Bruselas

En plena escalada verbal de Reino Unido contra España a propósito de Gibraltar, el Peñón ha encontrado aliados inesperados en el Parlamento Europeo: los partidos independentistas catalanes. Los eurodiputados de Esquerra Republicana y del PdeCAT, la antigua Convergència, han promovido enmiendas para tratar de incluir una referencia expresa a Gibraltar en la resolución que ha aprobado este miércoles la Eurocámara con el fin de fijar sus líneas rojas en las negociaciones del brexit.

En concreto, los miembros de la coalición Junts Pel Sí pretendían resaltar que los gibraltareños votaron de forma muy mayoritaria (95,6%) quedarse en la UE en el referéndum del 23 de junio. Un argumento que el ministro principal, Fabián Picardo, ha utilizado para reclamar un estatus especial en la Unión cuando se vaya Reino Unido. También pedían proteger específicamente los derechos de los 10.000 trabajadores fronterizos que se desplazan diariamente de España al Peñón. 

Pero el pacto alcanzado entre los líderes en la Eurocámara del PP, Esteban González Pons; PSOE, Ramón Jáuregui; y Ciudadanos, Javier Nart; ha impedido que el intento de los independentistas catalanes prospere. La referencia a Gibraltar -impulsada por los eurodiputados de ERC, Josep-Maria Terricabras y Jordi Solé, y el representante del PdeCAT, Ramon Tremosa, así como otro medio centenar de parlamentarios, en su mayoría británicos (ningún otro español)- ha sido rechazada por 440 votos en contra, 209 a favor y 48 abstenciones.

La resolución sobre el brexit del Parlamento -consensuada entre populares, socialistas, liberales, izquierda radical (grupo del que forma parte Podemos) y verdes- no menciona en ningún momento al Peñón porque se trata de "una cuestión bilateral que tiene que ser resuelta entre Gran Bretaña y España", según explica a EL ESPAÑOL Javier Nart. Y Picardo "no tiene absolutamente nada que decir, porque tendrá que contárselo a los británicos, que nos lo contarán a nosotros". El texto final se ha aprobado por una abrumadora mayoría de 516 votos a favor, 133 en contra y 50 abstenciones.

También los líderes de los 27, en sus directrices de negociación, han otorgado a España poder de veto sobre las relaciones futuras entre Gibraltar y la UE. Un cambio de posición que ha enfurecido a Reino Unido. El exlíder tory Michael Howard ha dicho que la primera ministra, Theresa May, estaría dispuesta a ir a la guerra por el Peñón. Pero May ha rebajado la tensión y se ha tomado a risa esta retórica bélica.

¿Perjudicar a España?

"Que los separatistas estén planteando Gibraltar como única cuestión en el largo texto sobre el brexit es la mejor prueba de que su único interés es el perjuicio de España, lo que me parece de una gigantesca miseria moral. Serían felices de cortarse un brazo si perdemos dos dedos", señala el portavoz de Ciudadanos.

"No van a tener el menor de los éxitos y están quedando en una absoluta evidencia. Yo les estoy inmensamente agradecido por el extraordinario trabajo que hacen para mantener alto el prestigio de España y su propio desprestigio. No hace falta que contribuyamos los demás, lo hacen ellos solos", insiste Nart.

Tremosa, el eurodiputado del PdeCAT, niega que su intención sea socavar la posición negociadora de España en el brexit. Al contrario, sostiene que lo que le preocupa es que se respeten los derechos de los trabajadores fronterizos y también la voluntad mayoritaria de los gibraltareños a la hora de decidir su futuro.

"Yo no estoy erosionando nada. Comparto la posición realista del ministro Alfonso Dastis cuando recomienda un brexit blando y pide incluir los servicios financieros en el futuro acuerdo comercial. Porque España tiene inversiones multimillonarias en Gran Bretaña ", afirma Tremosa en declaraciones a EL ESPAÑOL. 

"Para mí, no se puede ignorar la voluntad de los gibraltareños. Porque si toleramos esto, tenemos situaciones como lo que pasa en Cataluña, donde hay una mayoría social creciente a favor del referéndum y esta voluntad es olímpicamente ignorada por el Gobierno de Madrid", alega el eurodiputado del PdeCAT.

"Los gibraltareños decidieron casi por unanimidad mantenerse en la UE y la intromisión española en beneficio propio no hace más que dificultar cualquier negociación con Reino Unido en lugar de ayudar a encontrar soluciones. El futuro de los gibraltareños sólo lo tienen que decidir los propios gibraltareños, ni Madrid ni Londres", ha dicho en un comunicado el portavoz de ERC, Terricabras.

"No queríamos hacer una enmienda sobre Gibraltar. Sólo recordar un hecho: que los gibraltareños votaron quedarse en la UE, como Irlanda del Norte y Escocia. La influencia de los diputados españoles lo ha impedido. Es extraño que no quieran reconocer los hechos que sabe todo el mundo", dice Terricabras a este periódico. Tanto él como Tremosa consideran "fuera de lugar" la retórica belicista británica.

Acabar con los privilegios

Nart insiste en que Gibraltar es "una colonia en territorio europeo" que debe ser objeto un proceso de descolonización y "al que no se le aplica el principio de autodeterminación sino la integración territorial". 

"Pero sobre todo el problema de Gibraltar es un problema de acabar con sus privilegios que gravitan sobre España. Por eso, cuando los separatistas plantean cualquier medida que complique la situación a España o la dificulte, se están creando un problema, porque la plataforma financiera gibraltareña también actúa respecto a ellos", sostiene el eurodiputado de Ciudadanos.

Para él, el acuerdo alcanzado en la Eurocámara entre PP, PSOE y Ciudadanos sobre el brexit es una muestra de que los tres partidos son capaces de aparcar sus "grandes diferencias" para hacer frente a "problemas comunes". La actuación de C's ha tenido una "importancia grande" en este pacto porque ha ejercido de interlocutor con el redactor de la resolución Guy Verhofstadt, presidente del grupo liberal, al que está adscrita la formación naranja, y también portavoz del Parlamento para el brexit.

"En este sentido, no hay posición PP, no hay posición PSOE ni hay posición Ciudadanos. Hay una posición común de lo que se puede llamar la ciudadanía española, que tiene un interés común: evitar ser víctima de una comunidad parasitaria que vive de los privilegios que consigue", resalta Nart.

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