"Capitán: ¡Mande firmes!". Carme Chacón (1971-2017) será recordada, entre otras cosas, por ser la primera ministra de Defensa y la primera embarazada en pasar revista a las tropas. Era el 14 de abril de 2008 y el segundo Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero. Ese día le cedía el testigo en el Ministerio José Antonio Alonso, fallecido en febrero por un cáncer de pulmón. Su muerte llega tras la muerte la semana pasada de Elena de la Cruz, consejera de Fomento de Castilla-La Mancha, que con 44 años murió a causa de una leucemia fulminante. El PSOE no gana para disgustos.
La noticia cortocircuitó el socialismo español en la tarde de este domingo. Había sido encontrada muerta en su casa de Madrid. Sufría de una cardiopatía. Numerosos dirigentes socialistas, que la saludaron como siempre en el último acto multitudinario al que asistió, la presentación de Susana Díaz como candidata al liderazgo del PSOE, el 26 de marzo, asistieron con incredulidad a la muerte de la exministra, exvicepresidenta del Congreso y hasta hace menos de un año diputada. Este periódico pudo conversar con ella recientemente y ella aseguraba estar ilusionada por la candidatura de Díaz.
Deja a un hijo, Miquel, de menos de 10 años. Pese a sus vaivenes políticos, incluyendo su derrota en las primarias por el liderazgo de 2012, atesoraba una valiosa trayectoria política y una juventud política prometedora. Según una fuente cercana a Chacón, este domingo había quedado a comer con amigos. No apareció y eso hizo saltar la alarma. Fue encontrada muerta en su domicilio de Madrid por la tarde.
La biografía de Chacón ha estado marcada por decisiones políticas de alto voltaje que explican su trayectoria.
1. Apoyar a Zapatero como líder del PSOE
Con 29 años, Chacón apostó por el caballo ganador. Formó parte de Nueva Vía, el grupo de socialistas que en el año 2000 apostó por José Luis Rodríguez Zapatero como líder del PSOE cuando José Bono, el expresidente de Castilla-La Mancha, era el máximo favorito. Zapatero ganó por nueve votos y dio paso a una nueva etapa en el socialismo español, que llevaba cuatro años a la deriva, tras la salida del Gobierno de Felipe González, y que tardaría menos de cuatro en volver a instalarse en la Moncloa.
Ese grupo o lobby interno sería el embrión de los Gobiernos de Zapatero. Lo integraban, entre otros, Jesús Caldera, José Blanco o Trinidad Jiménez, Jordi Sevilla o Juan Fernando López Aguilar, que llegaron a ser ministros socialistas.
2. Aceptar Defensa estando embarazada
La imagen recorrió el mundo. Una mujer en medio de un Ejército lleno de hombres. Era el año 2008 y Chacón había pasado antes por el Congreso como diputada y vicepresidenta, y después, brevemente, por el Consejo de Ministros como ministra de Vivienda.
Pero esto era distinto. Su cardiopatía congénita no la frenó ni para ser madre ni para asumir uno de los ministerios de más peso, que incluye viajes y gestión de crisis. Unos días después de tomar posesión no dudó en viajar, pese a su avanzada gestación, a Afganistán a pasar revista a las tropas.
3. No luchar por ser presidenta en 2011
La carrera política de Chacón iba in crescendo y ella en ningún momento ocultó su ambición de llegar a la cúspide del poder político. Siendo ministra de Defensa, tuvo que decidir si competía por la candidatura a las elecciones generales del 2011. Las reglas del PSOE obligan a hacer primarias entre los candidatos. No sólo se aplica al liderazgo del partido (eso se instauró en 2014, en el congreso que ganó Pedro Sánchez) sino también al cabeza de cartel a La Moncloa.
En la sede del PSOE anunció su decisión inmediatamente después de la debacle para el partido en las municipales y autonómicas de ese año, donde el PP logró un resultado histórico que sería sólo el prólogo de su victoria en las elecciones generales en noviembre de 2011. "He tomado la decisión de no concurrir a las elecciones primarias para elegir al próximo candidato a presidente de Gobierno", dijo. Pero, fiel a su estilo, lanzó indirectas a sus rivales. "Hemos asistido a una escalada que pone el riesgo la unidad del partido, la autoridad del presidente del Gobierno y secretario general, nuestra imagen colectiva como partido e incluso la estabilidad del Gobierno". Ya entonces había ruido de sables.
4. Medirse a Rubalcaba y perder en 2012
Alfredo Pérez Rubalcaba se quedó con la candidatura a las elecciones generales de 2011 y logró el peor resultado del PSOE en su historia, un registro luego empeorado por Sánchez en 2015 y 2016. El PP tenía mayoría absoluta, los socialistas vagaban a la deriva tras una gran crisis económica y política por la que aún siguen pagando, y el partido elegía nuevo líder.
Chacón decidió presentarse, ahora sí. Y perdió. Obtuvo 465 votos frente a los 487 de Rubalcaba en unas primarias donde votaban delegados, no militantes. En ningún momento se pudo intuir el resultado. Hasta la última noche los votos estuvieron reñidos. Pero perdió. Eso marcó el inicio del declive de su carrera política y la búsqueda de nuevos horizontes.
