Jesús Candel no es sólo un médico granadino indignado o cabreado con la gestión pública, que lo está, sino que se ha revelado como un fenómeno social. Lo ha hecho a través de Spiriman, alías desde el que lleva meses defendiendo la sanidad andaluza y azotando al Gobierno de Susana Díaz. Es un habitual de los medios de comunicación y de las redes sociales, donde da buena cuenta de sus denuncias sin pelos en la lengua, apuntando con el dedo y dando nombres y apellidos.
El camino no ha sido fácil, pero con su movimiento ha logrado que el Gobierno andaluz diera marcha atrás a su plan de fusionar varios hospitales y la dimisión de tres altos cargos de la Consejería de Salud. Durante estos meses, Spiriman ha soportado “presiones y amenazas”, pero también ofertas de “todos” los partidos políticos para sumarlo a su causa.
El doctor lo tiene claro: “Nunca en la vida entraré en política, mi lucha está en la calle”. Y adelanta que seguirá dando guerra. En conversación con EL ESPAÑOL, Spiriman cuenta cómo, desde que comenzó su cruzada, dirigentes políticos se han puesto en contacto con él o con personas de su confianza para invitarlo a unirse a sus siglas, ya fuera para sumar adeptos o para “callarme la boca”, como hizo, según sostiene, el PSOE granadino.
Este episodio lo recuerda con precisión. Los socialistas fueron “los primeros” en lanzarle el lazo “a través de un compañero”. Spiriman asegura que un dirigente del PSOE de Granada se reunió con una persona allegada a él y, en el transcurso de la conversación, éste alabó la capacidad comunicativa del médico y le auguró que si se unía al partido “tendrá futuro en el PSOE y su carrera en la sanidad se podría ver impulsada”, sostiene el doctor granadino.
Tras la presunta y oficiosa oferta, el “compañero” de Spiriman lo llamó por teléfono en presencia del dirigente socialista para comentarle estas intenciones, pero dio un rotundo no por respuesta. Esto ocurrió al inicio de la batalla por los recortes sanitarios, cuando este médico había colgado en su red social Facebook apenas “tres o cuatro vídeos”. Por eso cree que este supuesto fichaje sólo fue un intento de “callarme la boca”.
Spiriman rememoró a EL ESPAÑOL otra llamada telefónica también muy significativa. Recuerda que un día sonó el móvil y al otro lado del auricular estaba un alto dirigente del PP andaluz que tenía interés en mantener un encuentro informal con él. “Me dijo que si nos podíamos tomar un café para hablar de los problemas sanitarios, e incluso me comentó que quería que lo asesorara en materia de Sanidad”. La respuesta, la misma: “No”.
"No dan la batalla"
Spiriman se muestra notablemente decepcionado con la clase política. Desde que logró notoriedad y sus seguidores se cuentas por miles, a este médico de urgencias le llegan “muchas informaciones sobre lo que ocurre en Andalucía” y no entiende cómo los partidos de la oposición “no dan la batalla y denuncian, en lugar de callar”. “Mi color es el blanco y nunca en la vida me voy a sumar a un partido”.
Está convencido de que la lucha hay que hacerla y vencerla desde la calle como ha ocurrido en Granada, que ha logrado mantener sus dos hospitales. Y avisa de que no va a parar, que va a seguir denunciando “las barbaridades que comete el Gobierno andaluza” a través de las redes sociales. “Ya tengo preparado algunos vídeos que iré subiendo a Facebook próximamente, y habrá más, esto no ha terminado”.
La vía judicial será el siguiente paso. Desde el pasado febrero, Spiriman lidera la asociación Justicia por la Sanidad, cuyo propósito es denunciar ante los tribunales las supuestas irregularidades de la Junta en materia sanitaria bajo el asesoramiento del ex fiscal Carlos Castresana, que denunció al dictador chileno Augusto Pinochet y al alcalde de Marbella Jesús Gil.
Proceso judicial
Spiriman, no obstante, ya se encuentra inmerso en un proceso judicial por la querella que le interpuso el entonces viceconsejero de Salud, Martín Blanco, por calumnias e injurias. En el acto de conciliación previo, el médico granadino no se retractó de sus supuestas acusaciones contra el alto cargo de la Junta, pero “de momento no he vuelto a tener noticias sobre el asunto”, asegura a EL ESPAÑOL.
Su próxima para será en Huelva el próximo 23 de abril. Spiriman anima a todos los andaluces a “apoyar a Huelva” porque es “fundamental” la solidaridad entre provincias y afirma que esta ciudad en concreto es la “gran abandonada" en materia sanitaria en Andalucía. Así, recuerda que en Granada consiguieron frenar la fusión hospitalaria, por lo que no es entendible que “se pare en una provincia y no en otra, como Huelva”.