Nadie de la dirección nacional del Partido Popular se ha puesto en contacto con Esperanza Aguirre desde que el miércoles estallara el escándalo sobre Ignacio González. La cúpula del PP tampoco pide públicamente a su portavoz del PP en el Ayuntamiento de Madrid que renuncie al acta de concejal por haber nombrado como hombre de confianza al encarcelado expresidente de la Comunidad de Madrid.
Tras el comité de dirección de todos los lunes, donde nadie ha mencionado a Esperanza Aguirre, Pablo Casado ha defendido la honorabilidad de la exlideresa y se ha mostrado ambiguo a la hora de desvelar qué paso debería dar Aguirre ahora que sus dos hombres más cercanos en la Comunidad de Madrid están entre rejas. "No hay ninguna acusación contra ella", justificó, a la vez que recordó que una dimisión es "una decisión que se tiene que tomar a título particular".
Casado tampoco quiso desvelar si Génova respiraría más tranquila si Aguirre diera un paso atrás y dejara su portavocía en el Consistorio madrileño. "Hay que desligar su labor como portavoz del grupo municipal de la responsabilidad que ella tuvo al confeccionar su equipo en el que fue su vicepresidente González", añadió.
El vicesecretario de Comunicación recordó que Aguirre ya dimitió como presidenta del PP de Madrid cuando descubrió el escándalo de corrupción que protagonizó Francisco Granados y recalcó que tras la detención de González la expresidenta se mostró públicamente "consternada". Casado fue tajante contra el cabecilla de la Operación Lezo, Ignacio González, un político del PP del que la dirección nacional del partido ya habla en pasado. Es, a su juicio, "una decepción y una vergüenza".
Génova sí respaldó sin fisuras a su presidenta regional, Cristina Cifuentes, la persona que entregó a la Fiscalía los papeles del Canal de Isabel II que han provocado que su antecesor acabe entre rejas. "Respetamos y apoyamos a Cristina Cifuentes a la hora deponer en conocimiento cualquier sombra de irregularidad en la gestión de cualquier empresa publica".