Manuela Carmena ha renegado del movimiento okupa, el mismo que nutre algunas de las corrientes que la auparon a la alcaldía capitalina. En un desayuno informativo celebrado este martes en el hotel Ritz de Madrid, fue rotunda: "No puede haber un Madrid tercermundista de okupación".
Con estas palabras, la alcaldesa amplía sus diferencias con el sector más izquierdista del Consistorio y da un giro hacia la moderación en lo que a política de vivienda se refiere. Cabe recordar que el 3 de junio del año pasado definió la okupación como "un fenómeno cultural" y apostó por permitirla siempre y cuando los edificios estuvieran vacíos y el dueño no reivindicara sus derechos.
Carmena se refería a movimientos como el del colectivo Patio Maravillas y los comparó a los que se dan "en París, Londres o Berlín". Carmena hizo estas manifestaciones en un momento en el que su concejal Guillermo Zapata estaba siendo juzgado precisamente por un delito de usurpación. Menos de diez meses después, critica que "los problemas se resuelvan en contra de la ley" y asevera que la patada en la puerta "no es deseable para una sociedad desarrollada".
Ganemos: "¡Claro que nos ha sentado mal!"
El cambio de posición es muy claro. Carmena se muestra ahora taxativa y lamenta la okupación tachándola de "tercermundista" e "ilegal". Y como era previsible, sus palabras han agrietado más aún sus relaciones con Ganemos, familia a la que están adscritos casi un tercio de sus ediles.
En conversación con EL ESPAÑOL, un portavoz de este movimiento percibe a Carmena inmersa en "una deriva extraña". "Claro que nos ha sentado mal. Tercermundista es que la gente viva debajo de un puente, no eso. No sé a qué se debe este giro".
Ganemos, una de las corrientes mayoritarias que conforma el Gobierno municipal, acusa a la alcaldesa de situarse cada día más cerca del PSOE y más lejos de sus bases: "Está olvidando qué es Ahora Madrid y su programa. Sus últimas palabras sobre la okupación son abiertamente hostiles con el derecho a la vivienda".
Visiblemente molestos con las palabras de Carmena, los miembros de Ganemos ven en este tipo de declaraciones un problema de largo recorrido: "La alcaldesa nos está generando muchísimas contradicciones. Con Podemos mantenemos diferencias, pero al fin y al cabo hablamos el mismo lenguaje. Aunque nos separen algunas cosas, terminamos llegando a un acuerdo casi siempre. Pero esto no puede ser".
Más allá de las fuentes consultadas por este periódico, Ganemos ha contestado a Carmena de forma institucional con un "no tenemos palabras".
El origen del enfrentamiento
Carmena y Ganemos ya se enfrascaron en una fuerte discusión cuando se estudió la reforma del reglamento que establece las pautas para el acceso a la vivienda pública. Este movimiento reclamaba que los actuales okupas pudieran ser beneficiarios de esa oferta, pero Carmena y el PSOE no lo vieron con buenos ojos. Finalmente se aprobó que cada caso se estudiaría por separado y que sólo se permitiría el concurso a aquellos que estuviesen en situación de extrema necesidad.
En las calles también pudo palparse la lejanía entre la alcaldesa y estas bases. A mediados del último noviembre, el colectivo okupa Patio Maravillas convocó una manifestación en la Plaza del Dos de Mayo en señal de protesta contra el último desalojo policial. Los concejales de Ganemos participaron en esta concentración, que clamó contra Carmena y la puso entre la espada y la pared: "O con nosotros, o con el Gobierno PP-PSOE".
"No nos escucha. Okupamos porque es la única vía que nos queda", dijo una portavoz sobre la alcaldesa. Una vía que ahora Carmena desecha tachándola de "tercermundista" e "ilegal", dejando claro que no la quiere para el Madrid que gobierna.