El Congreso de los Diputados ha vivido este jueves una paradoja sin precedentes: un partido político ha votado a favor de que el Congreso investigue su presunta financiación ilegal. El Partido Popular ha cambiado radicalmente de estrategia para evitar que su minoría quede reflejada en el Parlamento y, en tan solo una semana, ha votado con la oposición asuntos que le perjudican pero que saben que no pueden frenar.
El martes respaldaron una proposición de ley del PSOE que acusa precisamente al Gobierno de Mariano Rajoy de ser culpable de la manipulación de RTVE. Este jueves, los conservadores han votado a favor de crear una comisión de investigación sobre la caja B de su partido y los sobresueldos que el extesorero, Luis Bárcenas, asegura haber dado a toda la cúpula del partido. Es la mayor pesadilla que todavía persigue a Mariano Rajoy.
El Gobierno quiere evitar a toda costa que se convierta en una constante el triunfo de la oposición frente a ellos, los 137 diputados del Partido Popular. Desde el fracaso del decreto-ley de los estibadores, el equipo de Rajoy ha decidido cambiar de táctica para combatir a sus rivales parlamentarios siempre que no tengan asegurados sacar adelante una proposición. Su prioridad ahora es poder aprobar los Presupuestos Generales del Estado en el Parlamento. De momento, ya tienen asegurado el sí de los 32 escaños de Cs, insuficientes para sacarlo adelante.
Despolitizar la televisión
En este sentido, este martes chocó mucho en el Parlamento que el portavoz del PP, Rafael Hernando, anunciara que sus diputados respaldarían la proposición de PSOE que respalda Podemos y Ciudadanos para despolitizar la televisión y las radios públicas.
El Partido Popular montó en cólera cuando la oposición se unió para crear una comisión de investigación sobre la financiación del PP y se negó a analizar las cuentas de otros partidos. Sin embargo, la pataleta apenas les duró unos días.
Este jueves, los diputados de la bancada azul presentes en el pleno sumaron sus votos a los de la oposición para abrir la comisión de investigación que abrirá en canal sus cuentas. Lo nunca visto en el Congreso de los Diputados. En la exposición de motivos de la propuesta aprobada se defiende que la investigación parlamentaria de la financiación del PP resulta "imprescindible" para eliminar "cualquier sombra de duda" sobre el correcto funcionamiento de las instituciones de España más allá de las actuaciones de los jueces.
El PP y su comisión en el Senado
La iniciativa de investigar en sede parlamentaria las cuentas del PP fue una idea conjunta de PSOE, Unidos Podemos y Ciudadanos. Su registro provocó la reacción inmediata de los conservadores, que presentaron un escrito similar en el Senado -donde gozan de mayoría absoluta- para que en la Cámara Alta se analicen los números de todos los partidos políticos.
Los del PP ya se comprometieron con Ciudadanos en las 150 medidas que impusieron como condición previa a dar el apoyo a la investidura de Mariano Rajoy a impulsar la creación de esa comisión en el Parlamento. Sin embargo, hecha la ley, hecha la trampa. El partido de Gobierno quiso convencer a Albert Rivera para abrir ese estudio en el Senado, no en el Congreso, y extender su análisis a todas las formaciones políticas.
El gato se lo llevó al agua Ciudadanos, que acordó con los socialistas y los de Pablo Iglesias sentar al PP en una comisión para rendir cuentas ante los parlamentarios. Todavía está por ver si Mariano Rajoy comparecerá en ella, ya que dependerá del PSOE si se solicita su presencia o no. Los demás partidos ya han dicho que quieren que el líder del PP acuda a la comisión, pero falta por saber hacia dónde inclinan la balanza los socialistas: si para unir sus votos a la oposición o para bloquear su comparecencia, como piden los conservadores.