía no superada por Rajoy.
El reto
La política madrileña, aunque abrazada por el presidente del Gobierno este fin de semana, incomodó al aparato del partido en febrero, justo antes de celebrarse el Congreso nacional. Como ya había hecho en anteriores ocasiones, reivindicó su deseo de primarias con una enmienda, poniendo en un brete a Rajoy. A cambio de que la presidenta de la Comunidad retirara su propuesta, Génova decidió implantar de ahí en adelante el proceso que acaba de regir el Congreso madrileño.
La victoria de Cifuentes, blindada por el PP, incluso por los 'aguirristas', marca el camino al actual presidente del Gobierno, que tendrá que someterse a primarias si quiere revalidar su cargo.
Déficit de democracia interna
Hasta ahora, Rajoy se ha escudado en que el método de compromisarios reflejaba salud democrática, pero la última vez sólo en el 17% de las sedes de su partido hubo más candidatos que compromisarios, lo que denota que su reválida de febrero poco tuvo de apoyo directo de la militancia.
En Madrid, sin ir más lejos, el PP ha considerado un éxito que 11.000 personas participaran en las primarias, cuando el dato oficial menciona la existencia de más de 94.000 afiliados. Con el objetivo de revitalizar la militancia, Cifuentes ha diseñado una oficina de participación y ha prometido descentralizar la gestión.
Así fueron y serán las primarias
A la manera de lo que ha sucedido en Madrid, cualquier afiliado podrá recoger avales para presentarse a la presidencia nacional del partido. En primera vuelta, todos los inscritos tendrán la posibilidad de elegir su apuesta. En la segunda entrarán en juego los compromisarios, elegidos también en urna. Fue la presidenta de la Comunidad la que arrancó este sistema a Rajoy a cambio de retirar su enmienda en el Congreso nacional de febrero.
"Si alguno de los precandidatos obtuviese más del 50% de los votos y hubiese logrado una diferencia igual o superior a 15 puntos sobre el resto, será proclamado ante el Congreso como candidato único", especifican las reglas. Este fue el caso de Cifuentes, que arrasó al conservador Luis Asúa en esa primera vuelta.
Incluye a dos 'aguirristas'
En su nuevo organigrama, Cristina Cifuentes, ante la sorpresa de muchos, incluyó a dos de los hombres de más confianza de Esperanza Aguirre: Martínez Almeida y Hernríquez de Luna. Éste último incluso se barajó como candidato opositor en las primarias.
Para sus cargos de confianza, replicó el organigrama del Gobierno regional. Nombró secretario general a su vicepresidente y consejero de Justicia, Ángel Garrido, y como coordinador a otro de sus consejeros: Jaime González Taboada.