PSOE y Podemos ofrecen a Cs una moción de censura para tumbar a Cifuentes

La detención del expresidente de la Comunidad de Madrid Ignacio González es, para el PSOE y Podemos, la gota que colma el vaso. Por eso han tendido la mano a Ciudadanos para que apoye una moción de censura que tumbe a Cristina Cifuentes como presidenta e instaure un nuevo Ejecutivo autonómico, un tripartito con el PSOE a la cabeza. 

"No se justifica el apoyo a este partido", ha dicho Pablo Iglesias en una comparecencia ante la prensa. En la Comunidad de Madrid puede haber una "mayoría parlamentaria alternativa" y en Podemos están "dispuestos a estudiar esa opción", ha dicho. "Sería sensato que Ciudadanos construyera la posibilidad", ha dicho. 

La aritmética en la Comunidad de Madrid es muy ajustada. La mayoría absoluta se sitúa en 65 escaños, justo los que suman el PP, con 48, y Ciudadanos, con 17. La suma de PSOE (37) y Podemos (27) se quedó en las últimas elecciones regionales a tan solo un escaño de esa cifra mágica.

"El PSOE está en disposición de ser responsable y de asumir sus responsabilidades si le tocan. Pero nosotros no somos los que tenemos esa llave", recordó Mercedes Gallizo, diputada socialista en la Asamblea de Madrid. "Tienen que ser ellos [Ciudadanos] los que vean si ya hemos llegado al limite de la contaminación soportable" o si "todavía puede soportar un poquito más", dijo. 

Ni PSOE ni Podemos han anunciado el registro de la moción sino que parecen estar esperando a que Ciudadanos acepte para iniciar el proceso, que podría culminar con el portavoz socialista en la Asamblea, el exministro Ángel Gabilondo, como presidente.

"Vamos a pedir explicaciones", ha dicho Ignacio Aguado, portavoz de Ciudadanos en la Comunidad de Madrid, quien recordó que cuando él tenía nueve años, Cifuentes ya estaba sentada en la Asamblea. Además, la hoy presidenta ha sido miembro del Consejo de Administración del Canal de Isabel II, la institución en el centro del escándalo. Sin embargo, ha eludido abrir la puerta a una moción de censura. 

La justificación de PSOE y Podemos es muy similar: la corrupción en la Comunidad de Madrid es un mal endémico y ella fue diputada regional desde 1991 hasta el 2012, por lo que, según la oposición, no podía estar al margen. Además, varios miembros de la lista electoral con la que ganó las elecciones en 2015, confeccionada a medias con Esperanza Aguirre, han tenido problemas con la Justicia.