La familia Ruiz-Mateos intentó en 2008 vender su deuda frente al Estado al Banco Vaticano. Y lo hizo ,tal y como reveló EL ESPAÑOL, tras el fracaso de las negociaciones con el gobierno venezolano, que intentó comprar también estos derechos de cobro tras en el encontronazo en el que en rey Juan Carlos mandó callar al presidente venezolano Hugo Chávez. Tras la ruptura de las negociaciones con los bolivarianos, los gestores a los que José María Ruiz-Mateos encargó la operación en Alemania buscaron una nueva solución. Otro postor interesado.
Según la documentación consultada por EL ESPAÑOL, los gestores de la familia Ruiz-Mateos, que siempre pretendió cerrar la operación fuera de España para que no fuera detectada por el Gobierno, contactaron con una de las instituciones más acaudaladas del planeta, el Vaticano. Su interlocutor fue el cardenal Rainhard Marx, principal asesor financiero del Vaticano y actual presidente del Consejo Económico creado por el Papa Francisco. Según la documentación de la operación, que también fue abortada por la falta de interés del Vaticano, otro de los interlocutores fue el banco de inversión estadounidense AMG Assets Management.
Su historia con el Opus Dei
No era la primera vez que la familia Ruiz Mateos acudía a la Iglesia para intentar salvar sus problemas financieros. De reconocida relación con el Opus Dei, Ruiz-Mateos donó incluso 10,6 millones de euros a la institución antes de que el Estado decretara la expropiación de Rumasa. Después, el empresario jerezano intentó buscar el amparo y la protección de sus compañeros en la organización religiosa. Pero no lo encontró, hasta el punto de lanzar en 1996 una dura campaña de ataques a varios miembros del Opus Dei que ocupaban cargos de responsabilidad en distintas entidades bancarias tras su negativa darle financiación.
En 2008, los hijos del patriarca intentaron que fuera el Banco Vaticano quien desembolsara los más de 2.000 millones de euros que según ellos costaría conseguir los derechos de cobro sobre el Estado español de 208 procedimientos judiciales. Según sus estimaciones, los litigios debían arrojar indemnizaciones superiores a los 15.000 millones de euros, tras la diferencia entre el precio ofrecido por los juzgados al revertir la expropiación de Rumasa y el valor real que el holding tendría a día de hoy en el mercado.
La respuesta del cardenal alemán Rainhard Marx, uno de los miembros del G-8 vaticano, el círculo más cercano al actual papa, fue de simple negativa. Una vez más, la Iglesia no consideró interesantes los negocios de los Ruiz-Mateos. En 2013, fue el Tribunal Supremo quien dictó que la familia no tenía derecho finalmente a recibir ese dinero.