5. Dejar (a medias) la política
Era 29 de agosto de 2013 y Chacón daba otro golpe de mano. En una rueda de prensa sorpresa, la diputada, apartada del círculo de poder oficial de Rubalcaba, anunciaba que se iba a EEUU a dar clase en una universidad pública de Miami (Florida). Quería tomarse un respiro, aprender inglés y ver mundo. Chacón buscaba, como siempre, su sitio. Se encontraba en un momento donde su oxígeno menguaba en Madrid, ciudad a la que siempre ha estado muy vinculada por ser la sede del poder político.
"Me voy con billete de ida y vuelta", dijo entonces. Chacón tenía acostumbrados a sus compañeros al misterio. No sería la última vez.
6.- Apostar por Susana Díaz (y Sánchez)
Susana Díaz, hoy candidata a la secretaría general, fue uno de los pilares de su campaña en 2012. Por entonces, nadie podía prever que Díaz sería tan importante en el futuro a corto plazo de la organización política. La hoy candidata a la secretaría general no dudó en dar la cara y pedir el voto con Chacón. Gran parte de Andalucía estaba con la ex ministra de Defensa en 2012 y Chacón estuvo con Díaz, aunque su relación fue y vino. Según fuentes cercanas a la presidenta, en los últimos tiempos Díaz guardaba una distancia prudencial dentro del apoyo y alianza que unía a las dos mujeres.
En el congreso de 2014, en el que Pedro Sánchez fue elegido secretario general, Chacón le apoyó. Cuando éste ganó a Eduardo Madina y José Antonio Pérez Tapias, Chacón entró a formar parte de su Ejecutiva como secretaria de política internacional. Pero apenas ejerció ese cargo, como atestiguan numerosos dirigentes. Estaba más pendiente de su vida personal y de sus intrigas políticas que de la política exterior del PSOE. Su imagen se fue diluyendo poco a poco, pero ella seguía conservando a sus fieles.
7. Dar la espalda a Pedro Sánchez
Muchos aún no se lo explican. En otro anuncio sorpresa, en abril de 2016, Carme Chacón renunciaba a ser la cabeza de lista por Barcelona a las elecciones generales. Lo había sido en diciembre de 2015, pero en una comparecencia en el Congreso anunciaba que motivos "personales y políticos", que nunca detalló, la llevaban a bajarse del barco de Pedro Sánchez, ya ciertamente a la deriva.
Se interpretó como un desplante al secretario general, al que no avisó con antelación, y como un paso atrás para tomar impulso. Desde julio de 2016 dejó de ser diputada. A finales de septiembre de 2016 estampó su firma (algunos dicen que extrañamente desde Miami) en la hoja con la que la mitad de la Ejecutiva de Sánchez renunciaba a sus puestos, algo que acabó desencadenando la dimisión del líder del PSOE. Chacón ya no estaba con Sánchez.
8.- Plantarse frente al soberanismo
Chacón nunca se dejó seducir por el alma más soberanista del PSC. En 2013, se ausentó de una votación para no posicionarse junto a sus compañeros del PSC, que votaron "sí" a una iniciativa que reclamaba un referéndum de autodeterminación legal y pactado. Tampoco votó "no" como sus compañeros del PSOE, que con el PP tumbaron la propuesta. Se situaba de perfil, "por convicción" y sin cálculos personales. Aquella fue una decisión difícil, pero coherente con su trayectoria.
Había tratado de liderar el PSOE y siempre fue partidaria de la unidad de España, incluso cuando el PSC pedía un referéndum (algo que ya no defiende). Chacón, cuyo padre es de Olula del Río (Almería), siempre se sintió catalana y española, sin concesiones al nacionalismo o al independentismo que tanta relevancia ha llegado a tener en Cataluña.
9. Tener un hijo pese a su cardiopatía
La vida de Chacón no ha sido fácil, aunque su ascendencia en el PSC y más tarde su cercanía a Zapatero le han brindado siempre oportunidades profesionales. Se casó con Miguel Barroso, primer secretario de Estado de comunicación de Zapatero (2004-2005), uno de los asesores áulicos en materia de medios de comunicación, clave en las reformas del mercado televisivo y la Televisión Digital Terrestre (TDT). Se separaron en 2016.
Tengo 35 pulsaciones por minuto, el corazón al revés, un bloqueo auricular y ventricular completo
Chacón tenía un hijo, Miquel, de menos de 10 años. En una entrevista con La Vanguardia en 2015 reconocía que vivía, en cierto modo, al límite. Aunque por su aspecto nadie lo creyese. "Para mí la vida es un privilegio. Tengo una cardiopatía congénita y eso me hace pensar que todos los días son un regalo", decía entonces."En teoría no podía ser madre. Tengo 35 pulsaciones por minuto, el corazón al revés, un bloqueo auricular y ventricular completo. Desde muy niña me advirtieron que debería llevar un marcapasos y una vida muy tranquila".
Chacón casi nunca ha llevado una vida tranquila. Combinaba su pasión, la política, con revisiones periódicas tras las que decía a sus allegados que había recibido una prórroga. Este fin de semana se vio interrumpida causando un hondo pesar en el PSOE.